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miércoles, abril 24, 2024
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Subvenciones ayudan a restaurar histórica iglesia de San José en Denver

Deterioro del edificio de 134 años estaba comprometiendo el monumento gótico

Por Roxanne King

Desde 1888, la fachada gótica victoriana de ladrillo rojo de parroquia de San José en Denver ha sido un lugar emblemático en la esquina de la avenida 6 y la calle Galápago. Debido a su importante arquitectura, el papel educativo que desempeñó durante más de un siglo y su misión espiritual y social en curso, la iglesia está en la lista del Registro Nacional de Lugares Históricos (National Register of Historic Places, en inglés).

El nombramiento, otorgado en el año 1982, ayudó recientemente a la parroquia de clase trabajadora a obtener dos subvenciones del Fondo Histórico del Estado de History Colorado para realizar reparaciones cruciales que permitan preservar y restaurar el exterior de esta joya arquitectónica. En agradecimiento, el pasado 9 de abril la parroquia dio una charla impartida por expertos que compartieron cómo se utilizan los fondos, ofrecieron consejos sobre cómo cuidar edificios antiguos y explicaron los beneficios de la preservación.

“La preservación cuenta historias, protege la arquitectura, inspira la creatividad, promueve la reutilización y hace que nuestras comunidades sean únicas”, dijo Shannon Stage, coordinadora de preservación de Historic Denver Inc., a las personas que se reunieron en el gimnasio de la parroquia. “Asegura que los lugares y las historias de nuestro pasado sigan siendo parte de nuestro futuro”.

Esta es la elevación sur donde se realizó la mayor parte del trabajo de subvención. Los desagües y la mampostería estaban a lo largo de esta altura. Los tragaluces orientada al sur también es visible. (Cortesía: St. Joseph Church)

El deterioro significativo de la iglesia de San José, que tiene más de 134 años de antigüedad, estaba poniendo en riesgo el edificio, según explicó el arquitecto Jim Paull, director ejecutivo de JP Architecture PC, y asesor de la iglesia. El exterior de la iglesia cuenta con dos torres cuadradas y vitrales ojivales. Hermosos vitrales de finales de 1800 adornan el interior, que muestra una cúpula llena de luz coronada por tres vitrales en forma de triángulo que representan la ascensión. En el 2019, se descubrió que los tragaluces exteriores destinados a proteger las vidrieras con representaciones de la ascensión tenían fugas de agua. Las fugas estaban causando que las vidrieras se torcieran y permitían que el agua goteara en el santuario.

“Los tragaluces estaban a punto de colapsar”, dijo Jim. “La masilla no iba a durar otro año”

Afortunadamente, en el 2020 una subvención del Fondo Histórico del Estado de $50,000 llegó al rescate, lo que le permitió a la parroquia reemplazar los tragaluces. La subvención también se usó para reparar desagües exteriores, así como la mampostería y cantería. (En edificios religiosos, las subvenciones del Fondo Histórico del Estado generalmente se limitan a reparaciones exteriores).

Se reemplazó uno de los tres tragaluces. La foto ANTES (izquierda) muestra una masilla excesiva entre los paneles, la foto DESPUÉS (derecha) muestra solo un separador de metal. La foto ANTES (izquierda) muestra rejillas de ventilación visibles feas, la foto DESPUÉS (derecha) tiene cinta de ventilación invisible dentro. La foto ANTES (izquierda) muestra un daño significativo en el plexiglás, la foto DESPUÉS (derecha) muestra la nueva superficie de vidrio para proteger del clima. (Cortesía: St. Joseph Church)
Estas fotos muestran el daño al mortero debajo de las líneas del desagüe que se reparó después de revestirlas. (Cortesía: St. Joseph Church)

De acuerdo con los administradores, la comunidad de la parroquia, que es 90 por ciento hispana y de escasos a medios recursos, también contribuyó de manera monetaria para reparar marcos de madera deteriorados en 28 vitrales religiosos que no pudieron ser financiados por el estado.

