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jueves, marzo 28, 2024
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Expectativas de latinos ante la visita del Papa a Estados Unidos

Por: Germán McKenzie

En pocos días el Papa Francisco llegará a los Estados Unidos en su primera visita a este país. Fu viaje cubrirá Washington, D.C, Nueva York y Filadelfia. El punto focal será su participación en el octavo Encuentro Mundial de las Familias, en esta última ciudad. Sin embargo, también tienen gran importancia la Misa de Canonización del Beato Junípero Serra, así como sus discursos ante la Organización de las Naciones Unidas y ante el Congreso de los Estados Unidos  ¿Qué significado tendrá su presencia para los Católicos Latinos en el país?

Antecedentes

El último papa en visitar este país fue Benedicto XVI en el año 2008. En esa visita mencionó, entre otros, asuntos, la ayuda para el desarrollo de los países latinoamericanos, así como la prevención de la inmigración ilegal y la necesidad de encontrar medios para incorporar a los inmigrantes ilegales a la vida del país. También habló del rol de la religión en la vida pública en el marco de un estado laico que se beneficia de ello, y la importancia de los derechos humanos en una visión en la que las diversas culturas los ven inscritos en el ser de la persona y que son anteriores a las instituciones y a las leyes.

El testimonio y las palabras del Papa Francisco podrán servir para alentar a los católicos latinos, quienes sufren la dura experiencia del inmigrante en todo tipo de marginaciones, desarraigo y condiciones de vida muy duras.

En la misma línea que sus predecesores, pero con un estilo pastoral muy público y profético en gestos y palabras, el Papa pone en el centro de su prédica, la visión cristiana de la dignidad humana. Especialmente de los más pobres, sin excepciones y sin calificaciones sociológicas. Más aún, invita a descubrir en los más pobres la imagen de Cristo que nos llama y nos enseña. Para él los pobres son los no-nacidos, los jóvenes , ancianos y los migrantes, a quienes ve como víctimas de una “cultura del descarte” (ver Evangelii Gaudium, 186-216). También lo son los pobres materiales y espirituales, todos aquellos que están en las “periferias de la existencia”.

Desafíos

Los problemas para los católicos latinos aumentan por la creciente secularización de la cultura de los Estados Unidos. Las cifras indican que al presente, el  33 por ciento de los católicos en el país son latinos o descendientes de latinos, y que en un futuro no lejano constituirán la mayoría, según el Pew Research Center. Sin embargo, un estudio del año 2013, del Public Religion Research Institute, indica que entre 1990 y 2008, aquellos no afiliados a una institución religiosa pasaron del 6 al 12 por ciento de la comunidad latina. Según Pew, esta cifra incluso llega al 18 por ciento en 2013. Además, en ese año un 22 por ciento de latinos en los Estados Unidos era Protestante. La tendencia a convertirse en “no afiliado” se acentúa entre latinos de segunda y tercera generación, que, en su gran mayoría tienden a asumir las ideas y valores del “mainstream” cultural en los Estados Unidos. Ello quiere decir que muchas personas que fueron iniciadas en la vida de fe se distancian de la Iglesia al poco tiempo. Y también quiere decir que, de no hacerse algo, el número de católicos, que hasta hoy se ha mantenido estable gracias a la inmigración desde América Latina, empezará a decrecer en un futuro no muy lejano.

Renovación teológica

La mayoría de la teología latina en los Estados Unidos, a pesar de las buenas intenciones de sus autores y de lo interesante de sus aportes, ha estado inspirada por la teología de la liberación, teologías contextuales y posmodernas, lo que al fin de cuentas las convierte en doctrinas de justicia social donde lo propiamente religioso, más allá de las intenciones, pasa un segundo lugar. Aunque no es posible acá entrar en detalles, lo que por lo menos se puede decir es que estas visiones no han tenido  una utilidad pastoral significativa para evitar la secularización de los católicos latinos en los Estados Unidos. En el fondo, se han constituido en furgones de cola de visiones seculares neo-marxistas o posmodernas (bajo fuerte influencia del pensamiento de Michel Foucault). Como consecuencia, la capacidad profética que la comunidad latina en los Estados Unidos puede tener como crítica al “establishment” eclesial y a la cultura secular en el país se ha visto recortada.

Viene aquí a la insistencia del Papa Francisco en no convertir a la Iglesia que él sueña  -una Iglesia pobre y para los pobres-  en una ONG (ver Meditación Diaria, 5/2/2015). Él, con su particular “teología del pueblo”, puede ayudar a una renovación de la teología latina que colabore intensamente en la revitalización de la vida de fe de los católicos latinos, y en que esa experiencia de fe colabore con la renovación de toda la Iglesia en el país. Ojalá así sea.

*Germán McKenzie-González es Doctor en Religión y Cultura por la Catholic University of America (Washington, DC). Es un peruano-canadiense que trabaja como Profesor Adjunto en Niagara University (Lewiston, Nueva York).

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