María vivió una vida tranquila en Nazaret con José y Jesús, aceptando la voluntad de Dios, encargada de las labores diarias del hogar como esposa y como madre. Ella es bendita entre todas las mujeres, pero en su vida era tranquila y silenciosa.
Sagradas Escrituras: Lucas 1,39-56 (La Visitación)
Oración: La Magnifica
Cita: “No se atribuye nada a sus méritos, sino que toda su grandeza la refiere a la libre donación de aquel que es por esencia poderoso y grande, y que tiene por norma levantar a sus fieles de su pequeñez y debilidad para hacerlos grandes y Fuertes”. San Beda el Venerable
