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miércoles, agosto 20, 2025
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Una sola América en el Año de la Misericordia

Aproximadamente 360 líderes de todos los países de Norte, Centro y Sudamérica participaron del Jubileo Extraordinario de la Misericordia del Continente Americano, que se celebró en Bogotá, Colombia del 27 al 30 de agosto.

El evento contó con la presencia de 120 obispos, 12 cardenales, superiores de comunidades religiosas y líderes laicos, representando a diferentes movimientos, universidades y entidades católicas.

La organización del encuentro estuvo a cargo de Comisión Pontificia para América Latina (CAL) y el Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), en colaboración con los episcopados de Estados Unidos y Canadá.

El Papa Francisco envió un videomensaje a los participantes de este encuentro, en el que centró su reflexión en la Carta de San Pablo a Timoteo: “Podemos decir: fuimos tratados con misericordia. En medio de nuestros pecados, nuestros límites, nuestras miserias; en medio de nuestras múltiples caídas, Jesucristo nos vio, se acercó, nos dio su mano y nos trató con misericordia”.

“¿A quién?”, prosiguió el Papa. “A mí, a vos, a vos, a vos, a todos. Cada uno de nosotros podrá hacer memoria, repasando todas las veces que el Señor lo vio, lo miró, se acercó y lo trató con misericordia”, insistió.

Por su parte, el cardenal Marc Oullet, presidente de la CAL presentó en una de sus ponencias, un recorrido por la historia evangelizadora del continente, para luego precisar “el sentido de la sacramentalidad de la Iglesia con su dimensión misionera”, y concluir “con algunas consideraciones pastorales que tienen el propósito de estimular nuestro testimonio continental de la misericordia”.

Este jubileo continental, afirmó el purpurado, ofrece la ocasión de “evocar la fe de nuestros padres, de retomar el valor de nuestros mártires” y la caridad de los santos que difundieron el Evangelio; cosas dignas como “la epopeya misionera que atravesó el continente con la llegada de los europeos, pero que despegó verdaderamente con las apariciones de Nuestra Señora de Guadalupe a San Juan Diego sobre la colina del Tepeyac”.

Misericordia en acción

El evento contó no solo con momentos de oración y reflexión sino también de acción. Los asistentes visitaron 27 obras de misericordia que realiza la Iglesia en Bogotá a favor de los más necesitados y pudieron compartir momentos de cercanía con los voluntarios y personas beneficiadas.

El Arzobispo de Miami, Monseñor Thomas Wenski, resaltó la importancia de esta iniciativa: “Los dos últimos días estábamos meditando sobre la misericordia y hoy nos toca aterrizar y ver la misericordia en obras concretas”, señaló.

El Prelado asistió al Centro Ambulatorio Medalla Milagrosa y afirmó que es “una obra maravillosa que ayuda a personas que estaban viviendo en la calle, así como a recuperar su dignidad a aquellas personas que eran adictas a las drogas, para que así encuentren un futuro de esperanza”.

 

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Luis Alvarez, director del Ministerio Hispano y Centro San Juan Diego de la Arquidiócesis de Denver.

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Uno de los participantes en el Jubileo Extraordinario de la Misericordia del Continente Americano fue Luis Álvarez, director del Ministerio Hispano y el Centro San Juan Diego de la arquidiócesis de Denver.

“Hemos estado reunidos en oración y reflexión; nos hemos regocijado como los discípulos tras ser enviados a evangelizar de dos en dos al compartir las maravillosas historias de conversión y redención obradas en distintas partes, a través de las iniciativas de este Año de la Misericordia”, dijo Álvarez desde Bogotá en diálogo con El Pueblo Católico.

“Hemos sido renovados en nuestra resolución de encontrar con mayor vigor a Cristo en la carne del hermano que sufre, no solamente afuera en las periferias, sino en mi hermano que tengo al lado”, prosiguió el líder hispano.

Álvarez recordó a los hermanos de Denver que aprovechen los meses que quedan del Año de la Misericordia, “frecuentando más seguido los sacramentos, por medio de una vida de oración de mayor vigor, buscando oportunidades a su alrededor para realizar obras de misericordia, o participando en las obras e iniciativas que están siendo coordinadas por la arquidiócesis”.

Y dijo también a aquellos que han sabido aprovechar este Año Santo, que acojan esa “inercia espiritual” con la que Dios les ha bendecido.

El Año de la Misericordia culminará el próximo 20 de noviembre, día en que la Iglesia celebra la solemnidad de Cristo Rey.

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