Por Caitlin Burm
Desde las instalaciones parroquiales hasta las aulas de las escuelas católicas, la seguridad está presente en cada nivel del ministerio de la Arquidiócesis de Denver. Mientras el diácono Mike Daly trabaja arduamente para fomentar una cultura de seguridad en toda la arquidiócesis —incluso en colaboración con la oficina local del FBI en Denver—, continúa el esfuerzo por fortalecer la confianza y el sentido de protección dentro de la comunidad católica.
A través de sus programas de Entorno seguro, la Oficina para la Protección de Menores y Adultos en Riesgo (OMAAP, por sus siglas en inglés) capacita a empleados y voluntarios adultos no solo para reconocer y prevenir el abuso, sino también para construir comunidades de confianza, donde toda persona —especialmente los más vulnerables— pueda sentirse segura y acompañada.
Alex Kwan, directora de programas de la OMAAP en la Arquidiócesis, explicó que la Iglesia está plenamente comprometida con la protección de sus miembros más vulnerables mediante la concientización, la educación y la acción.
Compromiso con la seguridad y la confianza
“Siguiendo el marco del Estatuto para la protección de niños y jóvenes de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB, por sus siglas en inglés), ofrecemos educación, programas y recursos sobre el abuso infantil y de adultos vulnerables. También brindamos información y formación sobre cómo reportar casos de abuso conocidos o sospechados”, explicó Alex, señalando que este reporte es un requisito del Código de Conducta Arquidiocesano, que todos los empleados de la Iglesia en el norte de Colorado deben cumplir.
“Al ofrecer educación sobre el tema y el contexto del abuso —cómo afecta a las víctimas y cómo actúan los agresores—, los adultos comprometidos saben identificar señales de alerta, responder adecuadamente y reportar a tiempo para prevenir o detener el abuso”, añadió.
La formación, además, ayuda a los participantes a crear comunidades de apoyo y fomentar conversaciones abiertas, de modo que las víctimas sepan que pueden compartir sus experiencias sin miedo. “Como comunidad, nuestros espacios, lenguaje y acciones deben ser alentadores para quienes han sido heridos y deben promover la sanación”, subrayó.
Estos entrenamientos de Entorno seguro son obligatorios para todos los sacerdotes, seminaristas, empleados y voluntarios que trabajan con menores, e incluyen una verificación de antecedentes. La participación y el cumplimiento son monitoreados de forma continua, y se requiere renovar la capacitación cada cinco años.
El compromiso con los entornos seguros comienza con los adultos, pero se extiende a toda la comunidad eclesial. Gracias al programa “Empoderando a los hijos de Dios”, los niños en escuelas católicas y programas de catequesis aprenden sobre límites personales y seguridad, para que también puedan colaborar activamente en su propia protección.
Prevenir el daño y promover la sanación
El programa de Entorno seguro va más allá del cumplimiento de normas. No se trata solo de prevención, sino también de formación, sanación y responsabilidad. De esta manera, la Arquidiócesis asegura que cada parroquia y escuela sea un lugar donde los menores y adultos vulnerables estén realmente seguros y acompañados en su fe.
Alex explicó que los programas de la OMAAP buscan poner la sanación —tanto personal como eclesial— en el centro de todas sus iniciativas y requisitos.
“Trabajamos con un enfoque informado en el trauma, tanto en nuestras comunicaciones como en nuestras formaciones. Además, Jim Langley, Psy.D., nuestro coordinador de asistencia a víctimas, desempeña un papel clave al acompañar a los sobrevivientes que buscan la ayuda de la Iglesia, y al orientar a los líderes parroquiales y escolares cuando surge una situación”, señaló.
Según Alex, un feligrés que se había sentido desilusionado por las respuestas pasadas de la Iglesia al abuso confesó que los programas de la OMAAP restauraron su confianza.
“Después de conocer las medidas actuales de protección y ver la dedicación de su parroquia al cumplimiento, dijo que su confianza en la Iglesia se renovó, y regresó al ministerio parroquial después de muchos años”, compartió.
Kevin Davies, facilitador del programa de Entorno seguro en la Arquidiócesis, vivió una experiencia similar. Contó que uno de los momentos más significativos en sus 20 años de servicio fue cuando una participante pidió asistir nuevamente a una de sus clases.
“Durante la sesión, la participante compartió que una parte de la conversación le recordó un abuso que sufrió en su infancia”, recordó Davies. “Contó que su madre lo sabía, pero no supo cómo manejarlo, y nunca se volvió a hablar del tema. A través del curso y las conversaciones posteriores, comenzó a procesar el trauma y a experimentar un sentido de sanación. Me dijo que era la primera vez que podía hablar de ello, después de cargarlo durante décadas”.
Años después, Davies supo que aquella mujer se había casado, formado una familia y que la formación había sido una pequeña parte de su proceso de recuperación. “Esto no se trata solo de cumplir requisitos”, dijo. “Se trata de hacer del mundo un lugar más seguro para todos”.
En cifras
- 85,000 adultos han completado la capacitación de Entorno seguro desde el 2002.
- 20,000 niños reciben cada año formación sobre límites personales y seguridad en escuelas y parroquias.
- 11,000 empleados y voluntarios activos están capacitados como reporteros obligatorios.
- 3,500 adultos participan cada año en sesiones presenciales, guiadas por 200 facilitadores en toda la arquidiócesis.
“El gran logro es que estamos llegando a muchísimas personas —equipándolas para ser los ojos y oídos de la Iglesia,” dijo Alex. “Cuando las comunidades pueden hablar abiertamente sobre el abuso, es mucho más probable que puedan prevenirlo.”
A través de estos esfuerzos, la Arquidiócesis de Denver sigue cumpliendo su promesa de proteger a los más vulnerables y promover la sanación dentro de la Iglesia. Con raíces en la fe y guiada por la esperanza, la OMAAP nos recuerda que crear espacios seguros y compasivos es parte esencial de vivir el Evangelio.
Para obtener más información sobre los requisitos, cumplimiento y recursos del programa de Entorno seguro, visita el sitio web de la Oficina para la Protección de Menores y Adultos en Riesgo (OMAAP).

