En un ambiente de alegría y esperanza, miles de personas se dieron cita este sábado 27 de abril, en el centro de convenciones del Gaylord of the Rockies de Denver, para ser testigos y celebrar la Eucaristía, un sacramento de amor.
Desde tempranas horas de la mañana, cientos de feligreses de la arquidiócesis de Denver comenzaron a hacer fila para poder ingresar al centro de convenciones y lograr obtener un buen lugar en el evento.
“Estoy aquí por el llamado del Señor, yo no tenía planes de venir. Tenía otro compromiso fuera del Estado. Pero Dios puso a personas en mi camino y todo se dio. Ahorita al entrar y ver en la pantalla la imagen, dije ‘qué desperdicio, si yo no hubiera venido’. Me llegó el gozo, ese gozo en el alma, en el corazón y dije ‘Estoy aquí porque así lo quisiste’”, compartió emocionada Laura Paredes.
Para muchos, como para María de Jesús Fernández, asistir a la convención fue una manera de acercarse más a Dios y retomar su relación con él. “Necesito mucho acercarme a Dios, espero salir de aquí renovada. Hace poquito aprendí de un milagro en el que la hostia se convirtió en un corazón y empezó a latir. Dios nos está llamando a reflexionar de cómo está el mundo ahorita. Hay que arrimarnos, hay que acercarnos y me da mucho gusto ver a tantísima gente aquí. Se siente bonito”, compartió emocionada María de Jesús
Con una introducción muy emotiva, monseñor Jorge de los Santos invitó a todos los presentes a abrir su corazón a Dios y a vivir la convención al máximo para lograr sentir la presencia real en la Eucaristía. “Hermanos, disfrutemos este momento de gracia. Este día que nos ha regalado el Señor, este día para convivir como hermanos y estar en la presencia de Cristo, y ¡que viva Cristo Rey!” dijo monseñor animando y causando la ovación de los presentes.
Desde grupos parroquiales, hasta personas que asistieron para “acercarse más” y “conocer” sobre la Eucaristía, el lugar pronto se llenó de las 2,500 que lograron obtener una entrada para este evento único.
Con la esperanza de aprender más y fortalecer su fe, Miguel viajó desde Rifle, Colorado junto con su esposa y sus hijos para ser parte de este evento. “Yo más que nada vengo a aprender de la Eucaristía, y a saber más sobre los milagros eucarísticos… venimos abiertos a escuchar todos los temas”, dijo Miguel.
La convención comenzó con un testimonio del joven Daniel Rivas, un seminarista de la arquidiócesis de Denver, quien compartió como Dios lo llamó a la vocación del sacerdocio después de una etapa muy difícil en su vida.
El Dr. Ricardo Castañón impartió dos temas sobre la fe y sus descubrimientos de la presencia real de Cristo y los milagros eucarísticos, dando así un fuerte testimonio de cómo la fe se conecta con la ciencia y de la presencia real de Jesús en el pan que recibimos en cada Misa.
“¡Ha estado fenomenal! La verdad que quedó sorprendido con tanto milagro que nos explicó el primer expositor. Estoy verdaderamente sorprendido. Ahora valoro más lo que es la Eucaristía”, dijo Virgilio Pedraza emocionado y refiriéndose al tema del Dr. Ricardo Castañón. “Acérquense, acérquense de verdad a vivir realmente a Cristo presente en tu vida”, agregó.
Después de los primeros temas, se llevó a cabo una Misa especial celebrada por el arzobispo de Denver, Samuel J. Aquila, en la que recalcó a los presentes la importancia de la presencia real y la importancia de tener nuestros corazones abiertos al Padre.
“Nuestra ferviente esperanza como obispos es que el amor por la Eucaristía y la fe en la presencia real de Jesús en la Eucaristía se enciende en los corazones de los fieles”, dijo el arzobispo al principio de su homilía, refiriéndose al Avivamiento Eucarístico. “Cuando venimos a Misa, debemos preparar nuestros corazones para adorar al Padre a través, con, y en Jesús. En su único sacrificio reconocemos y recibimos el amor del Padre por nosotros en Jesús, en la Eucaristía”, agregó.
Al final de su homilía, el arzobispo invitó a los fieles a prestar atención especial a las oraciones que se hacen durante cada Misa y a llevar la Eucaristía a los demás a través de obras de caridad y oración.
