El 5 de marzo, el Arzobispo Samuel J. Aquila evocará la marcha de Jericó realizada por Josué y el ejército israelita., por medio de una procesión eucarística alrededor de Planned Parenthood en Stapleton e irá alrededor de la instalación siete veces.
El Arzobispo Aquila tiene la intención de que la marcha sea una protesta pacífica, misericordiosa y piadosa en contra de las acciones de Planned Parenthood. No habrá discusiones ni gritos, solo testigos del amor y la misericordia de Dios quienes oran constantemente.
Para poder entender el por qué el Arzobispo Aquila está liderando esta procesión de esta manera, es bueno conocer la historia de Jericó como está escrita en el Libro de Josué.
Josué se convirtió en el líder de los israelitas después de que Moisés murió y el lideró la peregrinación a la tierra prometida. Jericó era una ciudad localizada en la parte oriental de la Tierra Prometida, pero Dios decretó que la ciudad no iba a ser parte de su territorio, pues se había convertido al paganismo y daba culto a dioses falsos.
Jericó estaba rodeada de muros gruesos de seis pulgadas y de 26 pies de altura, y estaba encima de un terraplén de 46 pies. La destrucción de la misma parecía muy poco probable, pero Dios, como siempre lo suele hacer, tenía planes más grandes.
Él les ordenó a Josué y a los hijos de Israel que marchasen alrededor de los muros de Jericó una vez al día durante seis días, llevando el Arca de la Alianza con ellos. El Señor tuvo cuidado de instruirlos; «Y Josué mandó al pueblo, diciendo: Vosotros no gritaréis, ni se oirá vuestra voz, ni saldrá palabra de vuestra boca, hasta el día que yo os diga: Gritad; entonces gritaréis». (Josué 6, 10). El único sonido que iban a hacer era el de las trompetas hechas de cuernos de carneros, los que estaban en la parte posterior de la marcha las tocarían mientras marchaban.
Luego, en el séptimo día, tenían que marchar alrededor de las paredes siete veces y en la última vuelta, Dios les ordenó gritar con todas sus fuerzas, lo que indicó que Jericó ahora pertenecía a Dios y a su pueblo. Los muros de Jericó se desplomaron sobre sí mismos y Josué y su ejército saquearon la ciudad.
Derek Barr, instructor del primer año de la Escuela Bíblica Católica de Denver, señala que a pesar de la evocación de Jericó en la procesión, el Arzobispo Aquila está liderando la lucha de una diferente a la batalla de Josué.
«Nuestra batalla de hoy está diseñada para nosotros por el apóstol Pablo en Efesios 6, 12,» dijo Barr. «Nos dice que no hemos de luchar contra la carne y la sangre, pero nuestra batalla es una batalla espiritual contra los demonios, los que traen la muerte, lesiones y engaños a los seres humanos a través de medios espirituales.
«[El Arzobispo Aquila] está haciendo por nuestro Capitán Jesús, lo que hizo el Sumo Sacerdote levítico por su capitán Josué, él nos conduce en la acción de orar para derribar los muros espirituales del pecado del aborto, que está trayendo la muerte, lesiones y sufrimiento a millones de mujeres, hombres, niñas y niños» dijo él. «Jericó fue la primera de muchas batallas que tuvieron a los Hijos de Israel para poseer la tierra prometida y esta es una de las muchas batallas que llevarán a la derrota de las fuerzas espirituales detrás de aborto.»
Para obtener más información y para confirmar su asistencia a la procesión eucarística alrededor de Planned Parenthood el 5 de marzo, visite archden.org/march5.
