Esta mañana el gobernador de Colorado declaró “estado de emergencia” para Colorado con respecto a la propagación continua del coronavirus (COVID-19). El gobernador enfatizó que esto no es para provocar miedo o pánico, sino para asegurarse de que el estado esté tomando precauciones adicionales para controlar y prevenir la propagación del COVID-19.
Por ello, el arzobispo de Denver, Mons. Samuel J. Aquila, está haciendo obligatorias las precauciones temporales para celebrar la misa que recomendó la semana pasada para todas las parroquias e iglesias de la arquidiócesis.
Cabe destacar que el arzobispo aseguró que estos cambios son solo temporales y que se están realizando por prudencia y caridad, tomando en cuenta el bien común y nuestras comunidades.
Los cambios temporales para la celebración de la misa son los siguientes:
- Se retirará el agua bendita de todas las pilas y se proveerá desinfectante para manos en todas las entradas.
- Se suspenderá el intercambio del Signo de la Paz o se anunciará que se puede realizar con una inclinación. Tampoco se tomará de las manos durante el Padre Nuestro.
- Se recomienda altamente que la comunión se distribuya en la mano. Si el virus continúa propagándose, esto puede hacerse obligatorio.
- Se reforzará el procedimiento para que los ministros extraordinarios de comunión desinfecten sus manos antes de distribuir la comunión.
- Las ofrendas del pan y el vino deberán mantenerse cubiertas en la credencia. No habrá procesión durante el ofertorio.
- Los fieles no tienen la obligación de asistir a misa si están enfermos. Quedarse en casa puede ser un acto de caridad para los demás feligreses.
El arzobispo también señaló que el estado no ha recomendado la cancelación de reuniones públicas, por lo que las misas pueden proceder normalmente hasta nuevo aviso.
Para más información sobre recomendaciones para individuos, escuelas y parroquias, visite: https://www.archden.org/coronavirus-es.
