Por: Martha Fernandez-Sardina
Millones de personas en todo el mundo por siglos y siglos han creído y defendido el derecho natural de todo ser humano a nacer. Eso cambió radicalmente con el mal-llamado “derecho a escoger” y la mal-llamada postura “pro-choice” a favor de la “libre elección”. Estas frases son, en efecto, eufemismos, palabras “decorosas” con las que se describe el empeño insistente en reclamar tener un derecho legítimo a terminar la vida del bebé no nacido en el santuario que debe ser siempre el vientre materno. Este “derecho” a escoger la muerte del más inocente e indefenso ha cobrado la vida de billones de hijos e hijas, hermanos y hermanas, nietecitos y nietecitas, billones de ciudadanos que hubiesen podido conocer y hacer el bien.
Esta convicción sobre el valor intrínseco de cada ser humano la abrazó el Padre Bill Carmody hasta su partida a la casa del Padre el pasado 23 de febrero, después de años de fiel servicio como director de la oficina Pro-Vida y el Proyecto el Viñedo de Raquel (Project Rachel) de la diócesis de Colorado Springs.
Reconocido nacionalmente por su trabajo, el Padre Bill celebró la Santa Misa delante de Planned Parenthood semanalmente desde mayo del 1994 hasta noviembre pasado. “No paraba y sirvió de gran inspiración para todo el que le conoció”, dijo el Obispo de Colorado Springs Michael Sheridan en declaraciones citadas por el portal krdo.com.
Su compromiso por la vida se vio marcada por la defensa de los bebés pre-nacidos. Pero ese mismo amor a Dios y al prójimo, ese mismo compromiso con el Evangelio de la Vida lo llevó en noviembre del 2015 a defender el derecho a la vida de las víctimas de las violentas muertes a manos de un desquiciado en un establecimiento de Planned Parenthood, uno de los mayores promotores y proveedores de aborto de esta nación.
“Queremos la conversión de Planned Parenthood, no su destrucción. No hay lugar legítimo para la violencia en el movimiento pro-vida”, dijo el pastor de ovejas Padre Bill, tras el tiroteo que se realizó en este establecimiento el pasado 27 de noviembre.
¡Que su deseo en vida se haga su perpetua oración en la vida eterna! ¡Que este gran profeta pro-vida, padre de almas, quien vivió y murió abrazando las alegrías y las penas, las luchas y las pruebas del ser humano – incluyendo su propia batalla contra el cáncer – interceda ahora por todas aquellas personas que han olvidado que “una vida es una vida por pequeña que sea”! La Vigilia se celebrará el viernes 4 de marzo a las 7 p.m. en la paroquia St. Dominic Church, 5354 S. Highway 85/87 en Security. La Misa Funeral la presidirá el Obispo Michael Sheridan el sábado 5 de marzo en la misma parroquia.
Providencialmente, a la misma hora el Arzobispo Samuel J. Aquila presidirá una procesión eucarística pro-vida alrededor de un establecimiento de Planned Parenthood (ver página 15 y www.archden.org/march5). ¡Únete a nuestra procesión y plegaria por los niños y sus madres, sus familias y doctores!
El 22 de enero de 1973, dos leyes de la Corte Suprema de los Estados Unidos (Roe v. Wade y Doe v. Bolton) abrieron las puertas a la matanza de millones de criaturas inocentes. En estos 43 años, han muerto más de 58,762,846 bebés que, habiendo sido concebidos, no se les permitió nacer. Ver: http://vidahumana.org
En Estados Unidos se practican 1.45 abortos por minuto. 87 cada hora y 2.092 abortos diarios. Actualmente se practican 763 mil abortos al año. Estas cifras afortunadamente están bajando gracias a la labor pro vida. http://www.numberofabortions.com
