Los muchos grupos de voluntarios y apostolados presentes aquí en la arquidiócesis de Denver se conocen como movimientos eclesiales laicales. Existen por acuerdo privado. Es decir, se han formado libremente con la intención de alcanzar los objetivos mencionados en el Código de Derecho Canónico: “buscar una vida más perfecta, promover el culto público, o la doctrina cristiana, o realizar otras actividades de apostolado, a saber, iniciativas para la evangelización, el ejercicio de obras de piedad o de caridad y la animación con espíritu cristiano del orden temporal” (canon 298§1, cf. canon 299§1).
Son grupos diversos que, al responder al llamado del Señor, realizan actividades educativas orientadas a la misión. Los impulsa el amor a Jesucristo, la apertura a los dones del Espíritu Santo y el deseo de evangelizar, confesando y viviendo nuestra fe católica en plena comunión con la Iglesia y reconociendo y respetando el carisma de cada uno con caridad mutua, alegría y paz.
«Su presencia es alentadora porque muestra que esta primavera avanza y revela la frescura de la experiencia cristiana basada en el encuentro personal con Cristo», dijo san Juan Pablo II sobre los movimientos durante el primer Congreso Mundial de Movimientos Eclesiales de 1998.
El trabajo y compromiso de los movimientos es una gracia del Espíritu Santo en la universalidad y diversidad de la Iglesia, tan rica en carismas y espiritualidades que contribuyen al bien común del Cuerpo de Cristo. Estos movimientos sirven al Señor sin intereses personales, guiados por el solo deseo de evangelizar. Comparten el evangelio de la gracia con cada persona bautizada en las parroquias donde están presentes, así como en sus trabajos, familias y en la sociedad.
Su dedicación es visible por el celo, la pasión y el valiente testimonio del evangelio durante las reuniones de oración semanales, pequeñas comunidades, retiros y actividades donde las personas son evangelizadas y capacitadas para vivir una fe más profunda y comprometida. De esta manera, los movimientos impulsan a los fieles a dejar de ser solo católicos dominicales para convertirse en discípulos misioneros comprometidos y enamorados de Jesús en la Eucaristía, que es fuente y culmen de la vida cristiana.
Doy gracias a Dios por el regalo de todos los movimientos eclesiales laicales en nuestra arquidiócesis. Cada uno de ellos, con su propio carisma y espiritualidad, trabaja arduamente para expandir el reino de Dios aquí en la arquidiócesis de Denver. Agradezco a nuestros obispos, sacerdotes y diáconos permanentes por la apertura y el apoyo pastoral con que han recibido a estos movimientos. Ustedes son pastores del pueblo santo de Dios; los movimientos solo somos servidores y colaboradores que por amor a Jesucristo y a la Iglesia damos la vida diariamente con la esperanza puesta en Cristo.
Quiero invitar a todos los católicos que deseen conocer más sobre estos movimientos y crecer en su fe a que aprendan más sobre ellos. La página web de la arquidiócesis de Denver tiene una lista que describe cada movimiento hispano local. Haz clic AQUÍ para visitar la página.
Lista de movimientos eclesiales laicales hispanos presentes en la arquidiócesis de Denver:
- Movimiento Renovación Carismática Católica
- Movimiento Familiar Cristiano Católico
- Movimiento Encuentro Matrimonial Mundial
- Movimiento Prevención y Rescate
- Movimiento Adoración Nocturna
- Movimiento Apóstoles de la Palabra
- Movimiento Cursillos de Cristiandad
- Movimiento Escuela de la Cruz
- Movimiento Kairós
- Movimiento María, Reina de los Corazones