Mientras innumerables personas en todo el mundo reciben cenizas como un signo visible de nuestra dependencia de Dios —polvo eres y en polvo te convertirás, escuchamos— comienza la santa temporada de Cuaresma, y con ella, iniciamos el camino hacia el calvario con Jesús.
“Cada Cuaresma conduce al mismo misterio: la crucifixión, muerte y resurrección de nuestro Señor Jesucristo”, escribió el arzobispo Samuel J. Aquila en su nueva nota pastoral de Cuaresma, “Acompañando a María al pie de la Cruz”. “Cada Cuaresma prepara a la Iglesia y a todos sus miembros para experimentar y participar más profundamente en el misterio pascual. Es un tiempo para purgar nuestras almas del pecado y los apegos desordenados para llegar a ser más como Jesús. Con san Pablo, aceptamos que ‘si hemos muerto con Cristo, creemos que también viviremos con él’ (Romanos 6, 8). Es un tiempo en la que fijamos nuestra mirada en la cruz de Cristo y ponemos nuestra esperanza en su resurrección”.
Más que una Cuaresma ordinaria, en la arquidiócesis de Denver, también comenzamos el período público de una novena de nueve años que conduce al Jubileo extraordinario de nuestra redención en el 2033, el 2000 aniversario del misterio pascual, que es el sufrimiento, la muerte y la resurrección del Señor Jesús.
La novena de nueve años comenzó en discernimiento con el arzobispo Samuel Aquila y su equipo, mientras pedían al Espíritu Santo que guiara y dirigiera esta oración arquidiocesana. Si bien desde el principio quedó claro que la arquidiócesis debía recurrir a nuestra Santísima Madre, su letanía de títulos planteó un desafío único: ¿bajo qué nombre deberíamos invocarla?
Después de un tiempo de oración y discernimiento, el Espíritu Santo guio al equipo al pie de la cruz, donde encontraron a María, el ejemplo perfecto de discípula misionera, aquella que siguió a Jesús hasta el final.
“He elegido dirigir la novena a la Santísima Virgen María bajo el título ‘María al pie de la Cruz’. De la misma manera que María estuvo presente con Jesús a lo largo de su pasión, nos guiará en la meditación de estos misterios y en la participación en la misión salvífica de Jesús en la cruz”, escribió el arzobispo, anunciando el período público de la novena e invitando a todos los fieles de la arquidiócesis a participar, comenzando este Miércoles de Ceniza, 5 de marzo.
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“María es nuestro ejemplo de cómo responder a la cruz de Cristo”, continuó el arzobispo. “Solo hay una opción adecuada: entregar toda nuestra vida a Jesús y en las manos del Padre. ¡El Padre de Jesús es nuestro Padre! Recibamos eso como María, y acudamos a María en busca de la fuerza y la humildad para entregarnos al plan de Dios y dejarlo todo atrás”.
La novena de varios años no es algo sin precedentes en la arquidiócesis de Denver. De hecho, antes del gran Jubileo de la Encarnación de Jesús —es decir, su conversión a hombre y su asunción de nuestra condición humana— en el año 2000 el entonces arzobispo Stafford proclamó una novena similar de nueve años. El esfuerzo espiritual condujo a la creación del ícono y la devoción de Nuestra Señora del Nuevo Adviento, que culmina con una festividad local el 16 de diciembre.
De la misma manera, el período público de esta novena de nueve años antes del Jubileo de la Redención en el 2033 ofrecerá a los fieles la oportunidad de orar, reflexionar y profundizar en los misterios de nuestra salvación al mismo tiempo que reflexionan sobre un nuevo ícono escrito por Elizabeth Zelasko, una artista sacra local, y titulado «María al pie de la Cruz».
“El propósito del arte sacro es ayudarnos a orar, orar juntos y centrar nuestros pensamientos en las verdades trascendentes de nuestra fe”, dijo Elizabeth. “Tuve muchas horas para sentarme con la Virgen María al pie de la Cruz mientras pintaba. Pensé en la magnitud de ese momento, su Inmaculado Corazón atravesado por una espada, el maligno perdiendo y su gran amor por nosotros y por nuestra arquidiócesis. Oré por todos ustedes mientras trabajaba. Que esta imagen sea una bendición para ustedes”.
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Para comenzar las iniciativas, además de su anuncio y explicación en “Acompañando a María al pie de la Cruz”, el arzobispo Samuel develó el ícono en el centro pastoral arquidiocesano en Denver el martes. También alentó a los sacerdotes de la arquidiócesis de Denver a considerar la posibilidad de ofrecer Misas de reparación por el pecado, tanto el nuestro como el de los demás, durante la novena. La arquidiócesis también ha enviado tarjetas de oración a todas las parroquias del norte de Colorado para que los fieles puedan reflexionar sobre la nueva imagen de María y orar por su intercesión.
“A medida que nos acercamos al dos mil aniversario, tengamos presentes estos misterios y fijemos nuestra mirada en la gracia que María nos ofrece al pie de la cruz. Así como ella mantuvo su mirada fija en Jesús, también nosotros estamos llamados a permanecer ‘con los ojos fijos en Jesús’ (Hebreos 12, 2). Mis queridos hermanos y hermanas en Cristo, rezo para que invoquemos a María diariamente en esta Cuaresma y a lo largo de estos años, preparándonos para el Jubileo del 2033”, concluyó el arzobispo.
Oración a María al pie de la Cruz:
Oh, Santísima Virgen María, que permaneciste firme al pie de la cruz, nunca abandonaste a tu Hijo, Jesús, incluso en la hora de su Pasión y Muerte.
Honramos tu valentía, esperanza y profundo amor por el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.
Concédenos, a quienes deseamos estar contigo al pie de la cruz, la gracia de abrir nuestros corazones a los misterios de la salvación, que seamos fortalecidos en la esperanza por la Pasión de Jesús, y que vivamos en entrega al plan del Padre.
Te pedimos, amada Madre, tu intercesión para la reparación de nuestros pecados y los del mundo entero.
Que tu Inmaculado Corazón triunfe desde el pie de la cruz. Amén.