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viernes, septiembre 12, 2025
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En medio de tragedia, parroquia de Evergreen ofrece oración y presencia

En momentos de oscuridad, los católicos de Evergreen se apoyan en la luz de Cristo y en la presencia mutua para encontrar sanación.

La tarde del miércoles, cuando comenzaron a llegar las primeras noticias, también se rompieron muchos corazones en Evergreen. Los titulares, los mensajes de texto y las alertas contenían palabras que ningún padre quiere leer: «Tiroteo activo en la preparatoria Evergreen».

Bajo el peso del dolor local, entre el ruido de sirenas y la ansiedad de la incertidumbre, la comunidad esperaba. Cientos de policías y equipos de respuesta rápida llegaron al pequeño pueblo de montaña. Una procesión de autobuses escolares se dirigió a la escuela Bergen Meadow —el lugar designado para la reunificación—, donde los padres esperaron durante horas hasta poder abrazar a sus hijos. Y en medio de la tensión se escuchaba insistentemente el sonido de los celulares con alertas de noticias y mensajes angustiados que preguntaban lo mismo: “¿Estás bien?”.

“Mi corazón está con los estudiantes, padres y maestros de la escuela preparatoria Evergreen. Hoy lloramos por quienes han resultado gravemente heridos y por todos los que quedaron asustados y conmocionados”, expresó el arzobispo de Denver, Mons. Samuel J. Aquila, en un comunicado la mañana del miércoles, agradeciendo a las autoridades, a los equipos de primeros auxilios y al personal médico que atendieron a los afectados.

“A ustedes, jóvenes: sepan que Jesús está cerca de ustedes, escucha sus clamores, y su madre, María, los sostiene con ternura. A las familias que sufren: la Iglesia está con ustedes, y los elevamos en oración a ustedes y a sus hijos”, continuó. “Que Cristo lleve consuelo a sus corazones, y que María al pie de la cruz los envuelva con su cuidado maternal”.

Esa noche, con apenas unas horas de aviso, la parroquia Christ the King en Evergreen abrió sus puertas a la comunidad —católicos y no católicos— para ofrecer un espacio sagrado donde reunirse, orar y encontrar consuelo.

El padre James “Jim” Fox, párroco de Christ the King, inició el servicio con palabras suaves de paz. Luego, en un momento tierno y eterno como el mismo Jesucristo, el padre Jim cantó un canto que recordaba de su parroquia de infancia en la década de los setentas.

Luego comenzó la adoración eucarística: Jesús Eucaristía salió al encuentro de su pueblo, herido, dolido, cuestionándose. El diácono Ronnie Hyatt, recién ordenado y asignado a Christ the King, guió a los presentes en el rezo del rosario, volviendo la mirada a la Virgen María, quien conoce muy bien el peso del dolor, la pérdida y el duelo.

“Nuestros corazones están rotos por las vidas jóvenes tocadas por esta tragedia”, dijo el diácono Ronnie. “En momentos en que la oscuridad parece abrumadora, volvemos a la luz de Cristo. Jesús está con nosotros. Él llora con nosotros, consuela a los que sufren y nos llama a ser una comunidad de esperanza y amor unos por otros. Me impresionó mucho la providencia de las lecturas de la Misa diaria que recibimos en estos tiempos tan desconcertantes”.

Después del rosario, hubo un tiempo de oración en silencio. Consejeros de la clínica católica St. Raphael Counseling, un ministerio de Caridades Católicas, estuvieron disponibles para ofrecer acompañamiento y consuelo personal.

“Cuidar de quienes tienen necesidad emocional y espiritualmente es tan importante, o incluso más, que atender solo el cuerpo. Lo que vivimos en lo emocional y espiritual permanece con nosotros mucho después de que el cuerpo sana. La comunidad de Evergreen necesita ese cuidado ahora mismo”, explicó Gina Lanz, directora de consejería escolar y servicios psicológicos en St. Raphael Counseling. Ella fue una de los tres consejeros —dos de ellos feligreses de Christ the King— que estuvieron presentes para apoyar a la comunidad.

