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viernes, abril 19, 2024
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La oración no es una transacción financiera

Es Cuaresma. Lo que quiere decir que es tiempo para intensificar nuestra oración. Como buenos católicos, sabemos que debemos rezar, sin embargo, a veces ocurre que no oramos. Y claro, podemos decir un Ave María cuando escuchamos una mala noticia, o podemos alabar a Dios cuando vemos un hermoso amanecer, pero ¿estamos desarrollando hábitos de oración maduros y consistentes?

El equipo de Denver Catholic presenta algunas razones comunes por las cuales no oramos como quisiéramos, y consultamos al padre Scott Bailey, secretario del arzobispo Samuel Aquila, para pedirle un consejo sobre cómo ir más allá de las excusas y orar de verdad.

 Denver Catholic: Simplemente no tenemos la idea completa de la importancia de la oración, y de por qué debemos orar.

Father Bailey: Dios no necesita de nuestras oraciones ¡Somos nosotros quienes lo necesitamos a
Él! La vida cristiana consiste en tener una relación con la Santa Trinidad y con nuestros hermanos en Cristo. Y no se puede tener una relación si no hay una conversación o si no hay tiempo de calidad juntos. De eso se trata la oración.

Denver Catholic: No Podemos quedarnos quietos, eso es aburrido.

Father Bailey: Con nuestras vidas aceleradas, es difícil detenernos y tener un tiempo para la oración. Incluso si paramos, es difícil estar concentrados y quedarnos quietos.

Si estás tratando de rezar y no puedes parar de pensar en algo que sucedió en el trabajo, o una conversación que necesitas tener mañana, haz una lista de asuntos pendientes y llévasela a Dios. Cuéntale sobre aquello que tienes en tu mente y Él lo sacará de tu cabeza. Pídele ayuda con estas cosas y dale gracias por las bendiciones recibidas.

Confieso que a veces mientras rezo, encuentro que de repente tengo algo importante que hacer durante el día. He descubierto que algo que me puede ayudar es traer un pedazo de papel durante mi tiempo de oración y así puedo escribir lo que necesito hacer y entonces después lo resuelvo.

Si sentarte quieto es un desafío para ti, entonces no te sientes a orar. Párate, pasea por la habitación, anda a caminar y ora mientras manejes. No tenemos que sentarnos para hablar con Dios.

Denver Catholic: Pero a veces no sabemos cómo. Buscamos un consejo de la Madre Teresa y de Santa Teresa de Ávila y no nos sirve. Tratamos de buscar a Jesús y no encontramos nada.

Father Bailey: ¡Es sencillo! Empieza recordando que estás en la presencia de Dios. Luego toma algunos minutos para agradecerle por las abundantes bendiciones en tu vida. Abre uno de los evangelios o cartas de San Pablo y lee hasta encuentres alguna frase que sea un punto de consuelo.

Dile al Señor lo que hay en tu corazón. Tus pensamientos, emociones, preocupaciones, frustraciones, decepciones, preguntas etc. Dale la oportunidad de que responda. Oblígate a estar en silencio y descansa con Él, sabiendo que Él está contigo siempre y que te ama ¡Finaliza con una oración de gratitud!

Denver Catholic: No ocurre nada… es una pérdida de tiempo

Father Bailey: ¡El Dios viviente nunca está haciendo nada! Estar con Dios en la oración es como estar acostados bajo el sol – estamos absorbiendo los rayos ya sea que lo sepamos o no. Y si tomamos suficiente sol, nos bronceamos. Lo mismo ocurre con Dios – cuando pasamos tiempo con Él en oración, su amor nos recarga y nos hace más como Él.

Denver Catholic: No funciona

Father Bailey: Tenemos que tener cuidado de no tratar la oración como una transacción financiera, como si hacer algo en oración nos ganara lo que queremos. El Señor quiere preguntarnos por aquello que está en nuestro corazón. ¡Y quiere que seamos persistentes en esto!

Pero si el Señor no responde nuestras oraciones de la manera como quisiéramos, nos debe descansar la certeza de que Él es nuestro padre amoroso y que quiere lo mejor para nosotros. Él no nos da una piedra si le pedimos un pan. Debemos confiar en su providencia y en sus cuidados paternales.

Aaron Lambert
Aaron Lambert
Aaron Lambert es el editor de Denver Catholic, el medio oficial en inglés de la arquidiócesis de Denver.
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