Por Kyle Van Frank, director ejecutivo de la fundacion FIRE de Denver.
Cuando los gemelos Brody y Weston tenían seis meses, sus padres Hilary y Robert Dehn se comunicaron con la escuela católica St. John the Evangelist (SJE, por sus siglas en inglés) en Loveland para inscribir a sus hijos cuando alcanzaran la edad adecuada. Brody tiene síndrome de Down, mientras que Weston tiene un desarrollo normal. El diagnóstico de Brody impulsó a la familia a informarse sobre la inscripción temprana.

“Me sentí muy atraída por SJE. No porque estuviera cansada de las opciones de escuelas públicas o porque quisiera que Weston asistiera a la escuela católica y Brody no, porque la verdad es que nunca pensé en separarlos. ¡Son un paquete completo, pase lo que pase! Simplemente me sentí atraída por SJE”, compartió Hilary.
Lamentablemente, las condiciones no eran las adecuadas en ese momento y los Dehn no pudieron hacer un plan para inscribir a sus dos hijos en St. John the Evangelist en el futuro. Pero tres años después, el Espíritu Santo comenzó a trabajar de una manera grandiosa en la vida de los Dehn.
Una vecina de la familia le mencionó a Hilary que su hijo se había retrasado en algunas materias académicas en su escuela pública y que en St. John había logrado ponerse al día. Ella animó a Hilary a hablar con la escuela nuevamente, esta vez con la nueva directora, Julie Rossi.
La disposición inmediata de Julie de inscribir tanto a Brody como a Weston se topó con la cuestión sobre el personal. ¿Quién ayudaría en el crecimiento académico de Brody?
En ese momento aparecieron el diácono August Córdova y la señora Regina Córdova.
El diácono August y su esposa, Regina, han sido feligreses de St. John the Evangelist durante muchos años. Regina tomó la decisión de quedarse en casa con sus hijos mientras eran pequeños, pero justo antes de que los niños Dehn comenzaran el kínder, discernió que podría ser el momento de volver a trabajar. ¿Su experiencia profesional? educación especial.
“Siento que Regina Córdova fue enviada para guiar a Brody”, dijo Hilary. Para mejorar aún más la situación, la maestra de kínder de Brody y Weston resultó ser la hermana de Regina, lo que hizo que la colaboración en el aula fuera mucho mejor.
Con el “sí” de la escuela a la familia Dehn y la contratación de la Sra. Córdova, en el otoño del 2023, SJE se comprometió a abrir sus puertas a estudiantes con discapacidades. Con esta decisión, las escuelas a menudo descubren la necesidad de una mayor capacitación y educación para su personal docente.
Cada agosto, el Departamento de Servicios de Apoyo al Estudiante de la Oficina de Escuelas Católicas responde a esta necesidad organizando un día de desarrollo profesional para los paraprofesionales locales y los maestros de aula con los que trabajan. La capacitación proporciona a los educadores información de referencia importante para atender a los estudiantes con discapacidades y diferencias de aprendizaje a través del lente de la educación católica.
Al final de la capacitación, cada escuela participante saca una tarjeta al azar con un santo. Lo que estos santos (san José de Cupertino, santa Bernadette y el beato Solanus Casey, por nombrar algunos) tienen en común es que se sabe que todos ellos han tenido discapacidades o diferencias de aprendizaje. El año pasado, el equipo de SJE eligió a una santa bastante desconocida: santa Águeda Kim A-gi. Aunque quizás sea una santa menos conocida, santa Águeda Kim A-gi tiene una increíble historia de fe, amor y coraje.
Santa Águeda Kim A-gi nació en la fe confuciana en Corea en el siglo XVIII. Expuesta a la fe católica cuando era adulta, santa Águeda deseaba profundamente ser bautizada. Sin embargo, su discapacidad intelectual dificultaba la catequesis, ya que su capacidad para memorizar oraciones y enseñanzas era extremadamente limitada, un requisito previo para el bautismo en la región en ese momento. Sin embargo, santa Águeda repetía una y otra vez: “Solo conozco a Jesús y María”.
