Por el diácono Mark Nestorick
Gerente de extensión
Servicios Funerarios y Cementerios Católicos de la arquidiócesis de Denver (CFCS, por sus siglas en inglés)
Falleció mi abuelo cuando yo todavía era niño. Era bombero y murió en cumplimiento de su deber.
Recuerdo haber ido a la vigilia e inclinarme sobre el ataúd. No sabía lo que debería hacer, y un miembro de mi familia me susurró al oído, diciéndome que me despidiera y le pidiera a Dios que le bendijera “para un viaje seguro a Dios”.
Aunque este miembro de mi familia no se dio cuenta, ella resumió en ese breve susurro la importancia de la vigilia funeral en el ritual de exequias cristianas.
La vigilia funeral es una oportunidad para que la familia se reúna para rezar como comunidad por el fallecido a través de la oración intercesora, recordar a su ser querido y compartir historias y elogios.
La vigilia, que se lleva a cabo antes de la liturgia funeral (la Misa), es la primera oportunidad para que la familia y amigos se reúnan en oración comunal y para recordar a su ser querido. La Iglesia recomienda que la vigilia ocurra “mucho antes” de la Misa del funeral, lo cual quiere decir por lo menos la noche antes de la liturgia o a lo largo de varios días.
Con frecuencia, la vigilia es un momento para la oración intercesora. El rezo del rosario es una parte tan tradicional de la vigilia que los dos muchas veces se mezclan y se refieren a la vigilia como “el rosario”.
El rezo del rosario es una de las formas más comunes de oración intercesora a la Santísima Virgen. Con cada Ave Maria, le pedimos a María que rece por nosotros ahora y en la hora de nuestra muerte, y que interceda por nuestro ser querido difunto. Aunque se puede rezar el rosario en vez de tener una vigilia, hay beneficios de tener una vigilia junto con el rezo del rosario.
Todo esto ocurre en el velorio, durante el cual la familia se reúne en apoyo mutuo para despedirse de su ser querido fallecido. Puede haber un ataúd abierto o cerrado, o los restos cremados pueden estar presentes para que la familia pueda rezar antes, pidiendo la bendición de Dios, tal como me motivó mi familiar en la vigilia de mi abuelo. Aunque el velorio puede durar varias horas, la vigilia es un tiempo formal de oración que normalmente ocurre durante el velorio.
Desafortunadamente, varios están optando por dejar la vigilia o tener la vigilia inmediatamente antes de la Misa. Muchas veces se hace esto para que más gente pueda asistir.
Si bien es comprensible, hay varios beneficios de tener la vigilia por lo menos la noche antes de la liturgia funeral. Permite que la familia empiece su proceso de duelo antes de la liturgia, proporcionando beneficios espirituales y psicológicos.
Siempre cuando sea posible, debemos aprender de los siglos de experiencia de nuestra Iglesia y celebrar la vigilia la noche antes de la liturgia. Esta vigilia es una parte clave del ritual de exequias cristianas y ofrece la oportunidad de llenar el vacío de la pérdida con fe.