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viernes, marzo 29, 2024
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Año Nuevo: No, ni el calzón rojo te traerá amor, ni el amarillo dinero

Por Luz Ivonne Ream | Aleteia. 

Tal vez, tu gran disyuntiva para comenzar el año nuevo sea la de usar ropa interior roja o amarilla porque te urgen ambos: dinero y amor.

No lo digo en tono de burla. Lo digo con un tanto de tristeza. ¡Cuánta necesidad tienen algunos que caen en la superstición!

Y la cosa se pone peor si eres creyente porque estas poniendo tu confianza, tus anhelos y tus deseos en una cosa, ¡en la ropa interior!. Y dejas de lado la voluntad de Dios.

Siento bajarte de tu pedestal pero la vida no funciona así. Ni el calzón rojo atraerá el amor hacia ti, ni el amarillo te llenará de ningún tipo de abundancia.

¿Quieres de verdad atraer el amor, ese que sea para toda la vida? Entonces déjate de embustes y ponte a trabajar en ese proyecto personal.

Haz un parón en tu vida para que reflexiones en por qué el amor, ese que tú tanto deseas, no ha llegado todavía a tu vida. ¿No ha llegado o no has sabido reconocerle? ¿O quizá seas de los que creen tener “mala suerte” para el amor porque siempre te llegan el mismo tipo de personas?

Te invito a que reflexiones. ¿Será que de verdad invariablemente te llegan los mismos patanes o las mismas aventureras? ¿No será más bien que tú no has sabido elegir con inteligencia y escoges siempre lo mismo porque no sabes hacerlo diferente?

Siento mucho decirte que por muy vivo, profundo y precioso sea ese rojo carmín de tu ropa interior de año nuevo, si no haces cambios personales, si no trabajas en reconocer cuáles son esas heridas emocionales que debes de sanar y regeneras tu interior seguirás escogiendo al mismo tipo de personas, esas que quizá ni te suman ni les sumas.

Si no lo haces no tendrás la capacidad de reconocer al verdadero amor cuando pase junto a ti. Deja de elegir desde tus carencias y miedos porque al amor hay que reconocerlo desde nuestras potencias interiores, desde lo que sí somos y tenemos y no desde lo que nos falta.

Y de la abundancia… ¡qué te digo!… Ya “Alguien” vino a decir de sí mismo: “Yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia”. ¿De verdad quieres abundancia en tu vida, de esa que no se compra con dinero y es eterna? Ya conoces el único camino.

Artículo publicado originalmente en Aleteia.

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