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martes, abril 16, 2024
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La complementariedad hombre – mujer no es competencia

Por: Nissa LaPoint

La palabra complementariedad puede doler y molestar al mundo secular, cuando se menciona en el contexto del matrimonio y el trabajo, sin embargo, la profesora Helen Alvaré dijo que hay buenas razones para adoptarla.

Alvaré, experta en temas de familia y de la mujer, es profesora de George Mason University School of Law en Washington D.C. También es cofundadora de la Iniciativa Women Speak for Themselves [Mujeres hablan por sí mismas] y estuvo en Denver para ofrecer una conferencia sobre la complementariedad en la parroquia St. Thomas More en Centennial el pasado 1 de junio.

“El pensamiento secular moderno tiende a encontrar el concepto de complementariedad como algo sospechoso”, dijo Alvaré. “La Iglesia tiene un punto de vista diferente, y comparte un interés creciente en las similitudes y las diferencias entre hombres y mujeres. Refuerza la creencia  de que están diseñados por Dios para complementarse mutuamente en beneficio de la familia y la sociedad”, aseguró.

 

En el magisterio pontificio

Alvaré recordó que el Papa Francisco lideró en noviembre del año pasado una conferencia del Vaticano de tres días titulado  “Coloquio internacional sobre la complementariedad del hombre y la mujer”, organizado por la Congregación para la Doctrina de la Fe, que atrajo a más de 30 líderes religiosos de todo el mundo. «Complementariedad: es una palabra preciosa, con múltiples matices. Se puede referir a diversas situaciones en las que un elemento completa al otro o lo suple en una de sus carencias», aseguró el Papa durante el discurso que ofreció a los participantes de esta conferencia. El Pontífice dijo que los cristianos entienden esto a través de La Primera Carta de Pablo a los Corintios que dice que cada persona está dotada de diferentes dones y talentos con el fin de beneficiar a todos. «Reflexionar sobre la complementariedad no es más que meditar sobre las armonías dinámicas que están en el centro de toda la Creación. Esta es la palabra clave: armonía. El Creador hizo todas las complementariedades para que el Espíritu Santo, que es el autor de la armonía, construya esta armonía», continuó el Papa Alvaré también se refirió a la Carta a las mujeres de San Papa Juan Pablo II publicada en 1995, que dice que la complementariedad es más que biológica.

«Femineidad y masculinidad son entre sí complementarias no sólo desde el punto de vista físico y psíquico, sino ontológico. Sólo gracias a la dualidad de lo «masculino» y de lo «femenino» lo «humano» se realiza plenamente», escribió el fallecido Papa «Sin embargo, un análisis de complementariedad también saca a relucir… que una de las cosas más importantes acerca del ser humano es estar en una relación – de que tú has nacido con el fin de dar”, puntualizó la profesora Alvaré. Helen también compartió  el discurso del Papa Francisco en la Plaza de San Pedro el 15 de abril cuando dijo que tratar de eliminar estas diferencias es el problema, no la solución: «La diferencia entre hombre y mujer no es para la contraposición o la subordinación, sino para la comunión y la generación, siempre a imagen y semejanza de Dios», dijo. «La remoción de la diferencia, en efecto, es el problema no la solución”.

 

¿Quién es mejor? ¡Ambos!

Alvaré recordó que históricamente el debate sobre la complementariedad ha dado lugar a una comparación entre hombres y mujeres, donde uno ocupa el puesto más alto o mejor que el otro. “Vivimos en una cultura en la que cuando decimos que dos cosas son diferentes, empezamos a clasificarlos», dijo Alvaré . “Empezamos diciendo,  ¿Cuál es mejor? Pero lo que deben hacer los hombres y mujeres es reconocer primeramente este patrón y el mal uso de la palabra complementariedad.  La conferencista continuó diciendo que esto puede llevarse a cabo a través de «un camino para excluir este mal en el futuro. Al mismo tiempo, creo que una persona que apoya la realidad y la noción de complementariedad puede a menudo hoy en día, quizás más seguro que en cualquier momento en el pasado, explorar los beneficios que se pueden obtener a través de reconocer que hay diferencias entre los hombres y las mujeres y también hay cualidades que se superponen… » “Tal reconocimiento puede beneficiar tanto la vida laboral y como la familiar”, dijo. En lugar de poner las cualidades de los hombres y las mujeres en competencia entre sí, ella dijo que deberían ser utilizados para dar a los demás y formar relaciones. «Estamos hechos para estar en relación. Ese es un aspecto esencial para amar a Dios y conocer a Dios «, concluyó Helen Alvaré.

Traducido y adaptado del original en inglés por Carmen Elena Villa.

 

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