En un comunicado de prensa, la conferencia Católica de Colorado agradeció a todos los ciudadanos que se manifestaron en contra del proyecto de ley del suicidio asistido, el cual fue derrotado el pasado viernes seis de febrero con 8 votos en contra y 5 a favor por la Cámara de Representantes de Colorado.
“La ley en la cual estuvo a punto de permitirse el suicidio asistido en Colorado pudo haber tenido un profundo efecto hacia los más vulnerables de nuestra sociedad: los pobres, los discapacitados, los más ancianos y las minorías raciales”, dice el comunicado.
“Gracias a todos aquellos que expresaron su oposición en esta peligrosa legislación. Por favor, sigan comprometiéndose hagan que sus voces sean escuchadas en la esfera pública”.
Así fue la discusión
La discusión tuvo una duración de diez horas en las que doctores, clérigos, abogados, personas discapacitadas y con enfermedades terminales expresaron sus diferentes opiniones así como las perspectivas sobre la vida y la muerte, antes de la votación final.
“Discutir sobre este tema es difícil porque ninguno de nosotros sabe exactamente qué ocurre cuando dejamos esta tierra”, dijo el representante a la cámara del partido Republicano Dominick Moreno a D Comerce City, antes de dar su “no” al voto.
Por su parte, el doctor Tom Newman, uno de los médicos que se pronunció durante la discusión de este proyecto de ley, dijo que su hijo había vivido y muerto con dignidad y que esta ley pudo haber traído confusión sobre el significado de este término.
“Este Proyecto de ley dignifica el suicidio porque lo redefine”, aseguró. “Las palabras “muerte con dignidad”, son una táctica. Resultan una herramienta de marketing político, para vender al público una idea más confortable sobre las estrategias médicas que llevan a aprobar el suicidio suministrado por medios letales”.
Por su parte, Jenny Kraska, directora de la Conferencia Católica de Colorado, dijo que este proyecto fue modelado luego de que la ley del estado de Oregón permitiera el suicidio asistido médico y que hubiera amenazado a los más vulnerables en la sociedad, incluyendo los ancianos y los discapacitados.
Oregón permite el suicidio asistido desde 1994. En esta iniciativa le han seguido Washington, Montana, Vermont y Nuevo México.
El Proyecto de ley en Colorado fue redactado bajo la guía de Compassion & Choices (una organización sin fines de lucro que busca “ayudar a las personas a tener la mejor muerte que se pueda”), para permitir a los enfermos terminales a acceder a “medicamentos” que puedan terminar con sus vidas.
El arzobispo de Denver Samuel Aquila, en su última columna, exhortó a todos los ciudadanos a oponerse a este proyecto de ley: “ todos los residentes de Colorado deben oponerse al proyecto HB1135 porque ataca la vida y facilita el camino de aquellos que desean pedir la muerte de enfermos mentales o de los más vulnerables”, dijo.