Con el rezo de avemarías de fondo, cientos de fieles desfilaron alrededor de las instalaciones de Planned Parenthood en Stapleton, Colorado, el sábado, 9 de abril, en una procesión con el Santísimo Sacramento. La procesión eucarística, encabezada por el arzobispo de Denver, Mons. Samuel J. Aquila, marcó el fin de la campaña 40 Días por la Vida con oración y testimonio por la vida.
“Es importante darnos cuenta de la belleza de la vida, que es para siempre”, dijo Joan Murphy, una parroquiana de Reina de la Paz en Aurora. “Es algo que hay que apreciar. Los sacrificios que hacemos para nuestros hijos los ayudan a darse cuente del amor de Dios para ellos”.
“Estamos aquí para rezar porque hay necesidad para oración”, dijo Myra Bueno, feligresa de la parroquia de la Santa Cruz en Thornton. “Estamos aquí para defender la vida, porque sabemos que esto es importante: defender la vida de cada niño. Todos merecen tener un cumpleaños”.
La oración en verdad estuvo en el centro del evento. Además de la procesión eucarística, las hermanas por la vida (Sisters for Life) dirigieron a los feligreses en el rezo de varios rosarios.
“Una de las cosas mas importantes que podemos hacer como personas de fe”, dijo el arzobispo Aquila, “es construir una fundación de oración que guíe nuestra labor, para que el Señor pueda ser la fuente de inspiración y la fuerza para salir al encuentro de las madres y sus familias. Por esa razón estamos aquí, haciendo una procesión alrededor del Planned Parenthood con el Santísimo. Solo él puede ayudarnos a amar a los más necesitados y, al mismo tiempo, a los que promueven el aborto”.
La procesión adquirió un significado aún más importante tras la aprobación del proyecto de ley para la igualdad de salud reproductiva, que permite el aborto sin restricciones hasta el nacimiento en Colorado. “Estamos muy tristes y consternados porque el proyecto de ley HB22-1279 es el único en el mundo que no tiene restricción alguna”, dijo Laura Acosta. “Esto no solamente nos afecta a los católicos, sino al mundo entero, porque esto no solamente se trata de religión, sino de la dignidad del ser humano. Esperemos en Dios, que todo lo puede, que termine el aborto y que todos podamos amarnos y ayudarnos como él desea”.
“La reciente aprobación [de este proyecto de ley] significa que tenemos que redoblar nuestros esfuerzos para ayudar a madres y padres que están pensando en recurrir al aborto,” dijo el arzobispo Aquila. “Ya se está haciendo mucho a través de las clínicas de Marisol Health, los centros de crisis para embarazadas, los grupos de apoyo como el Proyecto Raquel y otros ministerios parroquianos. Sin embargo, tenemos mucho por recorrer para construir una cultura que acoja la vida en cualquier etapa y bajo cualquier circunstancia. Los partidarios de [este] proyecto de ley han dicho que quieren que Colorado sea un destino para el aborto, por lo que tenemos que trabajar para que sea un lugar seguro para los niños por nacer”.
“Pienso que tenemos que seguir rezando,” concluyó Myra. “Tenemos que acompañar a estas personas en oración: los trabajadores en esta clínica y las personas que trabajan en el capitolio que firmó esta ley.”
