Miles de estudiantes han terminado el año escolar y junto a sus padres afrontan ahora la decisión de elegir la siguiente escuela. Otros padres de familia se encuentran en la etapa de elegir una escuela por primera vez para sus niños en edad de kindergarten. Sin embargo, como los números lo indican, la gran mayoría de padres hispanos y no hispanos colocarán a sus niños en escuelas públicas para el siguiente ciclo escolar. Pocos optarán por escuelas católicas.
Pero ¿por qué? ¿Qué factores contribuyen a que sólo el 24% de la población estudiantil de las escuelas católicas sea de origen hispano? ¿Por qué, si el 52% de los católicos de la Arquidiócesis de Denver son hispanos, menos de la mitad asisten a escuelas católicas?
Para tratar de comprender algunas de estos factores, hablamos con Richard Thompson, Superintendente de las escuelas católicas de la Arquidiócesis de Denver, quien dio motivos suficientes para que las familias hispanas consideren una escuela católica para sus hijos.
No es el costo
Thompson se refirió a ciertas imprecisiones que quizás existen. Citando un estudio realizado a nivel nacional por la Universidad Notre Dame, Thompson afirmó que el precio de la colegiatura no es el primer factor por el cual las familias hispanas no inscriben a sus hijos en escuelas católicas. “El costo es un factor importante, pero no el más determinante. Existen otros como el no sentirse acogido, la falta de información en español, y sobre todo, la percepción de que la escuela católica no es para ellos”, aseguró. Esto último, lo mencionó a raíz de la experiencia que muchas personas tuvieron en sus lugares de origen en Latinoamérica, donde las escuelas católicas estaban fuera del alcance incluso de personas de ingresos medios. Pero ése no es caso de las escuelas arquidiocesanas de Denver, explicó el Superintendente. Todas ellas son parroquiales y su principal objetivo es servir a la misma comunidad y a otras parroquias a su alrededor.
Mejores resultados
Fuera de lo obvio, es decir, de una formación más profunda en la fe, las escuelas católicas de Denver ofrecen mucho más. De acuerdo a Thompson, éstas tienen mayor éxito graduando estudiantes y menos casos de estudiantes que abandonan la escuela. Esto gracias programas de estudios rigorosos, pero sobretodo porque, a diferencia de las escuelas públicas, las católicas sirven al estudiante de “manera integral, incluyendo su crecimiento espiritual”. Y para aquellos preocupados por el rendimiento académico y evaluaciones, las escuelas católicas también miden su éxito, pero no por el afán de buscar obtener más fondos -como es el caso de las escuelas públicas- sino porque evalúan al niño en su integridad.
Otro gran motivo por el cual vale la pena elegir la educación católica es para evitar los riesgos de la mala educación sexual que ahora por ley, enseñan las escuelas públicas. Según Thompson, dicha “educación” es para “dar miedo”. “En las escuelas católicas –afirmó el experto- proveemos el apoyo que refuerza los valores (enseñados) del hogar”.
Becas y subvenciones
Sobre el factor económico, el Superintendente recordó los distintos programas, becas y subvenciones existentes, y los que vienen: “Ahora estoy recomendando que las escuelas ofrezcan becas basadas en el mérito”. El primer paso fundamental que los papás deben tomar, asegura, es ir a conversar a la escuela. Una vez ahí, la escuela buscará la manera de asegurar que ni el factor económico, ni ningún otro, sean un impedimento. No será gratuita, pero se verá de acomodar a las posibilidades de cada familia.
Thompson reconoce hay mucho trabajo por hacer por parte de su oficina. Es por ello que han implementado un programa piloto para otro estudio junto a la Universidad de Notre Dame, para aprender más sobre las maneras que pueden servir mejor a las familias hispanas.
“Valoramos a las familias Latinas, son una bendición para la Iglesia con muchos talentos que ofrecer, son parte del futuro y del crecimiento de la Iglesia”, dijo Thompson. Y por ello, las puertas de las escuelas católicas están siempre abiertas. “Siéntanse acogidos”.