“Entendimos, caminando con la gente de Evergreen, que el camino de sanación inicia para todos con una presencia personal”, continuó. “Las víctimas de esta tragedia pedían estar con alguien, buscaban a alguien que las escuchara, en persona. En St. Raphael Counseling reconocemos que esa es la mejor manera de ayudar a otro ser humano: estar presente, cuidar, escuchar sin juzgar y discernir juntos los posibles siguientes pasos para cada persona”.

Al mismo tiempo, a unos cuantos kilómetros, tres menores estaban siendo atendidos en el Hospital St. Anthony en Lakewood, un hospital católico que forma parte de la red CommonSpirit. Además de la atención médica que recibieron en este centro católico, las víctimas tuvieron la oportunidad de ser acompañadas espiritualmente por un capellán y un diácono, quienes consolaron a la familia de una de ellas.

El servicio en Christ the King concluyó con una sencilla bendición con el Santísimo, una certeza de la presencia de Jesús con la comunidad.

“Cristo fue acogido en el corazón de cada persona, llenando el silencio con su gracia sanadora después de un día de tragedia”, compartió un feligrés.

A la mañana siguiente, ocho escuelas de la zona permanecieron cerradas, dando espacio a los estudiantes, maestros, administradores, padres y a toda la comunidad para comenzar a procesar los dolorosos hechos del día anterior.

“Los coloradenses hemos estado en este lugar oscuro antes”, añadió ese mismo feligrés. “Desde Columbine, ha habido 13 tiroteos escolares en el estado. Las preguntas son las mismas: ¿por qué aquí? ¿por qué ahora? ¿por qué alguna vez? Y luego, inevitablemente: ¿cómo nos sostenemos unos a otros en medio de esto?”.

Los estudiantes caminaron por las calles de Hiwan y Evergreen, compartiendo relatos de dónde se encontraban, lo que sintieron y cómo sus teléfonos se llenaron de mensajes de familiares y amigos preocupados. Muchos contaron las interminables filas en Bergen Meadow: algunos no se reunieron con su familia sino hasta después de las 6 de la tarde.

“Las horas parecían eternas. El alivio, abrumador”, dijo el feligrés.

Una vez más, Christ the King abrió sus puertas de par en par para recibir a la comunidad con compasión y cuidado. Gracias al trabajo de los profesionales de St. Raphael Counseling y JeffCo Counseling, se ofreció atención gratuita en salud mental para todos. Niños, adolescentes, adultos y familias encontraron un oído dispuesto a escucharlos.

Su servicio fiel fue un recordatorio de que nadie estaba solo en este dolor.

“No importaba si las personas que acompañamos en su sufrimiento eran creyentes o no. El poder de la presencia es lo que significa ser Cristo los unos para los otros”, compartió Gina.

Como profesional de la salud mental y miembro de la comunidad de Evergreen, la experiencia tuvo un peso doble para ella.

“Poder ayudar a la propia comunidad puede ser difícil en el sentido de que uno está más conectado emocionalmente, y eso puede complicar la objetividad, pero por otro lado, define y fortalece a la comunidad parroquial cuando compartimos nuestros dones y talentos con quienes compartimos la fe. Es una forma pura de corresponsabilidad”, expresó. “Fomentar la comunidad en las familias y en la fe puede ayudar a prevenir tragedias de salud mental. Poder asistir a nuestra parroquia es lo mismo que asistir a nuestra familia. Estamos agradecidos”.

Naturalmente, las necesidades de una comunidad en duelo no terminan al día siguiente de una tragedia así. La sanación y el duelo tomarán tiempo.

Pero, en medio de todo, dos cosas permanecen claras: Jesús está con su pueblo en su dolor, y la comunidad católica sigue presente.

En los días, semanas y meses que vienen, tanto la parroquia Christ the King como St. Raphael Counseling continuarán sirviendo a la comunidad de Evergreen. Mientras tanto, se invita a los fieles de toda la arquidiócesis a orar y ayunar por nuestros hermanos y hermanas que están sufriendo.

André Escaleira, Jr.
André Escaleira, Jr.
André Escaleira es el editor de Denver Catholic y El Pueblo Católico. Nacido en Connecticut, André se mudó a Denver en 2018 para servir como misionero con Christ in the City, donde servió por dos años.
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