El 30 de diciembre, un incendio forestal se extendió rápidamente por las poblaciones de Louisville y Superior, Colorado, en el condado de Boulder, arrasando con más de 600 casas, en lo que ahora se considera el incendio forestal más destructivo en la historia del estado. El arzobispo de Denver, Mons. Samuel J. Aquila, ha emitido la siguiente declaración, en la que pide oraciones por los damnificados y anuncia la apertura de un fondo de ayuda.
Los incendios que se desataron de manera repentina el día de ayer y se expandieron a más de 6000 acres en las poblaciones de Superior y Louisville al noreste del área metropolitana de Denver han dejado a todos consternados. Cientos de personas, entre ellos feligreses de las parroquias de St. Louis, Immaculate Conception y Sacred Heart of Mary han perdido sus hogares y necesitan de nuestra ayuda.
Para las personas afectadas por los incendios, me gustaría recordar a José y María, que tuvieron que huir a Egipto poco después del nacimiento de Jesús. La Sagrada Familia está cerca de ustedes y comprende su aflicción y la pérdida que están sintiendo. Ustedes están en mis oraciones y en las oraciones de todos los fieles de la arquidiócesis. Sepan que estoy pidiendo a todas las parroquias y entidades arquidiocesanas que ayuden en la medida de lo posible, sobre todo a proveer alojamiento para las personas que han sido desplazadas, abrir bancos de alimentos e involucrar a los Caballeros de Colón para obtener voluntarios.
Conforme nos acercamos a la liturgia del próximo domingo, también pido a todos los católicos que recen durante la oración de los fieles por todas las personas que han sido afectadas y que consideren hacer un donativo a una colecta especial que será recaudada durante las Misas del 8 y 9 de enero. El dinero recaudado mediante esta colecta se depositarán en un fondo especial que será distribuido a través de las parroquias en la región afectada. Gracias a la generosidad de los fieles que contribuyeron a la Colecta Anual del Arzobispo este año, la arquidiócesis contribuirá con $250 000 a dicho fondo.
Aunque aún es demasiado pronto para comprender la dimensión de los daños, sabemos que al menos dos parroquias de la arquidiócesis han tenido que evacuar: St. Louis en Luisville y Sacred Heart of Mary en Boulder. Estamos agradecidos de que, al parecer, no ha habido muertes a causa del incendio, un testamento a la diligencia de los equipos de emergencia ante el incendio y las amenazas al bienestar de las personas y su propiedad.
Que Dios siga protegiendo a los equipos de emergencia mientras combaten los incendios y que conceda consuelo a todos los damnificados.
