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Somos los guardianes de nuestros hermanos: El nuevo director de seguridad, un diácono, aumenta la seguridad en parroquias y escuelas

El diácono Michael Daly ha visto mucho.

Con 21 años de experiencia en la Oficina del Sheriff del condado Jefferson, ha trabajado en patrullas, instalaciones de detención, Asuntos Internos e Inspecciones del Personal, siempre con el objetivo de mantener a las personas seguras. El diácono Daly trae esa experiencia y pasión por la seguridad a su nuevo puesto como director de seguridad para la arquidiócesis de Denver.

“Estoy firmemente convencido de que mi carrera en la aplicación de la ley fue el terreno de entrenamiento en el que Dios me colocó”, dijo el diácono Michael. “Trabajé con tantas personas que estaban desprovistas de Dios, tantas personas que vivían en un mundo de vanidad, dolor y miedo y trataban de escapar de él. Al ver todo el mal del mundo y al querer trabajar con personas en un ambiente positivo, me hizo sentido aplicar al diaconado”.

Llamado por primera vez por Dios al diaconado en 2003, luchó con el discernimiento, pensando que no era digno de un llamado vocacional.

“Pensé, ‘Soy joven; no puedo hacer todas estas cosas; no sé qué es un diácono; todos los diáconos que conozco son mayores; así que simplemente no encajo en el perfil, ni soy digno’”, compartió el diácono Michael. Luchó durante cinco años con su discernimiento hasta que una experiencia poderosa en la confesión lo llevó a decir “sí” al llamado de Dios.

Después de otros dos años de discernimiento familiar, el diácono Michael comenzó la formación, incluso mientras su familia crecía. Ordenado en 2015, ha servido en la parroquia Our Lady of Fatima en Lakewood, trabajando con el pastoral juvenil y los programas de catequesis, entre otros ministerios.

Su vocación de servicio al pueblo de Dios lo ha llevado por el condado Jefferson, donde ha protegido y servido a las personas del área metropolitana oeste de Denver durante décadas. Después de su retiro de la Oficina del Sheriff del condado Jefferson, el diácono Michael continúa protegiendo y sirviendo al pueblo de Dios apoyando a las parroquias y escuelas arquidiocesanas.

2 de los hijos del diácono Michael colocan su placa de teniente durante una ceremonia policial.

“Soy papá, y como papá, tengo la responsabilidad de asegurarme de que cuando voy a trabajar, mis hijos y mi esposa estén relativamente seguros en nuestro hogar”, le dijo el diácono a El Pueblo Católico. “De manera similar, nuestros pastores y sacerdotes tienen la responsabilidad de asegurar que sus hijos espirituales estén relativamente seguros en la iglesia”.

Para apoyar a los sacerdotes y parroquias en la mejora de la seguridad en toda la arquidiócesis, la arquidiócesis y el diácono Joe Donohoe, el anterior director del personal diaconal, formaron un comité de diáconos con experiencia en derecho, aplicación de la ley y rescate/servicios de emergencia. El diácono Michael fue uno de los primeros miembros incorporados al comité.

“En última instancia, queríamos ayudar a los pastores a asegurarse de que tienen parroquias y escuelas que sean acogedoras y relativamente seguras para que sus feligreses adoren a Dios y que sus hijos estén en entornos escolares que les ayuden a aumentar su intelecto y fe sin la preocupación del mal que rodea estos espacios”, compartió.

Su participación en el comité arquidiocesano parecía una invitación divina, uniendo la experiencia del diácono Daly en la identificación y mitigación de riesgos con su fe y su esperanza en un futuro seguro, alegre y próspero.

Una tarea difícil con más de 100 parroquias en el norte de Colorado, el trabajo de garantizar la seguridad y llevar ese futuro lleno de esperanza a la realidad creció rápidamente, y la arquidiócesis lo contrató al diácono Daly a tiempo completo a principios de 2024.