Fue bautizada mientras estaba en prisión por su fe, y cuando los católicos estaban siendo martirizados en Corea a mediados del siglo XIX, fue esta profesión continua que hizo que santa Águeda fuera nombrada mártir. La fe y el testimonio de esta santa son una poderosa intercesión para cualquier escuela que trabaje para incluir a niños con discapacidades en el aula de educación general. Sin que el equipo de SJE lo supiera, ella era exactamente la santa que necesitaban para su primer año de inclusión de niños con discapacidades significativas.

St. John nunca había inscrito a un estudiante con síndrome de Down antes de Brody. Aun así, estaban decididos a cumplir el deseo de Hilary y Robert de que sus hijos tuvieran acceso a una educación católica y mantuvieran la experiencia de que los gemelos crecieran juntos.
Al inscribir a Brody, SJE se dio cuenta de que sus habilidades lingüísticas no estaban al nivel de sus compañeros. Brody no podía decir las oraciones de nuestra fe con sus amigos ni con su hermano. No podía articular su comprensión de la fe de la manera en que lo hacían sus compañeros de clase.
Brody siempre ha disfrutado de la Misa. No le gusta la música fuerte ni los ruidos, pero siempre le ha encantado cantar en la Misa. Su reverencia en la Misa llega tan lejos que, cuando era niño, hacía callar a su tío abuelo, el padre Tom Boyer de la arquidiócesis de Oklahoma City, cuando hablaba con voz normal en la iglesia.
Sin embargo, Brody nunca había dicho los nombres de Jesús o María.
Pero por obra de la providencia más allá de nuestro entendimiento, a St. John se le dio un santo al que rezar en el año escolar 2023-2024 que sabía algo sobre la fe profunda que no siempre se puede expresar con palabras perfectamente articuladas.
En el primer mes de inscripción de Brody en St. John, salió por las puertas principales de la escuela y se dirigió al auto de su madre. Luego, se detuvo y miró hacia una estatua de Jesús que se encuentra afuera de la entrada de la escuela. Señaló la estatua y dijo: “Jesús”.
Las lágrimas brotaron de la madre de Brody y Weston. Esta fue la primera vez que Brody pronunció el Santísimo Nombre de Jesús. Justamente esta era la razón por la que Hilary quería que sus hijos asistieran a una escuela católica. Por eso es tan esencial la educación católica para niños de todas las capacidades. Por eso trabajamos arduamente para garantizar que las escuelas católicas puedan servir a todos los hijos de Dios.
“Robert y yo creemos que muchas piezas encajaron en su lugar, en un momento sorprendentemente oportuno, para que Brody y Weston pudieran asistir a St. John the Evangelist”, dijo Hilary. “Viendo hacia atrás, es imposible explicarlo de una manera que no sea la obra de Dios. La experiencia ha superado nuestras expectativas”.
Hace muchos años, cuando Hilary llamó a Robert para compartir el diagnóstico de Brody, recuerda que alguien le habló.
“Creo que Dios interrumpió la conversación y le dije a Robert: ‘Creo que Dios me está diciendo que te diga que estamos destinados a esto’. Esa fue la primera vez que recibí un mensaje claro de él”, recordó Hilary.
La siguiente vez que Hilary escuchó un mensaje tan claro de Dios fue cuando sus hijos estaban en la UCIN. Hilary dice que escuchó a Dios decir: “Él va a ser tu mejor amigo”. La inclusión de niños con discapacidades no es algo que nuestras escuelas católicas hagan porque nos haga ver bien o porque sea lo “bueno”.
La inclusión de niños con discapacidades en nuestras escuelas católicas garantiza la justicia para que todos los niños lleguen a conocer, amar y servir a Jesucristo, a formarse adecuadamente en su fe y a cumplir con su llamado a ser agentes del evangelio.
Hacemos esto para invitar al Espíritu Santo a nuestros corazones y, a través de nuestros sentidos humanos, iluminar la gloria y el misterio de Dios.
El testimonio de Brody en la escuela es profundo. Él camina junto a sus compañeros en su búsqueda de la santidad y la sabiduría. Él da y recibe el don de crecer en la fe, el conocimiento y la amistad como miembro integral del Cuerpo de Cristo.
Nos sentimos honrados de compartir el testimonio de Brody de pronunciar el nombre de nuestro Señor en voz alta, de profesar a quien es Rey del Cielo y de la Tierra.