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martes, abril 23, 2024
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De pie entre los patriotas (los rectores)

Por: Jay Clark*

Ciertamente no fue tan dramático,  peligroso o histórico, pero no pude evitar sentirme un poco como si estuviera entre una banda de hermanos (y hermanas) mirando al ejército británico en la película El Patriota cuando estaba  de pie entre todos nuestros rectores en la reunión mensual de la Oficina de Rectores de Escuelas Católicas.

No, ellos no estaban preparándose para una batalla en sentido literal, pero yo estaba en medio de un grupo intensamente comprometido. Profesionales singularmente enfocados mientras trabajaban juntos para hacer que sus escuelas fueran mejores y ayudándose entre ellos.

La razón por la cual vino a mi mente esta antigua película de Mel Gibson en estos rectores es porque son líderes maravillosos que cada día aman, apoyan y defienden lo que significa ser católico en nuestras escuelas, encarnando la definición de ser “un patriota” de la Iglesia.

Mientras que no había caminado ni siquiera una milla en sus zapatos, he aprendido por observación en mi breve paso por Seeds of Hope (Semillas de esperanza n.d.t) que ser el rector de una escuela católica, significa usar un sinnúmero de sombreros diferentes, tener una fe inquebrantable en que el Señor proveerá y tener el deseo de contribuir a un mundo más lleno de fe para sus estudiantes.

Una de las ventajas de mi trabajo con Seeds of Hope, es tener acceso sin restricciones a nuestros rectores y a sus respectivas escuelas. En mis visitas a estas escuelas es un lugar común encontrar a un rector cuidando o haciendo algo que uno no se esperaría de alguien que ocupa ese cargo. Pero esto es exactamente lo que hace un buen líder. Ellos  conducen a sus escuelas con el buen ejemplo, haciendo lo que sea necesario hacer.

He pillado a recorres poniendo conos para las líneas de los carros, colgando dibujos de los estudiantes en los pasillos de las escuelas, lavando platos o poniendo y quitando la mesa entre dos almuerzos grupales, caminando con los estudiantes por los pasillos para ir a Misa y limpiando su refrigeradora personal entre otras cosas que “deben hacerse”.

Los rectores sirven como entrenadores y mentores de los miembros de su equipo, como pastores y disciplinarios de los estudiantes de su comunidad local. Y cuando lo piensas, ellos no podrían encontrar otro sombrero para usar, ayudando en la escuela un domingo o cantando en el show de Navidad.

Quizás el desafío más grande de ser uno de los rectores de nuestras escuelas es que siempre necesitan hacer más cosas con menos. Ya sea apresurarse a tener muebles nuevos, libros nuevos, nueva tecnología o hacer alguna reparación al edificio, los rectores están constantemente priorizando una “lista de deseos”, donde los nuevos elementos están reemplazando los que ya han sido tachados de la lista.

He visto detrás del inquebrantable sentido del deber de los directores, un compromiso con el propósito de ayudar a sus alumnos a convertirse en discípulos de Jesucristo.

Ingresa a cualquiera de nuestras escuelas y podrás inmediatamente sentir a Jesús como figura central. Como escuché de un sabio hombre recientemente acerca de nuestras escuelas “Primero el cielo. Luego Harvard”, lo cual es exactamente el tono y el ambiente que nuestros rectores establecen. En este mundo cada vez más secularizado, esta es la causa de la celebración y verdaderamente es lo que hace a nuestros colegios especiales en un mercado tan competitivo.

A través de la inspiración de nuestros rectores, estoy convencido de que lo mejor es venir de escuelas católicas. Con el nuevo modelo tutorial, vamos a lanzar un limitado número de escuelas para el año académico 2018 – 2019 y la expansión del programa de becas para que más familias tengan la posibilidad de verse beneficiadas por la experiencia transformadora de la educación católica, mientras que reciben la atención pastoral de alguno de los patriotas más grandes de la Iglesia.

  • Jay Clark es el director ejecutivo del programa Semillas de Esperanza, cuya misión es hacer asequible la educación católica a aquellas familias con pocas posibilidades económicas.

Traducido del original en inglés por Carmen Elena Villa

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