Es una escena que se repite año tras año.
Equipos de niños, de entre ocho y diez años, de escuelas primarias de toda la arquidiócesis viajan a un gimnasio anfitrión. Antes de cada uno de los numerosos partidos de baloncesto nocturnos, los equipos contrarios, los entrenadores y todos en las gradas se ponen de pie, miran al crucifijo y rezan juntos.
Luego, a medida que avanza la temporada, los jugadores y las familias se convierten en testigos y colaboradores del Espíritu Santo en medio de ellos.
Este es el baloncesto de la Liga Widget, una institución arquidiocesana para estudiantes de tercer y cuarto grado que ha estado funcionando durante más de cuatro décadas y que ha dado frutos de por vida para todos los involucrados.
Eso incluye a Roman y Valerie Fresquez, quienes han dirigido el amado programa durante los últimos diez años en la escuela parroquial de Notre Dame, en el suroeste de Denver. Por sus incontables horas de dedicación, Valerie y Roman ha sido elegidos discípulos del mes de octubre de la Colecta Católica Anual del Arzobispo.
Es más que un programa deportivo, ya que la pareja ha visto cómo el Señor bendice cada temporada de innumerables maneras.
“La gente no viene aquí solo por los deportes. Es más bien como un centro comunitario”, dijo Roman. “No te puedo contar cuántas veces estoy arbitrando un partido, volteo y veo a Valerie hablando con alguien de otra escuela, y están llorando mientras se abrazan. Mucha gente se conecta en este gimnasio y realmente se cuidan mutuamente. Es un lugar muy especial para nosotros”.
El programa de baloncesto Widget comenzó en la década de 1980 para ofrecer una oportunidad a los jugadores que aún no estaban en quinto grado, ya que no tenían la edad para comenzar a jugar en la Liga Atlética de Escuelas Católicas. Durante décadas, el programa estuvo estrechamente asociado con Ted Tholen, director atlético de la escuela católica de San Luis, a quien muchos aún consideran el corazón y el alma de lo que se conoció simplemente como “Widgets”. Después de que su vida fue truncada mientras regresaba de arbitrar un partido, el querido programa necesitaba un nuevo liderazgo para garantizar que el espíritu cristiano de la liga continuara. Unos años más tarde, los Fresquez asumieron el puesto, en el cual han servido durante la última década.
“Estamos formando buenas personas, ya sea que ganen o pierdan”, dijo Valerie, refiriéndose a las oportunidades de caridad cristiana que ven con frecuencia. “Había un niño que necesitaba zapatos. Alguien que estaba aquí como voluntario, que ni siquiera era de nuestra escuela, escuchó la conversación y apareció en el próximo juego con dos pares de zapatos nuevos y calcetines. ¡Eso es el Espíritu Santo! Nunca sabes quién tendrá la oportunidad de llevar eso a donde se necesita”.
Con los años, Widgets ha crecido para incluir voleibol y fútbol de bandera.
El año pasado, Valerie y Roman programaron 99 equipos para más de 300 partidos, a menudo actuando como árbitros, operadores de marcadores, entrenadores y encargados del puesto de concesiones, mientras recibían constantemente a jugadores y sus familias. Solo para Widgets, los Fresquez organizan al menos un día completo de juegos semanalmente, de septiembre a mayo. Muchas otras escuelas colaboran, al igual que los tres hijos adultos y el nieto pequeño de la pareja. Todos son exalumnos o estudiantes actuales de Notre Dame que contribuyen con cientos de horas al año.
Es un trabajo que beneficia no solo a su escuela, sino a niños y familias de todo el norte de Colorado. Por eso, este verano, cuando se instaló el tan esperado piso de madera en el gimnasio de Notre Dame, la parroquia y otros donantes sabían que marcaría una gran diferencia, no solo para sus estudiantes, sino para las familias de toda la arquidiócesis.
Así como comienza cada partido, la pareja depende continuamente de la oración, especialmente cuando los juegos están en marcha. “Si es un partido tenso, podemos hacer que recen en el medio tiempo. Si es realmente tenso, Valerie hace que se arrodillen en círculo después del partido. Solo intentamos que todos se calmen y luego recen”, dijo Roman.
“Hay otras escuelas que tienen varios equipos. Si veo que están jugando entre sí, hablo con ellos antes, y después los hago rezar. A veces también les traigo helado. Luego voy a las gradas y les digo a los padres: ‘¿Y ustedes? ¿Van a estar bien? ¡Porque también tengo helado para ustedes!’ Solo para calmar los nervios de todos”, compartió Valerie.
En lugar de un concurso competitivo lleno de tensión, la pareja asegura una experiencia llena de fe que crea recuerdos y lecciones de vida.
“A los estudiantes de toda la arquidiócesis, siempre les digo cuando entran, ‘Quiero que se sientan como en casa. Ustedes pertenecen aquí. Aquí los queremos’. Nos preocupamos por esos niños tanto como por nuestros propios hijos”, concluyó Valerie.
En reconocimiento a su dedicado servicio a su comunidad, Roman y Valerie han sido reconocidos como los Discípulos del mes de la Colecta Católica Anual del Arzobispo de este mes. A través de su dedicado liderazgo a innumerables estudiantes, Roman y Valerie han ayudado a formar discípulos de Cristo que llevan su compasión, caridad y servicio a los demás, incluso en medio de la competencia y la diversión.
¡Felicidades Valerie y Roman, por ser los Discípulos del Mes de la Colecta Católica Anual del Arzobispo!
