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lunes, enero 20, 2025
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La esperanza de la Navidad

Celebramos la temporada de Adviento con esperanza y la Navidad con gozo. En Adviento, renovamos nuestra esperanza en la segunda venida de nuestro Señor Jesucristo. Recordamos cómo María y José se prepararon y anticiparon su llegada en Navidad. También recordamos que Jesús prometió regresar. En Adviento, vemos tanto hacia atrás como hacia adelante. Reflexionamos sobre lo que logró la venida de Jesús y sacamos nuestra fuerza de ello para prepararnos para su venida final.

A medida que la Navidad nos trae alegría al celebrar el nacimiento de Jesús y disfrutar del tiempo con amigos y familiares, también reconocemos que la temporada navideña no es el Cielo. María, José y los fieles judíos de su tiempo anhelaban el esperado salvador. Esperaban al que Dios había prometido que vendría para traer paz, justicia y el Reino de Dios. Seguramente, no hubieran esperado con tanta intensidad si todo estuviera yendo bien en aquel entonces.

Estaban oprimidos por el Imperio romano, pagaban altos impuestos a sus opresores y tenían sus libertades a discreción de Roma. En lugar de vivir como el pueblo elegido de Dios, vivían bajo la autoridad de los seres humanos.

En nuestro tiempo, también vemos a nuestro alrededor y reconocemos que esto no es el Cielo. Somos bendecidos de vivir en un país que valora y protege nuestra libertad de religión, pero todos encontramos maneras de esclavizarnos al pecado y al mundo. Un recordatorio muy claro de esto para mí fue la reciente aprobación de la Enmienda 79, que creó un supuesto “derecho al aborto” en la Constitución de Colorado. Sigo triste y decepcionado por este resultado, y continuaré abogando por los no nacidos y las madres que quedan embarazadas y han perdido la esperanza. También reconozco que, para que el Reino de los Cielos se construya aquí, el único camino a seguir es la conversión de más corazones a nuestro Señor Jesucristo.

Ante esto y todas las demás tragedias, somos invitados a renovar nuestra esperanza e inspirar a otros a poner su esperanza en Jesucristo durante el Adviento y la Navidad. Dios Padre solo tiene una respuesta para la caída de Adán y Eva: Jesucristo. En nuestro mundo quebrantado y dividido, solo queda una respuesta para nuestro dolor: Jesucristo.

Te invito a que tomes unos minutos en silencio esta temporada y te preguntes, “¿Qué es lo que anhelo?” “¿Qué me angustia realmente?” Pídele al Señor que te lo revele. Cuando la respuesta sea clara, pídele al Señor, “¿Cómo puedo encontrar alivio de lo que me angustia y encontrar cumplimiento para mi anhelo en Cristo?” Saber la respuesta te dará dirección y moverá tu corazón hacia la esperanza.

En la Nochebuena de este año, la Iglesia comenzará un Año Jubilar de la Esperanza. Los años jubilares son tiempos de gracia increíble para reconciliar nuestras vidas con Dios y empezar de nuevo, sin importar nuestras circunstancias. Mientras sigues a Jesús, te animo a elevar una oración a Dios durante este Año Jubilar y pedirle que te muestre su gran amor y te llene de esperanza para que, permaneciendo en relación con la Santísima Trinidad, tu esperanza en Jesús pueda crecer, tu confianza en él pueda aumentar, y podrás entregarle aun más de tu vida a su plan. También te invito a orar en reparación por tus pecados, los pecados de la Iglesia y los pecados de todos los que viven en la arquidiócesis de Denver.

Preparémonos para la Navidad y el Año Jubilar de la Esperanza arrepintiéndonos y renovando nuestra esperanza en Jesús. Él es el único capaz de cumplir nuestros deseos, y él anhela que te acerques a él. Que Dios bendiga abundantemente a ti y a tu familia en esta temporada. El niño Jesús viene; que lo recibamos con cora- zones y brazos abiertos.

Arzobispo Samuel J. Aquila
Arzobispo Samuel J. Aquila
Mons. Samuel J. Aquila es el octavo obispo de Denver y el quinto arzobispo. Su lema es "Haced lo que él les diga" (Jn 2,5).
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