Por Teresa Rodríguez
Cynthia Nunes, veterana del ejército con 20 años de servicio, protegió a nuestro país a través de su servicio militar. Ahora, salvaguarda almas a través de su servicio de oración con los ancianos en el Veterans Community Living Center en Fitzsimons, un centro de vivienda asistida para veteranos en Aurora.
El año pasado, cuando Cynthia se mudó a Colorado y se estableció en Aurora, buscó una manera de involucrarse con su fe y su comunidad.
“Afortunadamente, encontré The Rosary Team (El equipo del rosario) y comencé a ser voluntaria para rezar el rosario con los adultos mayores”, compartió, recordando sus inicios con el ministerio que sirve a los ancianos a través de la oración y la presencia. Cuando contactó al Rosary Team, Cynthia fue conectada con otra voluntaria, Margaret, y se hicieron grandes amigas.
“Ella fue la primera persona que conocí cuando llegué aquí y se ha convertido en una amiga muy querida”, recordó Cynthia. “Todo salió de maravilla. Gracias a Margaret, ahora soy feligresa de la parroquia Our Lady of Loreto. A través de mi fe católica, Dios me dio más familia y personas en mi vida, llenando mi corazón. Nunca me siento sola; solo encuentro una parroquia y oro para estar cerca de Dios”.
En su nueva comunidad, Cynthia se puso a trabajar con The Rosary Team, rezando y acompañando a los ancianos en centros de vivienda asistida. Como veterana, deseaba llevar la oración especialmente a la comunidad de veteranos, para asegurarse de que se atendieran sus necesidades espirituales y mostrar agradecimiento por sus sacrificios. De esta manera, ella y los voluntarios del Rosary Team actúan como soldados espirituales de Dios, llevando el amor de Cristo a aquellos en la sociedad que a menudo son olvidados.
Atender el cuidado de las almas en los últimos meses o años de vida demuestra el valor inmenso de esas mismas vidas. La enseñanza católica sostiene que toda vida humana posee una dignidad profunda desde la concepción hasta la muerte natural.
“Salir de la casa para ser voluntaria los lunes por la mañana muchas veces es difícil”, expresó Cynthia sobre la batalla espiritual. Pero una vez que está en el centro rezando con los residentes, experimenta una profunda alegría. “Me da energía priorizar a Dios y esparcir amor”, agregó.
Incluso mientras sirve a los residentes, la oportunidad de orar con ellos la ayuda a profundizar su propia fe y a mantenerse enfocada en Dios. En cada visita, Cynthia y los residentes se vinculan a través de la fe y comparten historias sobre su servicio militar, los lugares en los que fueron destinados y sus experiencias en la guerra.
“Somos muy unidos; ellos me conocen a mí y a Ohana”, dijo, refiriéndose al perro labradoodle que lleva para darles más compañía a los residentes. “Son muy protectores entre sí. Estoy agradecida de tener un lugar donde puedo rezar con otros veteranos; todos sacrificamos nuestro tiempo por el ejército y tenemos una comprensión tácita entre nosotros”.
Cynthia también reza el rosario en Renew, otro centro de vivienda asistida en Aurora, junto a un equipo de voluntarios del Rosary Team. “Todos damos gracias a Dios por habernos encontrado para compartir nuestra fe católica, llevando la oración a los ancianos de nuestra comunidad”, dijo Cynthia sobre el equipo dedicado.
A pesar de haber atravesado muchas pruebas personales en su vida, Cynthia sigue firme en su fe. Sobreviviente del ataque al Pentágono el 11 de septiembre del 2001, luchó durante años, aunque nunca perdió su fe en Dios.
“Mi primera asignación fue en el Pentágono como programadora de computadoras, lo cual me encantaba. Trabajé en lo que se llamaba el E-Ring, justo donde el avión impactó el 11 de septiembre”, recordó. “Sentí un shock al ver cómo nuestro país era atacado, y luego me invadió un sentimiento de tristeza. Nunca perdí la fe en Dios. Él no hizo que esto sucediera. Pero me preguntaba cómo mi vida había sido salvada cuando tantos otros quedarían marcados para siempre por la pérdida de vidas y el sentido de seguridad, los cuales tendríamos que abrazar por siempre. Mis sentimientos de shock y tristeza se transformaron en orgullo mientras compañeros de trabajo y veteranos arriesgaban su propia seguridad solo para asegurarse de que otros fueran salvados”.
“Ser parte del Rosary Team me ayudó a comenzar el camino hacia la sanación porque me exigió pensar en los demás antes que en mí misma”, explicó Cynthia. En sus días más oscuros de depresión, sintió que Dios le susurraba: “Por favor, dame un día más”. Así que Cynthia siguió adelante porque sabía que “no había nada que perder viviendo un día más. Siento que el Espíritu Santo me dice que tengo más por hacer”.
“Hoy, estoy mucho más saludable tanto mental como físicamente”, dijo. “Las visitas semanales con mis compañeros veteranos rezando el rosario y mis visitas cada dos semanas rezando en un centro de vivienda asistida local me han ayudado a seguir poniendo a los demás antes que a mí misma y a entender lo poderosas que son la oración y el sentido de comunidad en esta hermosa vida que Dios me ha dado”.
“El poder del rosario y ser miembro del Rosary Team ha impactado positivamente mi vida. De hecho, estas experiencias como miembro de la fe católica me han salvado la vida”, concluyó Cynthia.
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Para más información sobre *The Rosary Team* y para involucrarte, visita su sitio web.
Teresa Rodríguez es la fundadora y presidenta del Rosary Team. Estaba cuidando pacientes de hospicio cuando dijo “Sí” a este llamado. Con una maestría del Augustine Institute con enfoque en evangelización y catequesis y una maestría en ciencias de la enfermería, es enfermera practicante de hospicio. Fue invitada al programa Take 2 With Jerry and Debbie de EWTN Radio. El padre Mariano Chris Alar también filmó al Rosary Team en acción para EWTN. Para ser voluntario del Rosary Team o socio de misión visita: http://therosaryteam.org/.