“Los animo, mis hermanos y hermanas, aquí, mientras continuamos con la Misa, sean conscientes de cómo estamos adorando al Padre. Escucha atentamente las oraciones rezadas durante la Misa, especialmente la plegaria Eucarística y el Padre Nuestro. Ofrezcan sus vidas al Padre con Jesús. Entrégate al Padre como Jesús se entregó a Él… Pregúntale al Señor cómo debemos llevar la Eucaristía al mundo con nuestras obras de caridad. Orando por los que necesitan de nuestras oraciones. Orando por los que no conocen a Jesús. Ahora que lleguen a conocerlo y amarlo más, especialmente en la fracción del pan”, concluyó el arzobispo.
Los jóvenes también se hicieron presentes en el evento. Giselle Chávez, una joven que decidió vivir esta convención compartió su emoción de la oportunidad que Dios le brinda al poder vivir esta experiencia. “Yo solo me estoy dejando guiar por el Espíritu Santo”, también invitó a otros jóvenes a involucrarse en este tipo de eventos y no tener miedo acercarse a Dios. “No tengan miedo. No se basen por los estereotipos, ni piensen que nomás [estos eventos] son para gente mayor. Es muy lindo tener fe y llevar una vida espiritual para así poderla llevar a nuestra vida adulta al igual que a nuestros hijos y en el futuro pasarla a otras generaciones”.
Después del almuerzo, el evento continuó con un concierto de música religiosa del grupo Jésed, y más temas que estuvieron a cargo de Luis Soto, director de evangelización y discipulado de la Arquidiócesis de Oklahoma City, testimonios de eucaristía y vida a cargo de la hermana Isabel Muñoz de Lara, de las Aliadas Carmelitas Trinitarias, Leopoldo Soto, del ministerio de Apóstoles de la Palabra y finalmente un testimonio muy emotivo de Emma Gonzalez.
“Somos una Iglesia eucarística, somos una Iglesia que nace de la Eucaristía y que vive por Cristo. Así que el día de hoy, en mi charla, intentaré presentar un recorrido bíblico de la presencia de la Eucaristía en la Biblia. Tratar de entender la Misa y lo que esta significa, pero sobre todo reforzar la idea, el entendimiento y la certeza de que Cristo está presente de manera real en la Eucaristía”, compartió Luis Soto con El Pueblo Católico previo a su charla.
Para San Juana, expandir su conocimiento en la presencia real no es más que aprender más sobre el amor de Dios, “Dicen que nadie ama lo que no conoce. Entonces es muy importante conocer para poder amar más a nuestro Señor y reforzar nuestra fe, conociéndolo más a través de un poquito de la ciencia”, dijo refiriéndose a los temas del Dr. Ricardo. “Nosotros prácticamente creemos en esa presencia real más que nada por la fe, pero si lo acompañamos con la ciencia, es algo pues todavía más inmenso”.
La Convención Eucarística concluyó con una emotiva hora de Adoración Eucarística en la cual las personas pudieron abrir sus corazones y vivir esta experiencia en la presencia real de Jesucristo.
Algunos participantes que pudieron vivir esta experiencia de manera presencial compartieron con El Pueblo Católico su emoción y satisfacción al poder ser parte de esta experiencia única y de cómo el evento marcó un antes y un después en su vida de fe.
“El día de hoy ha sido una bendición para reforzar el hecho de que Jesucristo está presente en el pan y el vino”, dijo Lucio Rodríguez, feligrés de la parroquia St. Williams en Ft. Lupton.
“Los milagros eucarísticos, que es lo más grande que tenemos los católicos. Se me hace muy interesante que la gente sepa lo que está pasando realmente en la Eucaristía”, expresó Flor Palafox, feligrés de la parroquia Queen of Peace en Aurora.
“Vine a aprender algo más en mi vida para ponerlo en práctica, en mi servicio, con la familia y con todas las personas que me rodean”, Raúl Garcia de la parroquia St. Williams en Ft. Lupton.
“¡Todo ha sido maravilloso! Los milagros eucarísticos de Ricardo Castañón, una maravilla la explicación que nos ha dado esta mañana, la celebración de la Misa es sin duda lo máximo que podemos vivir nosotros como cristianos católicos”. Chary Pasillas de la parroquia Ascension.
“Los temas que han dado han sido de mucho crecimiento, cosas que uno ignora. Es un alimento para el alma, para nuestra vida”. Osvaldo de la Rosa de la parroquia St. Pius X.
“No sé cómo explicar lo que he sentido. Cuando tomé la Eucaristía, era algo que necesitaba. ¡Necesitaba del Señor!”, Rosa Raudales de la parroquia Our Lady of the Plains en Byers.
“Monseñor Jorge de los Santos y Obispo Jorge han hecho un trabajo formidable. La gente, la respuesta que ha tenido y la devoción de estos dos sacerdotes, tanto el obispo y monseñor. Estoy maravillado”, expresó Luis Soto mostrando su gratitud por la organización y respuesta del evento.