A medida que Jesús Eucaristía cruzaba la frontera de Utah hacia Colorado, fue recibido con una cálida bienvenida en Rangely, un pequeño pueblo con un gran corazón en el oeste de Colorado.
El pueblo alberga a poco más de 2,000 personas y es parte de la Tri-Parish del noroeste, la parroquia más occidental de la arquidiócesis de Denver. La iglesia católica St. Ignatius of Antioch, una de las tres iglesias en la Tri-Parish, fue la primera parada de la Peregrinación Eucarística Nacional en la arquidiócesis.
La comunidad se unió en oración, adoración y compañerismo mientras Jesús, verdaderamente presente en la Santísima Eucaristía, comenzaba su viaje por el norte de Colorado.
Al llegar a Rangely, la Eucaristía fue trasladada de su lugar de honor en la camioneta de la Peregrinación Eucarística Nacional, donde permanece con los peregrinos perpetuos mientras viajan por los Estados Unidos en la ruta Junípero Serra de la peregrinación.
Los feligreses de la iglesia St. Ignatius recibieron al Señor con alegría en un momento de oración y adoración con los peregrinos, seguido de una comida comunitaria.
«Fue una experiencia genial y única presenciar a estas personas increíbles tomando tiempo de sus vidas ocupadas para estar cerca de la Santísima Eucaristía mientras viajan por los Estados Unidos», dijo Tami Dorris. «Presenciar la entrada y salida de la Eucaristía de la iglesia fue increíble y el tiempo que pasé con la Eucaristía significó mucho para mí».
«Nos sentimos muy bendecidos y honrados de que el Sagrado Cuerpo de Jesús hiciera una parada en St. Ignatius en Rangely en su peregrinación por los Estados Unidos», dijeron Mark y Connie Skelton. «La presencia del Espíritu Santo fue muy poderosa cuando trajeron la custodia a nuestra iglesia. Los peregrinos fueron muy amables y agradecidos por la comida que se les proporcionó, y la convivencia con ellos fue muy disfrutada por todos nosotros».
La histórica peregrinación fue especialmente especial para Tyler Urie, de 10 años, quien se unió a su familia en la iglesia St. Ignatius of Antioch.
«Me encantó hablar con los peregrinos y aprender de dónde son y por qué están haciendo esto. Pasar tiempo rezando con Jesús fue genial, y tuve una gran experiencia todo el tiempo que estuvo en mi iglesia», compartió Tyler.
Desde Rangely, la Peregrinación Eucarística Nacional continuó su camino por Colorado, haciendo paradas en varias parroquias en las montañas y en la capilla de Santa Catalina de Camp St. Malo, el mismo lugar donde el papa san Juan Pablo II visitó en su visita de 1993 a Denver, antes de llegar a Steamboat Springs el miércoles por la noche.
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