“Es bueno tener relaciones antes y fuera del matrimonio, pues así se prueba el amor”. Este argumento es el pan de cada día para jóvenes y adolescentes de nuestro tiempo, que escuchan y ven este mensaje en la televisión, el cine, la radio, las revistas, internet, así como en las conversaciones en la escuela y la universidad. En el fondo, la idea es que lo mejor es vivir sin límites y sin control.
Sin embargo, el conocido autor mexicano Eduardo Verástegui, dice lo contrario. “No es que el sexo sea malo: es sagrado, grandioso, y precisamente por eso uno lo cuida y lo protege, para compartirlo con esa persona que debe ser la más importante de tu vida. El amor, si no es para siempre, no sirve”. Así lo dijo en una reciente entrevista en internet, en la que invitaba a los jóvenes a vivir la castidad.
A diferencia de lo que el mundo proclama, el autor mexicano afirma que es necesario aprender a vivir el verdadero amor, y eso implica renuncia, sacrificio y compromiso. Por eso, hace 11 años hizo un compromiso radical con Dios: No tener intimidad con ninguna mujer hasta cuando conozca a la que será su esposa y la madre de sus hijos, por quien reza todos los días. Es decir, Verástegui se comprometió a vivir la castidad. “Muchas personas piensan que el sexo es una necesidad física, y eso no es cierto. ¡Necesidad física es respirar, comer! Si no respiras o no comes, te mueres. Hasta ahora no he escuchado que alguna persona haya muerto por abstinencia”.
Este compromiso vino después de un momento crucial en su vida, en el que se encontró con el amor de Dios y descubrió que su manera de vivir en ese entonces –típica de los artistas de Hollywood, llena de dinero, fiestas y mujeres- lo estaba llevando al vacío, al sin sentido y a la soledad. Por eso decidió cambiar. “Tengo 39 años. Soy el hermano mayor de tres hermanas e hijo de unos padres de clase media de Xicontécatl, un pueblito del estado de Tamaulipas (México). Voy a misa y rezo el rosario todos los días. Intento cumplir los diez mandamientos. Trabajo muy duro para limpiar esta estela de humo negro que dejé en el pasado, cuando les rompí el corazón a tantas mujeres”, afirmó Verástegui.
El actor mexicano, que ha protagonizado películas como Bella, Cristiada y La Pasión de Cristo, dirigida por Mel Gibson, se dedica hoy a vivir y a promover un estilo de vida muy distinto al que llevó alguna vez. Y lo hace, entre los jóvenes.
Esta misión dirigida a los jóvenes, le fue recordada de manera especial hace un año, cuando Verástegui tuvo un encuentro inolvidable: Se reunió con el Papa Francisco, poco tiempo después de su elección como Pontífice. Y luego de darle un abrazo y despedirse, escuchó de la voz del Papa: “¡No te olvides de los jóvenes!”. Efectivamente, mientras Verástegui salía de la Sala Clementina, el Papa le dirigió estas palabras que quedaron grabadas en su corazón.
Por ello, el actor de origen mexicano cada cierto tiempo se dirige a los jóvenes a quienes anima a vivir una vida que valga la pena. Una vida que implica “una lucha hasta la muerte, en la que hay que intentar cada día ordenar lo desordenado, limpiar lo que quedó sucio en nuestro corazón, y dejar que Dios sane todas las heridas y la contaminación que tengamos”.
Además de la castidad, el actor mexicano promueve la defensa y respeto de la vida humana, y lucha contra el aborto.
Verástegui no es el único que promueve una vida pura para los jóvenes. En distintos lugares del mundo, se viene despertando esta inquietud en muchas personas. Un ejemplo es Opción V, una asociación conformada por adolescentes y jóvenes, que promueve una opción valiente por la castidad. En su página de Facebook tiene ya cerca de 30 mil seguidores y es muy interesante ver la acogida de muchos, a través de comentarios, artículos, y discusiones que se generan, alentando a vivir una castidad que “no te pide hacer cosas extraordinarias ni ser alguien de otro mundo. Te pide amar de verdad, algo para lo que tú y yo hemos sido creados”.