El pasado mes de diciembre se otorgó una segunda subvención del Fondo Histórico del Estado por un monto de $229,211, la cual se está utilizando para reparar daños graves en las dos torres del edificio de la iglesia.

“El daño en las torres no era muy visible hasta que ocurrió una crisis a causa de fuertes vientos (en enero del 2021)”, dijo el obispo Jorge Rodríguez, párroco San José desde julio del 2021, al El Pueblo Católico. “Un gran trozo de hoja de metal cayó a la acera y casi arrancó por completo otro trozo de metal que amenazaba con caerse. Afortunadamente, nadie resultó herido… pero la pieza colgante seguía siendo un peligro para los peatones que ingresaban a la iglesia directamente debajo de ella».

La parroquia pagó para que se retirara la pieza rota y posteriormente se dieron cuenta de que la infiltración de agua había provocado que la madera de las torres se pudriera y que las telas metálicas se oxidaran. Además, las torres estaban llenas de desechos de palomas.

“El primer paso es limpiar el agua y los desechos de las palomas para cerrarles el acceso”, dijo MaryAnne Hand, coordinadora de subvenciones de la parroquia. “Luego, al final del verano, se reconstruirán las áreas dañadas de las torres. Las reparaciones serán a prueba de óxido y según el modelo histórico”.

Mantener la naturaleza histórica de un edificio realza su valor, así como su belleza, dijeron los expertos en la reunión del 9 de abril. Shannon agregó que los propietarios de viviendas y negocios deben ser conscientes de que la preservación puede ofrecer beneficios económicos en forma de créditos fiscales por los costos de restauración de edificios con nombramientos históricos nacionales, estatales o locales. (Solo las organizaciones sin fines de lucro son elegibles para las subvenciones del Fondo Histórico del Estado).

Kara Hahn, planificadora principal de Denver Landmark Preservation, compartió criterios comunes sobre lo que hace que un sitio sea histórico, ya sea que busque un nombramiento nacional, estatal o local.

«¿(El sitio) está asociado con eventos o tendencias históricas, o con una persona importante?», recalcó. «¿O acaso incorpora materiales distintivos o un estilo de arquitectura distintiva?»

Estas fotos muestran la piedra sobre la entrada sur de la iglesia en la calle Galápago. La foto ANTES (I) muestra grietas en el lado de la piedra que se extiende completamente de atrás hacia adelante. La foto DESPUÉS (D) muestra la reconstrucción sin grietas. (Cortesía: St. Joseph Church)

La arquitecta de preservación Melanie Short, gerente principal de proyectos de la ciudad y el condado de Denver, ofreció consejos de preservación. Compartió que, en el 2001, se quitó la pintura del exterior de ladrillo de la iglesia de San José como una medida de conservación.

“No se debe pintar el ladrillo. Cambia la forma en que la pared de ladrillo respira y vive, y atrapa la humedad detrás de ella”, explicó.

Sin embargo, Melanie dijo que la pintura si protege la madera natural. Y si un edificio tiene ventanas con marcos de madera, instó a restaurarlos en lugar de reemplazarlos con marcos hechos de materiales que, una vez dañados, deberán reemplazarse nuevamente, afirmando que «Una ventana de madera se puede reparar casi repetidamente… durante cientos de años».

La preservación histórica es una labor de amor, dijo Jim. “Vale la pena conservar la arquitectura que tenemos en nuestros vecindarios”.

Kara agregó que ser el destinatario de generosas subvenciones estatales, así como buenos consejos de expertos en conservación, fue lo que impulsó a la parroquia de San José a compartir la experiencia de la que se ha beneficiado.

“La parroquia es muy bendecida de contar con el apoyo del Fondo Histórico del Estado, que llegó en un momento muy crítico”, afirmó Mons. Jorge Rodríguez.

“Ha sido un milagro”, concluyó MaryAnne.

 

Este artículo ha sido traducido al español por el equipo de El Pueblo Católico.

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