Por: Clemente Carballo
“La Fiesta de la Misericordia” fue el tema con el que inicio el XIII Congreso Arquidiocesano de la Renovación Carismática. El Encuentro, que estuvo a cargo de la oficina del Ministerio Hispano y el Centro San Juan Diego, se realizó los días 18 y 19 de junio y comenzó con una misa presidida por el Arzobispo de Denver Samuel J. Aquila y contó con la presencia de casi dos mil quinientos asistentes.
“Este congreso es para reflexionar y conocer más a Dios y a Jesús a través del Espíritu Santo. Nadie es perfecto. Por eso tenemos que crecer en el amor y la fe”, dijo el Arzobispo en su homilía en español. Luego dijo que en este convulsionado mundo en que vivimos la Iglesia confía en sus fieles y nos invita a no dejarnos engañar por los ídolos de este tiempo. Tenemos que ser valientes y generosos y aprender a ser misericordiosos. Dios entregó a su hijo. La Buena Nueva y el amor de Dios es más grande que el mal porque la misericordia de Dios es más fuerte. Y concluyó: “Confíen siempre en Dios porque junto con la virgen de Guadalupe nos invita a confiar en su Hijo Jesús”.
La animación del Congreso Carismático estuvo a cargo de los grupos musicales Canarios de Jesús y Soldados de Cristo, a quienes los asistentes acompañaban con cantos y bailes, manifestando su gozo al Espíritu Santo.
El momento de la predicación y alabanza estuvo a cargo de diferentes conferencistas, cada uno presentando temas que llevan a la reflexión y al encuentro con Dios.
Conferencistas
El Padre Mariano de Blas, sacerdote Legionario de Cristo, nacido en Ávila España, habló sobre María Madre de la Misericordia. En su conferencia resaltó que de la Virgen María escuchamos solo que es nuestra madre, pero no la tomamos como nuestra verdadera madre: “Jesús nos la entregó y por esa razón ella nos ama más que nuestra propia madre. Aprendamos a valorar el amor de la Virgen, entendamos su significado y tomémoslo muy en serio”, exhortó.
El predicador, cantante y compositor católico Raúl Navarro, Jr. amenizó con el gran manejo del escenario a través de sus composiciones musicales, la predicación y la oración de liberación y sanación interior: “Cuando cantamos, abrimos el corazón, una fiesta es felicidad y hay gozo, que mejor celebrarla con Dios. Recuerden siempre: los Católicos no vivimos por imaginación sino por fe”, dijo.
Los Participantes opinaron
Álvaro González García, originario de Guatemala, feligrés de la Parroquia de Saint Henlen en Fort Morgan y asistente al Congreso Carismático por sexto año consecutivo, dijo que a él Dios lo invitó a su fiesta y es donde aprende más sobre quien es Dios. Para él la Misa fue lo más importante.
Por su parte Alejandro Ramos, de Aguascalientes, México y de la parroquia Queen of Peace nos comentó que en estos congresos se experimentan muchos milagros a través de las sanaciones que se hacen por medio de la oración. “Hace dos años vinieron unos padres a traernos a su hijo de 16 años que le habían diagnosticado cáncer terminal y le daban pocos meses de vida. Oramos por él y sentí una sanación hermosa. Al año siguiente regresaron con su hijo para agradecernos y comentarnos que los doctores les habían dicho que los tumores habían desaparecido y que su hijo no tenía nada.”
Agregó además que incluso la gente que no cree en Dios y que ha caído en vicios o enfermedades encuentra paz y sanación. Eso lo ha vivido en los diez y seis años que ha asistido al Congreso Carismático.
La Madre de Familia Gabriela Escobedo, sirve en el ministerio de los niños y pertenece a la Parroquia de Holy Cross en Thornton. Para ella ver tantos rostros gozosos inspirados por el Espíritu Santo y ver la emoción de sus hijos le motiva a venir a este Congreso.
Le llena de alegría como los conferencistas comparten su fe a través de sus testimonios y como Dios ayuda a los asistentes a transformar sus vidas. Entre los temas que más llaman su atención fueron los que hablan de la familia: “Es importante tener una familia unida para estar bien con los hijos. Dios quiere que crezcamos en la unión familiar. Además, escuchamos temas maravillosos que nos hablan del amor de Dios y el perdón de Dios en un ambiente increíble”, finalizó.
A este evento también estuvieron invitados el predicador Andrés Arango y el cantante y conferencista Ambiorix Padilla.
Los menores de edad y los jóvenes también tuvieron la oportunidad de participar en diferentes actividades, durante los dos días del congreso, en los que la alegría del Evangelio y el amor de Dios llenaron los corazones de los 2.500 asistentes.
