En un reciente día de verano, arzobispo Timothy P. Broglio, presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB, por sus siglas en inglés), envió una carta a los obispos del país con un llamado urgente y profundamente humano: el pueblo de Gaza está muriendo de hambre y necesita la ayuda de la Iglesia.
“La situación en Gaza y en todo Medio Oriente clama por la asistencia de la comunidad católica en Estados Unidos”, escribió. “Nuestra Iglesia llora el terrible sufrimiento de los cristianos y de otras víctimas inocentes de la violencia en Gaza y en las áreas vecinas, quienes luchan por sobrevivir, proteger a sus hijos y vivir con dignidad en condiciones extremas. El santo padre continúa pidiendo un cese al fuego y que la ayuda pueda entrar al territorio, señalando con gran dolor que ‘Gaza se muere de hambre’”.
En esa misma carta, el arzobispo Timothy animó a los obispos a considerar una colecta especial para apoyar los esfuerzos de ayuda en Gaza.
En respuesta a este llamado, la Arquidiócesis de Denver realizará una colecta especial en todas las parroquias el fin de semana del 20 y 21 de septiembre.
Una Iglesia que responde con amor
Para los católicos del norte de Colorado, la colecta es más que una petición de fondos; es una oportunidad de vivir el evangelio acompañando a quienes sufren. Las donaciones apoyarán a quienes padecen en Gaza a través de organizaciones católicas ya establecidas en Tierra Santa, que brindan alimento, refugio, atención médica y acompañamiento pastoral. De este modo, los católicos de Denver pueden tener la certeza de que su generosidad llegará a familias en necesidad extrema.
Cómo participar
Se pide a los feligreses que emitan los cheques a nombre de su parroquia, escribiendo “Víctimas de la violencia en Gaza” en el apartado de nota. Cada parroquia procesará los fondos como una segunda colecta y los enviará a la arquidiócesis, que a su vez los remitirá para apoyar a las víctimas de la violencia en Gaza.
Acto de fe y esperanza
Aunque el sufrimiento en Gaza pueda parecer lejano, esta colecta es un recordatorio de la universalidad de la Iglesia. Ante el hambre, el miedo y la violencia, los católicos de Denver tienen la oportunidad de ofrecer solidaridad, esperanza y la certeza de que estas familias no están olvidadas.
Como escribió el arzobispo Timothy, el clamor de Gaza es una llamada a la acción. Para los fieles en Denver, responder a ese llamado es una oportunidad de unir la oración con la generosidad, de ser instrumentos de la misericordia de Dios para quienes más lo necesitan.