El Movimiento Familiar Cristiano Católico (MFCC) es un ministerio en donde muchas parejas encuentran apoyo, fe y herramientas para fortalecer su matrimonio. Para Yazmin y Miguel Villalón, este ministerio no solo les ayudó a afrontar sus retos, sino que se convirtió en la base que sostiene su hogar. Ellos lo dicen con claridad: “Si no fuera por el movimiento familiar, no estaríamos aquí”.
Aunque Yazmin y Miguel se conocían desde niños, sus vidas tomaron caminos distintos en la adultez. Sin embargo, Dios los volvió a unir después de que Yazmin atravesara un difícil divorcio y se encontrara criando a su pequeña hija. Al iniciar una vida con Miguel, las heridas del pasado comenzaron a afectar su relación.
“Yo quería tratar a Miguel como trataba a mi ex”, recuerda Yazmin. Fue así que decidió buscar ayuda para luchar por su matrimonio.
En el 2006 recibieron una invitación al MFCC, la cual aceptaron. Allí encontraron lo que tanto necesitaban, un espacio donde aprender a comunicarse, sanar y caminar más cerca de Dios.
Miguel recuerda que desde el primer día sintió que el movimiento era justo lo que necesitaban.
“Yo estaba dispuesto a hacer un cambio en nuestra vida como pareja. Muchas veces yo era el que insistía en ir a las reuniones”, compartió con El Pueblo Católico.
Y aunque al principio había desacuerdos, falta de diálogo y momentos difíciles, el movimiento les enseñó a caminar juntos. “Nos enojábamos, pero aun así íbamos a las reuniones, y ahí nos contentábamos”, recuerda la pareja.
Con las herramientas del MFCC, los compromisos, las reflexiones, los temas guiados, aprendieron a comunicarse y a enfrentar los retos con paciencia y fe.
“Ya sabemos debatir las diferencias. Siempre va a haber desafíos, y por eso hay que enfrentarlos con la ayuda de Dios”, agregó Miguel.
Cuatro años después, Yazmin y Miguel completaron las cuatro etapas del movimiento. Fue entonces que decidieron casarse por la Iglesia, más conscientes y preparados para recibir el sacramento del matrimonio.
“El movimiento fue como una preparación para nuestro matrimonio”, aseguró Yazmin.

Su familia creció al igual que su servicio en el movimiento. Formaron parte de la mesa directiva y llegaron a ser coordinadores. Para Yazmin, su servicio como coordinadora le brindó los mayores frutos a su matrimonio.
“Cuando comencé a coordinar, me cayó el veinte. Me ayudó mucho el preparar los temas con el sacerdote. Quería coordinar y ser un buen ejemplo para mis equiperos”, dijo Yazmin.
El MFCC no solo les brindó formación, sino también una comunidad en la que encontraron apoyo, oración y acompañamiento en tiempos de crisis.
“El movimiento ha sido una familia para nosotros”, dice Miguel.
Durante un tiempo, por compromisos en su parroquia, decidieron salir temporalmente del MFCC. Pero pronto descubrieron cuánto les hacía falta. “La Misa nutre, pero necesitábamos estar en comunidad”, expresó Yazmin.
Al compartir experiencias con otras familias, los matrimonios que participan en el movimiento encuentran comprensión y consejos que les permiten superar las dificultades con esperanza y, sobre todo, confianza en Dios. Para Yazmin y Miguel, esto ha sido clave en su matrimonio.
“Seguimos y seguiremos en la lucha», aseguró la pareja. «No somos el mejor ejemplo, pero tenemos una bonita familia [en parte] gracias al movimiento”.
Entre su misión de ayudar a otros matrimonios y dar el mejor ejemplo para sus hijos, Yazmin y Miguel continúan su servicio con el MFCC.
“El matrimonio es siempre de altas y bajas, pero lo importante es saber cómo resolver los problemas”, dijo la pareja.
Y sin duda esto es algo que el movimiento familiar le ha brindado a esta familia.
“A mí me encanta ayudar a otros matrimonios. Yo quisiera que todos los matrimonios fueran felices”, expresó Yazmin.
La pareja anima a aquellos matrimonios que desean fortalecer su relación y su fe a darse la oportunidad de conocer el movimiento.
“Dios tiene esta herramienta para todas las familias que la necesitan», agregó Miguel. «No tengan miedo de buscar a Dios por medio del ministerio”.
“Estamos contentos en este caminar que hemos tenido en movimiento. Dios quiera y nos tenga aquí por muchos años más”, concluyeron.
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Misa especial para el MFCC celebrada por el obispo Jorge Rodriguez
Catedral Basílica de la Inmaculada Concepción
1530 Logan St, Denver, CO 80203
Domingo, 23 de noviembre, 2:30 p.m.

