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viernes, abril 18, 2025
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Redescubriendo la Epifanía: La manifestación universal de Cristo a la humanidad

Por el padre Enrique Alvarado

El Evangelio de Mateo habla de uno de los episodios mas hermosos de la infancia de Jesús, y su contenido bíblico que encierra un mensaje teológico muy profundo, y que a lo largo de la historia ha cautivado el corazón de propios y extraños, de artistas, pintores, escultores, poetas y teólogos, y que a su vez se ha llenado de folclore y tradición, la llegada de los reyes magos, la Epifanía. Desafortunadamente, a lo largo de los siglos este evento ha ido perdiendo el verdadero sentido bíblico y teológico del mensaje del evangelio.

La Fiesta de la Epifanía es la manifestación del Señor al mundo y el homenaje que rindieron los magos de oriente al niño Jesús representa a los reinos existentes homenajeando al Salvador. Preguntémonos ¿Que nos quiere trasmitir Mateo?, ¿Un acontecimiento histórico, una leyenda, una reflexión teológica dramatizada sobre el alcance universal del nacimiento del Salvador? Quizá un poco de todo, por ello es importante mirar este acontecimiento con una mente abierta para adentrarnos en este relato y vivir el misterio de la Epifanía del Señor.

Contexto bíblico, teológico y tradicionalista de la Epifanía

Unos reyes de oriente que llegaron a Jerusalén, preguntando por el rey de los judíos que acaba de nacer (Mt 2, 1-2b). ¿Porque se menciona que fueron tres? La Biblia no dice que solo eran tres magos, pero según la tradición, eran tres y se llamaban:

  • Gaspar: manto verde y corona de oro, representa al rey de Saba, presenta el incienso.
  • Melchor: pelo y barba blanca, manto dorado rey de Arabia, presenta el oro.
  • Baltasar: barba y pelo negro, manto purpura, rey de Tarso y Egipto, presenta mirra.

En los frescos rudimentarios de las catacumbas de Roma, durante el siglo IV d.C., aparecen unas veces cuatro magos y otras hasta seis. La Iglesia siria y armenia creía que lo lógico es que hubieran sido doce, ya que ese era un número singular en las escrituras: el de las tribus de Israel y también el de los apóstoles. Los coptos de Egipto estaban convencidos de que debieron ser sesenta los magos de Oriente que se pusieron de acuerdo para buscar al Rey de los judíos. Ante semejante progresión aritmética de magos, tuvo que intervenir Orígenes en la primera mitad del siglo tercero para centrar las cosas y determinar que lo más sensato era quedarse solo con tres, en base a los tres regalos mencionados.

La tradición menciona tres, por los tres regalos que se entregaron: oro, incienso y mirra (Mt 2, 11). Le llevaron tres regalos con significados proféticos para la vida de Jesús:

  • Oro: como reconocimiento de su deidad: Jesús, el Rey de Reyes.
  • Incienso: una mezcla de resinas que se usaba en actos de adoración, como muestra de que Jesús es digno de nuestra alabanza y adoración.
  • Mirra: un ungüento que se usaba para los muertos en esa época, representando el sufrimiento que Jesús padecería y la muerte que sufriría.

¿Por qué siguieron la estrella?

Vieron una estrella muy brillante y como sabían mucho de astrología, reconocieron su importancia, anunciaba el nacimiento de un nuevo rey para Israel, así que decidieron ir a adorarle.

Si echamos una mirada a Dn 9, 24-27, podemos descubrir que los magos conocían las profecías de Daniel, que en tiempos pasados había sido el jefe de los sabios de la corte en Persia. La profecía anunciada da una fecha para el nacimiento del Mesías. Además, es posible que los magos conocieran la profecía de Balaam (que era de la ciudad de Pethor junto al río Éufrates, cerca de Persia) en No 24, 17. La profecía de Balaam habla específicamente de una «estrella de Jacob».

Los sabios fueron guiados a buscar al Rey de los judíos gracias a un milagroso acontecimiento estelar, la «Estrella de Belén», a la que llamaron «su estrella» Mt 2, 2. ¿Dónde está el que ha nacido rey de los judíos? preguntaron. Vimos levantarse su estrella y hemos venido a adorarlo.

