Por Lissa Cotter
Las costumbres son un elemento básico de cualquier celebración navideña. Si bien muchas tradiciones seculares traen gran alegría navideña, como católicos, no debemos eclipsar el culmen de la Navidad: el nacimiento de nuestro tan esperado Salvador. Entonces, con el objetivo de no perder de vista el verdadero motivo de la temporada, te mostramos cinco tradiciones únicas que puedes considerar para tu próxima celebración navideña.
Las manzanas
Durante la Edad Media, la Iglesia comenzó a celebrar el 24 de diciembre como la fiesta de los santos Adán y Eva. Así es, los que trajeron el pecado al mundo tienen un día de fiesta. Según la antigua tradición de la Iglesia, después de ser expulsados del jardín del Edén, Adán y Eva se arrepintieron de sus pecados y llevaron una vida de santidad. (¡Esto quiere decir que hay esperanza para todos nosotros!).
La Iglesia eligió la Nochebuena para esta fiesta del primer hombre y la primera mujer porque es un poderoso recordatorio de nuestra necesidad de un salvador. Al establecer la conexión entre Adán y Jesús, el padre de la Iglesia primitiva, san Ireneo, escribió: “Mediante la obediencia en el árbol de la cruz, llevó a cabo la expiación de la desobediencia cometida en otro árbol”.
Como un pequeño homenaje a Adán y Eva en su día festivo, considera incorporar manzanas en la cena de Nochebuena o brindar por nuestro Salvador con sidra o un ponche de manzana caliente.
Pastel de cumpleaños
Hoy día, el pastel de cumpleaños no puede faltar en ninguna celebración, y la Navidad es una celebración de cumpleaños. Me encanta esta tradición porque puedes hacerla tan simple o creativa como quieras. Puedes hacer un pastel con una mezcla de caja y, si te gustan las tradiciones antiguas, hazlo en forma de tronco y agrega unas cuantas velas. De cualquier manera, lo que más resaltará el aspecto de cumpleaños será cantar feliz cumpleaños y apagar velas. ¡Esto les encanta a los niños pequeños!
El Nacimiento
El nacimiento o pesebre es algo esencial durante la Navidad para cualquier familia católica, por lo que probablemente ya tengas uno. Una manera de animar la escena es hacerla más precisa desde el punto de vista litúrgico.
Antes de Navidad, nadie ha llegado al establo, así que llena la escena con los animales de la granja y un pesebre vacío. Luego coloca a los pastores y sus ovejas a un lado en su campo y coloca a María, José y los Reyes Magos dirigiéndose hacia el establo desde diferentes lugares. Si realmente quieres divertirte con esto, asegúrate de que los Reyes Magos vengan del oriente y acerca a los viajeros a la escena cada día hasta el día de su llegada. Para María y José, este es, por supuesto, el día de Navidad, cuando finalmente llega el niño Jesús y es acostado en su pesebre. Para los Reyes Magos, no es hasta la fiesta de la Epifanía alrededor del 6 de enero (¡y no olvides acercar a los pastores y agregar un ángel el día de Navidad!).
La presencia del establo vacío sirve como un hermoso recordatorio de que estamos preparando nuestros corazones para la llegada de Jesús. Y una vez que en escena finalmente se haga presente el dulce Niño Jesús el día de Navidad, su presencia ahí se vuelve aún más poderosa.
Corona de Adviento
Una vez que llegue la Navidad, en lugar de guardar la corona de adviento, considera reutilizarla convirtiéndola en un hermoso centro de mesa. Para hacer esto, retira las velas, reorganiza las plantas para cubrir los candelabros y coloca una gran “vela de Cristo” blanca en el medio de la corona. Si quieres ser más creativo, también puedes adornarla con muérdago navideño o cintas doradas. Me encanta esta tradición porque une los tiempos de Adviento y Navidad, y sirve como un gran recordatorio de que la tan esperada Luz del Mundo finalmente ha llegado.
Sigue celebrando
Para los católicos, la Navidad no es un acontecimiento de un día: es todo un tiempo litúrgico. Esto significa que nuestras celebraciones navideñas no deberían preceder a la Navidad; deberían comenzar con la Navidad. Entonces, cuando todos los demás estén quitando las luces y guardando sus árboles, ¡tú sigue celebrando! Ponte a ver películas navideñas, a escuchar villancicos, decora casas de jengibre que puedes comprar durante la liquidación navideña e invita a tus vecinos a una fiesta de Navidad. ¿Pensarán que estás loco? ¡Claro!, pero es una excelente oportunidad para compartir tu fe con ellos mientras les explicas cómo hacemos las cosas de manera un poco diferente como católicos
Este artículo se publicó en la edición de la revista de El Pueblo Católico titulada «¿Estás listo para recibirlo?». Lee todos los artículos o la edición digital de la revista AQUÍ. Para suscribirte a la revista, haz clic AQUÍ.
Este articulo ha sido traducido del original en ingles por el equipo de El Pueblo Católico.