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miércoles, abril 16, 2025
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De la recuperación a la redención: Viaje de servicio y sobriedad del diácono Phil Harrington

El año 2024 marca el 50º Jubileo del Diaconado Permanente en la arquidiócesis de Denver. A través de la predicación, el servicio, la adoración y la oración, los diáconos sirven al pueblo de Dios de maneras singularmente especiales a través de sus diversos ministerios y vidas. Este artículo es uno de una serie de artículos que El Pueblo Católico publicará en el 2024 y que presentará a diáconos locales o a un ministerio diaconal. Hay muchos santos diáconos que fueron martirizados por su fe. En este año de Jubileo, los diáconos de la arquidiócesis de Denver piden oraciones a través de la intercesión de san Euplio de Catania, diácono y mártir.

“No son los sanos los que necesitan médico, sino los enfermos” (Mt 9:12). Estas palabras de Jesús, pronunciadas en compañía de pecadores y marginados, resuenan profundamente con la misión del diácono Phil Harrington. Durante más de treinta años, el diácono ha seguido el ejemplo de Cristo, ofreciendo compasión y esperanza a quienes más lo necesitan, especialmente a quienes luchan contra la adicción y la falta de hogar.

Al igual que el médico divino, el diácono Phil ha dedicado su vida a servir a las personas en camino hacia la recuperación. Desde su tiempo como vicepresidente de Caridades Católicas en Colorado Springs hasta sus esfuerzos con RecoveryWorks, un centro que ayuda a los que experimentan crónicamente la falta de hogar a navegar sistemas complejos para recibir atención física y mental, así como apoyo en empleo, vivienda y educación, ha sido un faro de misericordia para quienes luchan por encontrar su camino.

El viaje del diácono Phil fue moldeado por un profundo deseo de servir al Señor y ayudar a los demás. Después de pasar un año en el seminario y finalmente obtener su título como estudiante laico, el diácono Phil trabajó por 19 años en la aplicación de la ley.

“Sabía que no estaba llamado al sacerdocio, pero había un pequeño folleto sobre el diaconado, y definitivamente sentí el llamado a servir al Señor, así que siempre pensé que el diaconado podría ser algo en lo que me interesara”, dijo el diácono Phil.

Si bien ese llamado al servicio ha tomado muchas formas a lo largo de los años, su ministerio con aquellos que sufren de adicción y falta de hogar se ha convertido en su expresión más profunda de la misericordia de Cristo. Para el diácono Phil, el diaconado ha sido una oportunidad para vivir su propio viaje de una manera personal.

“Una de las maneras en que cualquier persona que ha estado en recuperación durante mucho tiempo se mantiene sobria, es a través del servicio a otros”, explicó el diácono Phil. “Y el diaconado me dio la oportunidad de ayudar a otros en su propia recuperación”.

Con su corazón arraigado en el servicio, el diácono Phil pronto encontró una manera de hacer un impacto duradero.

“Me involucré en el movimiento de recuperación y fundé un programa de vivienda transicional ubicado en la diócesis de Pueblo para los que experimentan crónicamente la falta de hogar, para alcohólicos y para adictos a las drogas”, compartió el diácono. “Ayudar a las personas con problemas de drogas y alcohol en el camino hacia la sobriedad ha sido una parte clave de mi ministerio”.

El trabajo del diácono Phil se basa en la comprensión de que quienes luchan con la adicción necesitan compasión, apoyo y tiempo para redescubrir su autoestima.

“Cualquiera persona que tenga un problema de salud mental crónico no puede actuar en su propio mejor interés, así que alguien más tiene que actuar por ellos hasta que puedan hacerlo. Alguien tiene que amarlos hasta que puedan amarse a sí mismos nuevamente”, explicó.

Este ministerio también ha tenido un impacto duradero en su familia, particularmente en sus hijos y nietos.

“La historia que quisiera que se contara es el efecto que el diaconado ha tenido en mis hijos y ahora en mis nietos”, dijo el diácono Phil. “He presidido en todas las bodas de mis hijas y ahora he bautizado a todos mis nietos. Así que han crecido con este ministerio y siempre me han apoyado”.

Aunque el diácono Phil ha servido a otros en muchas capacidades, su corazón permanece con aquellos que a menudo son pasados por alto por la sociedad: los adictos, los sin hogar y los perdidos.

“El diácono es el ministro de la caridad. Y lo más grande para mí ha sido ser un verdadero apoyo para nuestros sacerdotes y ayudarlos a cuidar de las almas de su gente”, dijo.

Así como Jesús se acercó a quienes necesitaban sanación y misericordia, la vida de servicio del diácono Phil Harrington refleja ese mismo cuidado compasivo por los enfermos espiritual y físicamente. Su viaje continúa inspirando a todos los que lo encuentran mientras camina al lado de aquellos que van hacia la recuperación y la redención.

Marie O'Neal
Marie O'Neal
Marie San José es la escritora y periodista para Denver Catholic y El Pueblo Católico.
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