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miércoles, abril 16, 2025
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SÍ a la vida: Testimonio de amor incondicional ante la adversidad

Cuando Sol y Jerry se enteraron de que uno de sus hijos tenía una condición poco compatible con la vida, no dudaron ni un segundo en traerlo al mundo y recibirlo con el mismo amor que Dios se los envió.

Soledad Ramírez (Sol) y Gerardo Melo (Jerry), eran muy jóvenes cuando se conocieron y decidieron formar una familia. Ambos crecieron en familias católicas y trataban de vivir la vida acorde a las enseñanzas que recibieron en casa y con valores católicos.

En el 2017, Sol recibió la noticia de que estaba embarazada de su cuarto bebé. En ese tiempo, la pareja estaba en México cuando Sol comenzó a tener contracciones y sangrado a sus 9 semanas de embarazo. Cuando llegaron al hospital el corazón de su bebé ya no latía.

“Fue muy difícil, pero es la voluntad de Dios. Yo no sé porque suceden las cosas así, quizás un día lo voy a entender, quizás no, pero sé que todo lo que él hace es por nosotros”, dijo Sol al recordar aquel momento tan difícil.

Jerry por su parte no comprendía porque al darle el control de su familia, Dios le pagaba de esa manera.

“¿Para qué me dices que me lo das y te lo llevas?”, recuerda haber reclamado. “Para mí fue muy duro y me tomó tiempo, fue un choque de emociones. Seguía luchando contra él, contra mis comodidades de lo que yo quería de él. Pero es el abandono en el Señor el que te da las fuerzas”.

“Le pusimos José Maria porque no sabíamos si era niño o niña. Fue concebido y existió, y tiene la misma dignidad que todos los demás. No pudo haber pasado por este mundo sin pena ni gloria”, expresó la pareja.

“Hoy en día el ser humano quiere evitar el sufrimiento, pero no se da cuenta que a través del sufrimiento hay mucha enseñanza”.
Jerry Melo 

Sol y Jerry continuaron su vida con la certeza de que los planes de Dios siempre son mejor que los de ellos.

“Dios sabe y permite que te pasen cosas para tu crecimiento”, expresó Jerry.

“Al darle ese control, también te da libertad y te quitas de muchos miedos”, agregó Sol.

En el 2022, Sol quedó embarazada de su octavo bebé.

“Josías, definitivamente vino y rompió esquemas”, aseguró Jerry.

Luego de hacerle estudios de rutina y de ADN, a las 20 semanas de embarazo Sol recibió una llamada del hospital donde le explicaban que sus análisis de sangre mostraban que su bebé tenía un síndrome poco compatible con la vida, el síndrome de Edwards, también conocido como trisomía 18.

El síndrome de Edwards se caracteriza por peso bajo al nacer y rasgos inusuales. Además, en la mayoría de los casos los bebes nacen con defectos en sus órganos principales como el corazón, los pulmones, los riñones y los intestinos, entre otros. Si bien la mayoría de los bebes con esta condición mueren en el vientre de la madre o poco después de nacer, algunos sobreviven unos años.

Sol recuerda recibir esta información por teléfono en shock y sin comprender lo que estaba escuchando. Cuando Jerry regresó de trabajar, le informó sobre la situación. Luego de hablar las cosas y orar juntos para poder procesar esta difícil información, Sol y Jerry se pusieron en manos de Dios.

“Vamos a luchar. Dios nos está mandando esta criaturita, vamos a luchar y ver que es lo que viene, que nos viene a enseñar. No importa que tenga 20 años y lo tengamos que cargar. El tiempo que Dios nos lo regale 5, 10, 15 años o 1, nosotros vamos a estar ahí para él”, recuerda Sol con emoción.

“Para mí esto se trataba de hacer oración, pedirle mucho a Dios que me lo prestara lo que fuera, pero que me dejara conocerlo. Yo me veía en el gimnasio preparándome físicamente para estar fuerte para mi hijo, por si tenía que cargarlo cuando estuviera muy grande”, agregó Jerry.

