A medida que los alumnos de la escuela católica Good Shepherd, en Denver, se preparaban para regresar a clases en el año número 101 de la institución, su director Joe Barrett anticipaba el inicio de algo especial.
“Mi mensaje principal ha sido de renovación, de un tiempo nuevo, como una nueva era para Good Shepherd”, dijo Joe, quien inicia su tercer año como director después de haber enseñado 15 años en la escuela.
La renovación llega también con nuevos liderazgos en puestos clave. El padre Chris Marbury se convirtió en el nuevo párroco el 1 de julio, mientras que Dakota Pesce se integró como subdirectora. Para Joe, esta combinación representa una oportunidad para fortalecer la misión católica de la escuela.
“El equipo que estamos empezando a formar, y continuar fortaleciendo la escuela como un ministerio primordial de la parroquia, es, siendo honesto, lo que más me entusiasma”, comentó Joe.
El año pasado, Good Shepherd celebró su 100 aniversario de educación católica, un hito que conecta directamente con la historia única de la parroquia. La escuela tiene sus raíces en 1924-1925, cuando tanto la parroquia St. Philomena como la St. John tenían generaciones de graduados. Ambas parroquias se unieron en 1982.
Al inicio, la escuela unida funcionaba en dos edificios, y algunos maestros se trasladaban entre ellos durante el día. En el 2003, una importante remodelación reunió a todos los estudiantes bajo un mismo techo en la ubicación actual, aunque varios miembros del personal aún recuerdan los días de los dos campus.
“Todavía tenemos maestros en el personal que enseñaron en ambos edificios después de la unión de las escuelas, antes de que estuvieran bajo un mismo techo”, explicó Joe.
Este ciclo escolar trae consigo algunos cambios académicos junto con el nuevo liderazgo. La escuela está reforzando la implementación de un renovado plan de estudios de historia, publicado por la arquidiócesis, que se aparta de los estudios sociales tradicionales para seguir la historia de la salvación y la historia humana de manera cronológica.
“El nuevo plan de estudios de historia es claramente católico, reflejando la historia de la salvación y la historia humana cronológicamente desde el inicio”, explicó. Dakota Pesce jugará un papel fundamental en el fortalecimiento de la implementación de este programa.
Mientras las familias y los estudiantes se preparan para el inicio del nuevo ciclo, el personal y los maestros de Good Shepherd —así como de todas las escuelas católicas de la arquidiócesis— llevan tiempo preparándose para darles la bienvenida.
La semana previa al inicio de clases, todo el personal participó en una Misa de apertura con el padre Chris, quien ofreció lo que Joe llamó “una homilía increíble sobre lo que hacemos en la educación católica y nuestro llamado a mostrar el amor de Cristo a todos nuestros alumnos y familias”.
Los maestros también completaron entrenamientos de seguridad y certificaciones de RCP/primeros auxilios, que son requisitos para todo el personal. Muchos asistieron también a la Misa de las 7 de la mañana el viernes pasado, en la solemnidad de la Asunción.
Para Joe, que tiene a tres de sus cuatro hijos estudiando en Good Shepherd, la entrega es tanto profesional como personal.
“Tengo tres hijos en la escuela, así que estoy involucrado también como papá”, dijo. “Creo que este es el comienzo de una gran historia continua de nuestra escuela, pero también el inicio de algo nuevo, y eso es realmente emocionante”.
La escuela atiende a estudiantes desde preescolar (a partir de los 3 años) hasta octavo grado, manteniendo su misión de educación católica iniciada hace más de un siglo, mientras se proyecta hacia los próximos cien años.
“Hay gran energía y entusiasmo en el edificio al dar los primeros pasos hacia lo que serán los próximos 100 años para nuestra escuela, nuestra parroquia y la misión de la educación católica”, afirmó Joe.
