Un nuevo centro de salud para la mujer fue inaugurado en Colorado el pasado 9 de diciembre. La clínica se llama Bella, busca ayudar a mujeres, reconociendo el valor y dignidad de la misma, y ofreciendo servicios relacionados con temas de fertilidad, ginecología, obstetricia y menopausia.
La apertura de este nuevo centro contó con la presencia del Arzobispo de Denver, Monseñor Samuel Aquila, quien bendijo el nuevo local, así como un numeroso grupo de visitantes que llegaron a la celebración. Entre ellas, varias de las mujeres que ya están registradas como clientes, entre las más de cien citas que tenían al día de la inauguración.
El doctor Steve Hickner, ginecólogo y obstetra de la Universidad de Michigan es el director de Bella, que se mudó a Denver para iniciar este proyecto y liderar al equipo de profesionales en la salud, capacitados para brindar los mejores cuidados a la mujer.
Pero, ¿qué es lo que hace la diferencia entre Bella y otros centros de salud para la mujer?
“Creemos que es posible proporcionar a las mujeres una buena atención de salud, que en cooperación con su propio cuerpo, la ayudará a retornar a su estado de salud original”, comenta Dede Chism, cofundadora de este centro de salud, en entrevista con El Pueblo Católico. “Esto se puede lograr a través de tratamientos científicamente desarrollados y también por medio de cirugías mínimamente invasivas, que buscan encontrar la raíz del problema para corregirlo”, comenta Chism, enfermera perinatal autorizada a expender recetas médicas.
“Una vez que el problema está identificado, le ofrecemos un tratamiento y en la mayoría de los casos, éste le proporciona a la mujer un mayor bienestar”, anota Chism, parroquiana de Holy Name, en Englewood.
Por ejemplo, para una pareja que quiera evitar o posponer un embarazo, los especialistas de Bella comienzan este proceso de regulación de la natalidad a través del monitoreo de los biomarcadores comunes y buscan que la mujer conozca mejor su cuerpo. “Éste produce un método muy consistente y fiable, sin usar métodos artificiales de control de natalidad, que pueden traer altos riesgos”, asegura la cofundadora de Bella.
Por su parte, para aquellas mujeres que presentan problemas de infertilidad, Bella utiliza el método de la Naprotecnologia, el cual permite conocer mejor su cuerpo y descubrir cuáles son los factores que están impidiendo el embarazo. “Trabajamos para remover estas barreras y devolver al cuerpo su salud original”, afirma Chism.
Así, una mujer puede lograr concebir sin someterse a costosos y riesgosos tratamientos como la inseminación artificial o la fecundación in vitro, que manipulan óvulos y espermatozoides y, en muchos casos, destruyen embriones.
Bella ve siempre el embarazo como una bendición y ofrece a las mujeres en este estado, cuidados prenatales, transporte al hospital cuando vayan a dar a luz y también atención post parto.
Con una aproximación reverente y respetuosa de la salud femenina, Bella tiene clara su misión: Acoger la dignidad de toda mujer, promoviendo una mejor salud y bienestar con una visión natural y científica, con un sincero cuidado hacia la vida y de acuerdo con las enseñanzas de la Iglesia Católica.
Bella cuenta con una capilla que lleva el nombre de Santa Gianna Vereta Molla, en memoria de esta mujer italiana que dio la vida por el hijo que llevaba en su vientre. Pese a su orientación religiosa, este centro de salud acoge a mujeres de cualquier credo, que estén convencidas de que merecen una aproximación reverente y personalizada en el tema de su salud.
Para mayor información comunicarse al teléfono 303.789.4968 o visite Bella en 180 E. Hampden Ave., Englewood.