“Quiero que mis hijos no solamente sigan a Dios, sino que lleven a más personas a seguirlo, que proclamen a Dios con su vida y sus acciones, ese es mi sueño. Josías lo hizo”.
Sol Ramírez 

En uno de los ultrasonidos, se dieron cuenta que la situación de Josías era muy complicada. Sin embargo, confiaban en Dios y en su misericordia.

“Mi hijo tenia los dos labios leporinos, no se le desarrolló un oído, las manitas y los pies los tenía engarrotaditos, el intestino lo tenía fuera, tenía muchas anomalías en el corazón, entre muchas cosas más”, describió Sol.

“Cuando te dicen todo eso, aunque tu mente no lo quiere ver, tu corazón siente que va a ser casi imposible”, señaló Jerry.

Durante las próximas semanas, tanto Sol como Jerry intentaron llevar un embarazo lo más normal posible sostenidos en su fe. Sol, por su parte, se refugió en los brazos de mamá María para poder vivir este proceso.

Parroquia Our Lady Mother of the Church en Commerce City – Miércoles de Cenizas 2023

“Me apoyaba en caminar con María, especialmente en la piedad donde ella está abrazando a Jesús desnudo recién bajado de la cruz. Esa imagen la lleve todo el embarazo… Yo le dije, ‘Yo no sé cómo le hiciste tú para poder cargar a Jesús y sufrir de la manera que lo hiciste, yo no sé, no puedo, pero tú me tienes que enseñar”, recuerda Sol con emoción.

Ocho semanas después, el 29 de septiembre del 2022, Josías nació de 28 semanas y murió durante labor de parto.

 

“Para nosotros mi hijo cumplió con su misión aquí. Aunque no le tocó mirar este mundo, cumplió con su misión y nos vino a enseñar muchas cosas”, aseguró Jerry. “No necesitó venir a embarrarse de este mundo, sino que Dios lo tenía preparado para llevárselo directo y nosotros solo tuvimos que decirle que sí para que él tuviera a alguien allá arriba rezando”.

“Nuestra misión como padres es llevar a nuestros hijos al cielo, nosotros ya tenemos a dos que rezan por nosotros… Dios nos preparó con José Maria. Fue mucho dolor con los dos, pero fue muy difícil con Josías porque lo tuvimos físicamente. Con Josías aprendí a no renegarle a Dios”, agregó.

Sol y Jerry siempre han luchado por mantener a su familia unida, pero, sobre todo, poner a Dios en el centro para guiar a sus hijos y educarlos con los mejores valores cristianos, incluso en medio de los momentos más difíciles.

“El sufrimiento es parte de la vida. Si le evitamos el sufrimiento a nuestros hijos, les evitamos también aprender a amar. Nosotros desde un principio fuimos muy claros con nuestros hijos sobre la condición de su hermanito”, dijo Sol.

Aunque Josías llego a este mundo sin vida, sus hermanos tuvieron la oportunidad de conocerlo, dándole el amor y la dignidad que todo ser humano merece.

“Quiero que mis hijos no solamente sigan a Dios, sino que lleven a más personas a seguirlo, que proclamen a Dios con su vida y sus acciones, ese es mi sueño. Josías lo hizo”, expresó Sol.

“Hoy en día el ser humano quiere evitar el sufrimiento, pero no se da cuenta que a través del sufrimiento hay mucha enseñanza”, agregó Jerry.

Actualmente, Sol y Jerry esperan a su noveno hijo con mucha esperanza y emoción. Si bien durante el principio del embarazo tuvieron un poco de incertidumbre, ambos confían en los planes de Dios y en su amor infinito.

A pocas semanas de dar la bienvenida a este mundo al nuevo miembro de su familia, Sol y Jerry confían en la gracia del Señor y saben que al igual que José Maria, Josías y sus otros hijos, también viene a cumplir con una misión que Dios le ha encomendado. Ellos simplemente dieron el sí.

Rocio Madera
Rocio Madera
Rocio Madera es especialista en comunicaciones y publicidad para la arquidiócesis de Denver.
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