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domingo, agosto 10, 2025
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Cómo convertirse en católico en el 2025: Una guía paso a paso 

Por Kate Quiñones y Jonah McKeown | CNA

La elección del papa León XIV a principios mayo ha provocado, al menos según los datos de búsqueda en Google, un renovado interés en las personas que buscan información sobre cómo “hacerse católico”. 

Esto se produce tras varios años de informes anecdóticos sobre un aumento de personas que se unen a la Iglesia católica, especialmente entre los jóvenes, en muchas diócesis de numerosos países. 

Los requisitos de la Iglesia católica para ingresar pueden parecer, al principio, complicados. El proceso implica algunos ritos importantes de iniciación, así como preparación espiritual, convivencia con otros católicos y catecúmenos y formación en las enseñanzas de la fe. 

A continuación, una guía para convertirte en católico en el 2025. 

1) ¿Estás bautizado?

Hay tres sacramentos en particular, conocidos como los “sacramentos de iniciación cristiana”, que una persona debe recibir para entrar plenamente en comunión con la Iglesia que Cristo fundó, y el bautismo siempre es el primero. (Un sacramento es un signo visible de la gracia de Dios, instituido por Cristo y confiado a su Iglesia; la Iglesia tiene siete en total). 

Los otros dos sacramentos de iniciación son la recepción del cuerpo y la sangre de Cristo a través de la Eucaristía, también llamada comunión, y la confirmación —por medio de la cual el Espíritu Santo “confirma y fortalece la gracia bautismal” en un católico bautizado. 

Para el bautismo es necesaria una fórmula sencilla, tomada de las palabras de Jesús en Mateo 28, 19, “Yo te bautizo en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo”. El celebrante vierte agua sobre la cabeza del bautizado o lo sumerge en agua. 

En la gran mayoría de los casos, el clero católico —diáconos, sacerdotes u obispos— son responsables del bautismo. Pero técnicamente cualquier persona, incluso no cristiana, puede bautizar en una emergencia —como cuando un posible cristiano, incluso un bebé, está en peligro inminente de muerte— siempre que se use la fórmula correcta y agua.  Si sabes con certeza que nunca has sido bautizado, pasa directamente al segundo punto.  

Si fuiste bautizado válidamente como católico en algún momento de tu vida, incluso de bebé, entonces técnicamente ya eres católico. Si tu bautismo fue hace mucho tiempo en una iglesia católica, probablemente esa iglesia aún tiene registro y puede proporcionártelo si lo solicitas. 

Dicho esto, si fuiste bautizado, confirmado y recibiste tu primera comunión, pero te alejaste de la fe católica, siempre puedes volver a la plena comunión con la Iglesia a través del sacramento de confesión, también llamado reconciliación o penitencia. Y si fuiste bautizado hace mucho tiempo, pero nunca recibiste tu primera comunión o confirmación, puedes hacerlo tras participar en un período de formación; habla con un sacerdote si ese es tu caso. 

Si fuiste bautizado cristiano —pero no católico— ese bautismo probablemente es válido siempre que se haya hecho con la fórmula mencionada arriba. Pero hay más que debes hacer antes de estar plenamente en comunión con la Iglesia católica. 

2) Habla con un sacerdote

Contacta una parroquia católica local. Si tienes amigos católicos, probablemente puedan ayudarte con esto. El sacerdote o el responsable de la iniciación cristiana quizás quiera reunirse contigo para platicar sobre tu deseo de hacerte católico y guiarte en los siguientes pasos. 

3) Únete a OICA

El siguiente paso es unirte oficialmente a OICA, la Orden de Iniciación Cristiana de Adultos. (Este proceso se conocía durante mucho tiempo como RICA, el Rito de Iniciación Cristiana de Adultos, hasta un cambio de nombre en el 2021). OICA es el proceso oficial de la Iglesia para iniciar a los adultos que desean ingresar y que ya han alcanzado la edad de la razón, generalmente alrededor de los 7 años. 

(Algunas personas optan por recibir instrucción privada antes de ingresar formalmente a la Iglesia; sin embargo, la manera normativa para formarse es a través de OICA). 

El primer paso, si no estás bautizado, es entrar en el catecumenado; pasarás a ser conocido como “catecúmeno”. Dependiendo de dónde estés en tu camino de fe, esta etapa puede durar varios años, aunque usualmente menos de uno. Pedirás a alguien que sea católico plenamente iniciado y tenga 16 años o más (entre otros requisitos) que sea tu “padrino” o “madrina” para que te acompañe en el camino. 

Es un tiempo único de aprendizaje y cuestionamientos que incluye tomar clases, probablemente en tu parroquia local, para conocer más la fe y reflexionar sobre cómo unirte a la Iglesia católica afectará tu vida. Cuando te sientas listo, el sacerdote y el equipo parroquial que te acompañan pueden aprobar que solicites el bautismo. 

Si ya eres cristiano bautizado, este primer paso es diferente. Se reconoce que ya has entregado tu vida a Cristo y quizá hayas sido activo en otras comunidades cristianas. En lugar de catecúmeno, te conviertes en “candidato”. 

Probablemente pasarás por un programa similar de formación, para ayudarte a entender y experimentar las enseñanzas y prácticas de la Iglesia católica. Vale la pena aclarar que, aunque cualquiera puede asistir a Misa y se recomienda hacerlo durante este tiempo, solo los católicos en comunión con la Iglesia pueden recibir la Eucaristía o comunión. 

La siguiente etapa antes del bautismo, tanto para catecúmenos como para candidatos, es conocida como el “rito de la elección”, en la cual catecúmenos y candidatos se reúnen con sus padrinos y familias, generalmente el primer domingo de Cuaresma. La Cuaresma es un período especial de 40 días de penitencia y preparación que la Iglesia dedica antes de la celebración alegre de la resurrección de Cristo en Semana Santa. 

Durante el rito de la elección, compartirás tu deseo de ser bautizado con el obispo local. Tu nombre se escribe en un libro y, como catecúmeno o candidato comprometido, tú y tus compañeros pasan a ser “los elegidos”. Durante la Cuaresma, los que se preparan para la iniciación cristiana viven un tiempo de “purificación e iluminación”.  Se invita a los católicos a rezar por los catecúmenos y candidatos que se acercan a la culminación de su proceso.  En esta etapa, ya habrán escogido a sus padrinos. 

Durante la Vigilia Pascual, que se celebra el sábado por la noche antes del Domingo de Resurrección, los catecúmenos reciben los sacramentos del bautismo, la confirmación y la Eucaristía, entrando así en plena comunión con la Iglesia católica. 

Los candidatos, que ya fueron bautizados, harán una profesión de fe cuando estén listos y preferentemente serán recibidos en la Iglesia en una Misa dominical durante el año. 

Antes de eso, sin embargo, los candidatos deben acudir al sacramento de la confesión y se les anima a hacerlo con frecuencia durante su formación. El bautismo borra todos los pecados anteriores, por lo que los catecúmenos no necesitan confesarse. 

Después de ser recibidos en la Iglesia, los católicos recién iniciados continúan su formación en la fe durante lo que la Iglesia llama el “periodo de mistagogia”. Esto dura hasta Pentecostés, la fiesta 50 días después de la Pascua en la que celebramos el nacimiento de la Iglesia, cuando el Espíritu Santo descendió sobre los apóstoles. 

¡Bienvenido a casa, a la Iglesia católica! 

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