Llegaron a Jerusalén y preguntaron por el nacimiento de Cristo (Mt 2, 6)

Las profecías sobre el lugar y nacimiento del mesías se cumplieron de acuerdo con los designios de Dios: Tu Belén, en territorio de Juda, no eres ni mucho menos la ultima de las poblaciones de Juda, pues de ti saldrá un líder, el pastor de mi pueblo Israel.

¿Dónde encontraron a Jesús en el pesebre o en su casa?

Entraron en la casa, vieron al niño con su madre María, y postrándose lo adoraron (Mt 2, 11). En la mayoría de pinturas y nacimientos se presenta a los magos en el establo. Sin embargo, Mateo nos dice que los magos visitaron y adoraron a Jesús en una casa, no en el establo. El folclore y la tradición presentan en esta escena en el establo una manera más romántica de representar el contraste entre los dos tipos de reyes, los reyes o sabios del mundo en contraste con el verdadero Rey y Señor.

Ellos siguieron la guía de Dios con alegría (Mt 2, 10)

Cuando llegaron a Belén, le dieron regalos muy costosos a Jesús y lo adoraron. El salmista nos acerca al cumplimiento de esta profecía que nos da el verdadero sentido de búsqueda de los magos de oriente: reconocer a Jesús como Salvador y Rey del mundo, superior al mismo cosmos y a quien se debe rendir honor y tributo, todos los hombres de la tierra hasta el mismo cosmos.

En un sueño, Dios les advirtió que no debían regresar a Herodes, así que, desobedeciendo al rey, se fueron de Judea por otro camino (Mt 2, 12).

Por medio de la obediencia a los mandamientos de Dios nos preparamos para la vida eterna y la exaltación. Algunas veces no sabemos la razón por la que se nos da un mandamiento en particular; sin embargo, demostramos nuestra fe y confianza en Dios cuando lo obedecemos a pesar de no entender la razón.

  • Adán fue desobediente en el paraíso cuando más seguro estaba, y trajo el pecado al mundo.
  • Jesús fue obediente hasta la muerte aun cuando más solo se sentía, y trajo la salvación al mundo entero.

Por lo tanto, los magos eran hombres:

  • Sabios y religiosos que estudiaban, estaban atentos y reconocían las señales.
  • Leyeron y creyeron la Palabra de Dios, se dejaron guiar por las señales de los tiempos, reconocieron a Jesús y lo adoraron.
  • Dejaron sus seguridades y emprendieron un largo viaje para ver, conocer y adorar a Jesús.
  • Le dieron regalos valiosos, lo mejor que tenían de ellos mismos.

Sentido teológico, lo que realmente importa

La dirección evangélica de esta narración nos conduce a que aquellos misteriosos personajes orientales, que desde el pensamiento de su tiempo representaban los reinos de la tierra y a los hombres sabios y religiosos temerosos de Dios, que, superando todas las diferencias culturales y demás dificultades, se pusieron de acuerdo para localizar a Jesús.

Recordemos que el hombre es un ser religioso que está en busca de Dios, los magos de oriente representan al hombre sabio y religioso que descubre desde la misma creación a su Creador, el mismo cosmos sometido a Dios, y a su vez este habla y anuncia a su creador.

Conclusión: Es probable que, después de todo, los tres Reyes Magos ni fueran tres, ni reyes, ni tampoco practicasen la magia. Sin embargo, acertaron al descubrir lo más maravilloso y real que el ser humano puede llegar a conocer de manera personal: a Jesucristo, el Hijo del Altísimo. Nuestra liturgia está diseñada de tal manera que nos ayuda a vivir y comprender mejor los misterios de nuestra fe, a conocer más del Salvador, a extender su reino en todas direcciones, y a adorarlo como nuestro Rey y Señor. Qué en esta Epifanía tomes el lugar de los magos de oriente, le ofrezcas al Señor lo mas valioso de ti, lo adores y no escatimes en tiempo y esfuerzo como ellos lo hicieron para encontrarte con Dios.

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