A medida que comenzamos el Adviento, muchos hogares y parroquias católicas se preparan no solo con coronas y luces. También levantan un Árbol de Jesé, una hermosa y práctica tradición que invita a las familias a recorrer la historia de la salvación, reflexionar sobre la venida de Cristo y servir a quienes lo necesitan.
Tradición arraigada en la escritura y en la historia
El Árbol de Jesé toma su nombre de la profecía del profeta Isaías: “Dará un vástago el tronco de Jesé, un retoño de sus raíces brotará” (Isaías 11, 1). Como Jesé es el padre del rey David, este símbolo apunta al Mesías que descendería del linaje de David.
En el arte medieval, el Árbol de Jesé aparecía en vitrales e iluminaciones como una vid o un árbol que brotaba, con ramas que sostenían al rey David, a los profetas, a María y a Cristo.
Con el tiempo, las familias católicas adaptaron este motivo como una devoción para el hogar o la parroquia durante el Adviento. Cada día puede presentarse un personaje o acontecimiento bíblico, un símbolo u ornamento, y una breve lectura o reflexión, ayudando tanto a niños como a adultos a unir la promesa del Antiguo Testamento con la Encarnación de Cristo.
Lo que nos enseña el Árbol de Jesé
El Árbol de Jesé nos recuerda que el plan de salvación de Dios se despliega a lo largo de generaciones. No es algo incidental o fortuito, sino profundamente enraizado en la historia y en la promesa.
En el fondo, esta tradición invita a los católicos a ver sus hogares como iglesias domésticas y a vivir sus calendarios de Adviento no como simples cuentas regresivas, sino como una preparación de fe.
Variante solidaria
Muchas parroquias combinan el Árbol de Jesé con un gesto de caridad: un “Árbol de Dar”. Puede ser un árbol más alto o un exhibidor decorado con etiquetas que representan a una persona necesitada, un artículo para regalar o una intención de oración. Los feligreses toman una etiqueta, cubren la necesidad (por ejemplo, un regalo para un niño, una donación para un servicio de comidas o apoyo a un ministerio navideño) y regresan el obsequio para colocarlo bajo el árbol.
Cómo participar en tu parroquia
Pregunta en tu parroquia: ¿Ofrecen algún programa de Árbol de Jesé o Árbol de Dar para el Adviento o la temporada navideña?
Participa en familia: Elijan un adorno, lean el pasaje o la historia, cuélguenlo en el árbol y conversen brevemente sobre cómo anticipa a Cristo.
Sirve a través del Árbol de Dar: Si tu parroquia cuenta con un Árbol de Dar, toma una etiqueta y comprométete con ese acto de caridad.
Lleva la tradición a casa: Las familias pueden colocar una rama, un árbol o un sencillo exhibidor en casa y colgar símbolos cada noche de Adviento, una manera creativa de integrar la fe en la vida diaria. Para una guía sobre cómo hacerlo, visita Aleteia.org
Tradición de esperanza
En una época en la que las tradiciones navideñas seculares suelen centrarse en el consumismo, el Árbol de Jesé ofrece un puente cálido y formativo hacia el verdadero sentido de la Navidad. Ayuda a las familias a recorrer la gran historia de la salvación y luego a comprometerse a dar en nombre de Cristo.
Mientras esperamos la venida de nuestro Señor, que las ramas que cuelgues y los regalos que entregues sean signos visibles del vástago que brota de Jesé: Jesucristo, el cumplimiento verdadero de toda promesa.