“El tiempo y los esfuerzos que el comité había comenzado necesitaban aumentar para que pudiéramos mantenernos por delante de los problemas que nuestra sociedad está enfrentando —especialmente con la protección de nuestros niños y el resto del rebaño de Cristo. Para proporcionar lugares donde nuestros fieles puedan conocer a Dios y su fe y adorarlo, se ha convertido en mi trabajo, mi servicio, ayudar a hacer esto una realidad”, le dijo el diácono Michael a El Pueblo Católico. “Hago todo pensando en mis propios hijos. Si es bueno para mantener segura a mi hija, entonces es bueno para el resto de los niños y para aún más que eso”.

Desde su primer día en la arquidiócesis, ha continuado evaluando las necesidades de seguridad en las parroquias y escuelas arquidiocesanas en todos los niveles, desde la tragedia impensable hasta la preocupación diaria. El diácono Michael y su equipo han trabajado con pastores, parroquias, escuelas y comunidades para fomentar esfuerzos comunitarios que mantengan a todos seguros, saludables y protegidos. En este sentido, han implementado un sistema sólido para asegurar que cada escuela pueda implementar sus propias medidas de seguridad específicas para cada ubicación.

“Esto es enorme, porque cada escuela es única. Puedo ayudar a cada una a desarrollar medidas específicas para las necesidades de cada escuela”, dijo el diácono sobre el esfuerzo colaborativo con la Oficina de Escuelas Católicas de la arquidiócesis. Espera implementar los nuevos planes de seguridad y protección a las escuelas arquidiocesanas al inicio del año escolar 2024-25.

Mientras tanto, el diácono Michael continúa visitando parroquias y escuelas en el norte de Colorado para ayudarlas a crear e implementar procedimientos que garanticen que sus comunidades sean seguras, acogedoras y protegidas.

Aunque es una tarea ardua y un trabajo serio, el diácono Michael dijo que es importante recordar que estos desafíos no son nuevos para la Iglesia que fundó Jesús. De hecho, Jesús mismo prometió que, en el mundo, sus discípulos conocerían “tribulación”, pero rápidamente les recordó que “tengan ánimo, porque yo he vencido al mundo” (Jn 16:33).

“La Iglesia ha sido víctima de ataques desde que fue fundada por Jesús”, agregó el diácono, señalando una larga historia de persecución católica y cristiana en todo el mundo, entre las cuales Estados Unidos está “bastante bien”, a pesar de un reciente aumento en el malestar social.

“Queremos tomar este tiempo, bajo la dirección del Espíritu Santo, para evaluar los riesgos actuales de nuestro tiempo y ubicaciones, desarrollar pasos apropiados para mitigar estos riesgos, mientras mantenemos nuestro espíritu misionero —evangelizando el mundo que nos rodea y atrayendo a otros a la Iglesia, que es un refugio”, concluyó. “Vivimos en un mundo roto, pero tenemos fe en Dios que, en última instancia, nos cuida. Él se encargará de nosotros. No necesitamos tener miedo, pero todavía tenemos esta responsabilidad de cuidar unos de otros”.


El año 2024 marca el 50º Jubileo del Diaconado Permanente en la arquidiócesis de Denver. A través de la predicación, el servicio, la adoración y la oración, los diáconos sirven al pueblo de Dios de maneras singularmente especiales a través de sus diversos ministerios y vidas. Este artículo es uno de una serie de artículos que El Pueblo Católico publicará en el 2024 y que presentará a diáconos locales o a un ministerio diaconal. Hay muchos santos diáconos que fueron martirizados por su fe. En este año de Jubileo, los diáconos de la arquidiócesis de Denver piden oraciones a través de la intercesión de san Euplio de Catania, diácono y mártir.

André Escaleira, Jr.
André Escaleira, Jr.
André Escaleira es el editor de Denver Catholic y El Pueblo Católico. Nacido en Connecticut, André se mudó a Denver en 2018 para servir como misionero con Christ in the City, donde servió por dos años.
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