Jesús es la razón de la Navidad. Por tanto, si no asistimos a Misa, no hay Navidad verdadera. Asistir a la Misa en la solemnidad de la Natividad del Señor no es solo una obligación, sino el culmen de nuestra celebración navideña. Además de llenar nuestros hogares alegría, el nacimiento de Jesús también puede llenar nuestro corazón de gozo y esperanza.
La solemnidad de la Natividad del Señor cuenta con cuatro celebraciones litúrgicas a las que podemos asistir. Si bien en todas celebramos el nacimiento de Jesús, cada una cuenta con sus propias lecturas y oraciones que se enfocan en un aspecto diferente de la Navidad.
LAS CUATRO MISAS DE NAVIDAD
Misa de vigilia
La Misa de vigilia se celebra la tarde del 24 de diciembre. No se lee sobre el nacimiento del Niño Jesús, porque aún estamos en espera. Aquí se lee la misma lectura del último domingo de Adviento. Estamos saliendo del Adviento para entrar en la Navidad.
Misa de Nochebuena o “Misa de gallo”
En esta celebración eucarística, que tradicionalmente se lleva a cabo la noche o medianoche del 24, comenzamos a celebrar el nacimiento del Niño Jesús. En esta Misa, escuchamos la narración del nacimiento del Señor del Evangelio de san Lucas y de cómo los ángeles llevaron la buena noticia a los pastores.
Misa de la aurora
Esta Misa, que se celebra al amanecer del 25 de diciembre, se enfoca en la luz que Cristo trae al mundo. Las lecturas son una continuación de las lecturas de la Misa anterior y se centran en el papel de los pastorcillos. Así como los pastores, nosotros también estamos llamados a dar gloria a Dios y dar testimonio de lo que hemos presenciado.
Misa del día
La última Misa de Navidad se lleva a cabo el 25 de diciembre a plena luz del día. El enfoque de esta celebración eucarística es el misterio de la Encarnación y la identidad divina de Jesús. Aquí pasamos de la narración del nacimiento de Jesús en Lucas al prólogo del Evangelio de san Juan.
¿Todas son válidas?
Aunque la Iglesia ofrece cuatro Misas distintas, no es necesario asistir a todas. Asistir a una de las cuatro es suficiente. Las Misas de vigilia o de Nochebuena también cumplen con el día de precepto. Sea cual sea la que elijas, asegúrate de que Jesús sea el centro de tu celebración navideña.
Cristo nos dejó la Santa Misa como el lugar principal para entrar en comunión con él. Acudamos a esta celebración tan importante, no solo por obligación, sino para no perdernos la oportunidad más grande de reencontrarnos con él.
Horarios de Misa de Navidad
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