Por Lynn Grandon*
Después de haber trabajado frente a dos centros principales de aborto, he observado cómo muchas mujeres lidian con la difícil decisión de seguir adelante con el embarazo o abortar. He tenido la suerte de presenciar cómo muchas toman la valiente decisión de continuar con su embarazo, a menudo porque alguien se tomó el tiempo de explicarles el desarrollo humano y brindarles recursos e información honesta sobre cómo se realizan los abortos. En cada ocasión, también alentamos a las madres más jóvenes a conversar con sus padres sobre el tema para apoyarse en ellos, tal como lo han hecho durante toda su vida.
Ahora que el gobernador de Colorado, Jared Polis, considera aprobar la propuesta de ley de igualdad de salud reproductiva HB 1279 (RHEA por sus siglas en ingles), debe tener en cuenta que este proyecto de ley extremo convertiría a Colorado en el estado más radical del país con respecto al aborto. Y se ha comprobado que el aborto es una decisión que afecta a las mujeres de muchas maneras negativas, a pesar de que los patrocinadores del proyecto de ley y la poderosa industria del aborto ignoran estas consecuencias.
En cambio, tengamos en cuenta los servicios integrales y de vida de la clínica Marisol, una clínica que ofrece una gama completa de servicios de apoyo médico, social, material y emocional para mujeres y familias en el norte de Colorado. Ahí atendemos no solo a la madre y al bebé durante el embarazo, sino durante muchos años más. Realmente existe una mejor solución, y está disponible.
Sin embargo, en medio del polémico debate sobre el proyecto de ley HB 1279, hay un tema en particular que debemos analizar detenidamente: el aviso a los padres de familia. En el 2003, la legislatura estatal promulgó un requisito que exigía que los padres recibieran un aviso por escrito dentro de las 48 horas posteriores a la solicitud de aborto de un menor de edad. Cabe destacar que el requisito exigía solamente una notificación a los padres, y no su aprobación.
El proyecto de ley HB 1279 es tan amplio y tiene tal alcance que el requisito de notificación a los padres podría eliminarse por “interferir” con el “derecho fundamental” de una persona al aborto, según el texto del proyecto de ley. Las mismos adolescentes que requieren del permiso de los padres para recibir un analgésico en la mayoría de las escuelas públicas ahora podrían tener un aborto sin que los padres lo sepan.
Las jóvenes embarazadas, que pueden experimentar presiones externas para abortar por parte de sus compañeros, familiares, novios, profesionales médicos o consejeros, a menudo toman la decisión debido a que creen que no tienen otra alternativa o a su falta de conocimiento. Al negar el apoyo de los padres, ¿están las personas que apoyan los abortos de adolescentes actuando en el mejor interés de las jóvenes?
Al principio de mi carrera, trabajé con un ginecólogo obstetra que asesoró a una madre que había recibido una llamada de una sala de emergencias local. Solicitaban su permiso para realizar una cirugía de emergencia a su hija, cuyo útero e intestino adyacente habían sido perforados por un abortista. Se requería hacer cirugía para reparar ambos de inmediato. La madre pensaba que su hija estaba en la escuela, pero una enfermera de la escuela había llevado a la joven a realizarse un aborto sin el consentimiento de los padres. Dios no permita que esto les suceda a nuestras hijas aquí en Colorado.
A medida que el gobernador Jared Polis se prepara para aprobar el proyecto de ley HB 1279, le pido que envíe este proyecto de ley de gran alcance al Senado y se asegure de que la notificación a los padres esté claramente protegida en el texto del proyecto de ley. Los padres tienen derecho a saber, y los menores necesitan la ayuda de sus padres.
*Lynn Grandon es la directora de programas de Respect Life Denver y testificó en contra del proyecto de ley HB 1279. Respect Life Denver es un ministerio de Caridades Católicas de Denver.
