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Arquidiócesis: Líquido que «emanaba» de estatua de san Miguel Arcángel no es sangre

El pasado 25 de febrero, un noticiero nacional de la cadena Univisión informó a los televidentes sobre una estatua de san Miguel Arcángel que supuestamente derramaba sangre en una casa de Broomfield, Colorado.

Según la dueña de la estatua, la imagen comenzó a sangrar cuando ella se enteraba, a través de la televisión, de la reciente invasión de Rusia a Ucrania. La arquidiócesis de Denver inmediatamente comenzó a investigar el supuesto suceso y, tras visitar la casa donde se encontraba la estatua y realizar una exhaustiva investigación, se determinó que el líquido rojo obtenido de la estatua no era sangre humana ni de animal. A continuación, la declaración de la arquidiócesis de Denver al respecto.

Declaración sobre supuesta estatua de san Miguel que sangraba

24 de marzo del 2022

A principios de marzo, la arquidiócesis de Denver se enteró de la historia de la Sra. Alicia Martínez de Broomfield, Colorado, quien informó a los medios que poseía una estatua de san Miguel Arcángel que supuestamente estaba sangrando. Un diácono de una parroquia de la zona realizó una inspección visual inicial de la estatua, y el 12 de marzo un equipo de tres funcionarios del centro St. John Paul II de la arquidiócesis visitó la casa de la Sra. Martinez para realizar una investigación más exhaustiva.

Al llegar a la casa y entrar en la habitación donde supuestamente se encontraba la estatua, se le comunicó al equipo arquidiocesano que alguien se había llevado la estatua de san Miguel. No había señales de una aparente entrada forzada a la propiedad.

El equipo arquidiocesano entrevistó a la Sra. Martínez sobre la presunta sangre de la estatua de san Miguel y recibió de ella varios hisopos de algodón que, según dijo, se usaron para limpiar la supuesta sangre de la estatua.

Se realizó un análisis químico del líquido seco en los hisopos de algodón utilizando la prueba de Kastle-Meyer para determinar la autenticidad de la presunta muestra de sangre. La prueba mostró de manera definitiva que el líquido rojo obtenido de la estatua no era sangre humana ni de animal. La apariencia de la sustancia en los hisopos de algodón era similar a esmalte de uñas rojo.

La arquidiócesis de Denver siempre exhorta a los fieles a ser prudentes a la hora de involucrarse en apariciones no aprobadas o supuestos milagros.

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