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Autoridades determinan que no se presentarán cargos en contra de sacerdote acusado de mala conducta

La arquidiócesis de Denver publicó el siguiente comunicado de prensa el 13 de febrero del 2023.

COMUNICADO DE PRENSA
(Puede leer el PDF del original en inglés AQUÍ).

NO SE PRESENTARÁN CARGOS EN CONTRA DE MONSEÑOR ACUSADO DE MALA CONDUCTA
Investigaciones exhaustivas muestran que no hay razón para hacerlo

DENVER.– Después de varias investigaciones exhaustivas, incluida una realizada por un investigador tercero para la arquidiócesis de Denver, el asistente del fiscal de distrito del condado de Jefferson determinó que no se presentarán cargos en contra de monseñor Robert Kinkel. Después de recibir una recomendación del Comité de Revisión Arquidiocesano, el arzobispo Samuel Aquila ha restituido a Mons. Kinkel para realizar su ministerio, efectivo inmediatamente.

Mons. Kinkel esperaba jubilarse en el 2022 después de décadas de servicio a la arquidiócesis. Siempre fue un sacerdote que gozó de buena reputación. Desde el comienzo de este proceso, monseñor negó firmemente la acusación y se condujo de manera paciente y respetuosa. Como todos, recibió el debido proceso.

La arquidiócesis de Denver se toma en serio cada acusación de mala conducta y se ha comprometido en proteger a los miembros más vulnerable de nuestra comunidad: los niños, jóvenes y adultos en riesgo.

(Puede leer la declaración del arzobispo abajo).

 

DECLARACIÓN DEL ARZOBISPO
(Puede leer el PDF del original en inglés AQUÍ).

8 febrero del 2023

A los fieles de la Iglesia católica de St. Jude:

Les escribo para informarles sobre la restitución de las funciones de su expárroco, Mons. Bob Kinkel.

Como muchos de ustedes ya saben, en abril del año pasado se presentó una acusación de que Mons. Kinkel había tocado a un menor de manera inapropiada en torno al 2018 o en ese mismo año. Este incidente presuntamente ocurrió una sola vez en un lugar público, con muchas otras personas presentes. Cuando surgió la acusación, la arquidiócesis siguió su protocolo destinado a la protección de niños y jóvenes, apartó inmediatamente a Mons. Kinkel del ministerio y reportó la acusación a las autoridades policiales. Luego se esperó a que las autoridades locales concluyeran su investigación y tomaran su decisión antes de completar el proceso de revisión de la arquidiócesis. El proceso arquidiocesano implica otra investigación exhaustiva, que incluye entrevistas con las partes involucradas, posibles testigos y otras personas que puedan tener información útil sobre la acusación. El Comité de Revisión Arquidiocesano, que está compuesto por expertos laicos y miembros del clero, luego revisa los resultados de esa investigación y me da su recomendación.

Por supuesto, abordar cualquier acusación de esta naturaleza es inmensamente difícil tanto para el acusador como para el acusado. Desde el principio, Mons. Kinkel mantuvo su inocencia, negó la acusación contra su persona y procedió de manera humilde, paciente y respetuosa, entendiendo que se tenía que seguir dicho protocolo. La arquidiócesis también hizo todo lo posible por apoyar al menor que presentó la acusación, lo que incluyó ponerle en contacto con nuestro coordinador de asistencia a las víctimas y poner a su disposición servicios de consejería. Estoy agradecido por la compasión y la comprensión de todos los involucrados a lo largo de este arduo proceso.

A principios de enero, el asistente del fiscal de distrito del condado de Jefferson nos informó que se negaron a procesar o presentar cargos criminales en contra de Mons. Kinkel. Posteriormente, la arquidiócesis completó su investigación interna, y el Comité de Revisión revisó el caso a fondo. El Comité de Revisión determinó que no se había encontrado evidencia de que Msgr. Kinkel hubiera exhibido la presunta conducta y que la acusación no pudo ser fundamentada; además recomendó que las facultades de Mons. Kinkel fueran restituidas.

La arquidiócesis de Denver continúa con su compromiso de tomar todas las denuncias de mala conducta en serio y de garantizar que la seguridad de nuestros niños y familias sea y siga siendo una prioridad para nuestra Iglesia. Siempre cooperaremos con las autoridades civiles y nos apegaremos al protocolo establecido en nuestro Código de Conducta, que, les aseguro, se siguió con diligencia.

Siguiendo el consejo del Comité de Revisión, he restituido las facultades de Mons. Kinkel para celebrar los sacramentos y ejercer el ministerio sacerdotal en público, efectivo inmediatamente. Por ser Mons. Kinkel un sacerdote jubilado, no se le asignará un cargo, sino que asistirá a las parroquias de la arquidiócesis según su horario lo permita.

Quiero expresar mi agradecimiento a Mons. Kinkel por su paciencia y fidelidad durante el desafiante periodo de 9 meses de espera para que este asunto se resolviera. También quiero agradecer a los feligreses que oraron por Mons. Kinkel, y para que brillara la luz de la verdad. Oremos por la paz y sanación de todos los involucrados, y para que la gracia de Dios nos bendiga a cada uno de nosotros.

Sinceramente suyo en Cristo,
Reverendísimo Samuel J. Aquila, S.T.L.
Arzobispo de Denver

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