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Hermanas fallecidas en inundación de Texas, encontradas sostenidas de las manos, son recordadas por su fe y bondad

Por Madalaine Elhabbal | ACI Prensa

Dos hermanas que asistían a la escuela católica St. Rita en Dallas, Texas (Estados Unidos), se encuentran entre las víctimas de las inundaciones repentinas en Texas Hill Country que han devastado partes del estado, confirmó la escuela en un comunicado el sábado.

Blair Harber, de 13 años, y Brooke Harber, de 11, estaban de vacaciones con sus padres y abuelos en el río Guadalupe, cerca de Hunt, Texas. La inundación repentina elevó el nivel del río más de 6,7 metros en media hora durante la madrugada del 4 de julio, arrancando y arrastrando la cabaña en la que se alojaban con sus abuelos.

Fueron encontradas en Kerrville, a 24 kilómetros de su comunidad de cabañas, con las manos entrelazadas, según informes.

Sus abuelos, Charlene y Mike Harber, aún no han sido encontrados.

Según un mensaje compartido por su tía, Jennifer, en una página de GoFundMe creada para la familia Harber, los padres de las niñas, que se alojaban cinco cabañas más lejos de sus hijas, se despertaron alrededor de las 3:30 a.m. del viernes por el sonido de la tormenta y se vieron obligados a romper una ventana de su cabaña para escapar. El padre de las niñas, RJ, intentó llegar en kayak a la cabaña de las niñas, pero el agua estaba demasiado alta y tuvo que regresar.

La familia informó haber recibido mensajes de texto de las niñas enviados mientras su cabaña se llenaba de agua.

“Brooke le escribió un mensaje de texto a mi hermano [su padre], a su abuela y a su abuelo del lado de Annie, diciendo ‘los quiero’ a las 3:30 a.m.”, escribió la tía de las niñas. “Blair y yo tuvimos una conversación sobre Dios y el cielo dos semanas antes. Tenían sus rosarios con ellas”.

Las dos niñas tendrán un funeral conjunto en St. Rita en una fecha que se determinará después de que también se haya encontrado a sus abuelos, según el mensaje de la tía.

“Estamos más que devastados y con el corazón roto”, concluyó. “Las oraciones son muy apreciadas y es lo que necesitamos en este momento”.

Jóvenes de profunda fe

“Blair y Brooke eran jóvenes de profunda fe, y la religión era una de sus materias favoritas. La noche en que murieron, subieron al altillo de su cabaña con sus rosarios”, dijo la escuela en su comunicado. “Incluso en sus últimos momentos, se aferraron fuertemente la una a la otra, un poderoso símbolo de su vínculo duradero y su confianza en Dios”.

Las inundaciones en Texas

Las inundaciones repentinas en Texas Hill Country comenzaron en las primeras horas del 4 de julio. Las fuertes lluvias llenaron los arroyos que desembocan en los varios ríos que serpentean por las normalmente áridas colinas conocidas como Texas Hill Country, ubicadas al norte y oeste de San Antonio y Austin.

El río Guadalupe, cerca de donde se alojaban las niñas, subió tan rápidamente que las órdenes de evacuación del Servicio Meteorológico Nacional no se emitieron a tiempo para evacuar. El río se elevó más de 6,7 metros en media hora alrededor de las 4 a.m. del 4 de julio, según funcionarios locales, devastando partes de los pueblos de Hunt, Kerrville y Comfort.

Un campamento cristiano de verano para niñas en la zona, Camp Mystic, confirmó la muerte de 27 campistas y consejeras que estaban desaparecidas, incluyendo una cabaña entera de niñas de 8 y 9 años, según informes locales, elevando el número total de muertos a al menos 89 personas. Al menos 850 personas han sido rescatadas. Diez campistas y una consejera de Camp Mystic siguen desaparecidas, según CNN.

Mons. Gustavo García-Siller, Arzobispo de San Antonio, celebró una Misa conmemorativa por las víctimas el 6 de julio en la iglesia católica Notre Dame en Kerrville.

El presidente estadounidense Donald Trump declaró el condado de Kerr como zona de desastre el 6 de julio.

El gobernador de Texas, Greg Abbott, declaró el desastre en 15 condados el 4 de julio, desplegando a más de 500 socorristas, 14 helicópteros, botes, vehículos para aguas altas y drones. Abbott prometió en una conferencia de prensa en Kerrville el viernes que los rescatistas “no escatimarán esfuerzos” para encontrar a todas las víctimas de las catastróficas inundaciones.

Los ríos continuaron subiendo durante el fin de semana festivo. En las primeras horas del sábado 5 de julio, el río Guadalupe alcanzó un récord de 14,4 metros en Bergheim, Texas, a unos 80 kilómetros de Kerrville.

Traducido y adaptado por el equipo de ACI Prensa. Publicado originalmente en CNA.

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