El gozo de la ordenación sacerdotal volverá a llenar la Catedral Basílica de la Inmaculada Concepción en Denver, el sábado 20 de septiembre, cuando el arzobispo Samuel J. Aquila ordene presbíteros a los diáconos Paolo Mori y Daniel Viana Pereira.
La ordenación es una de las celebraciones más profundas de la Iglesia, en la que un hombre es configurado con Cristo de manera permanente y recibe la misión de proclamar el evangelio, celebrar los sacramentos y pastorear al pueblo de Dios. Para los fieles de la Arquidiócesis de Denver, este día es una ocasión para alegrarse con el don de nuevos sacerdotes y renovar la oración por las vocaciones.
Responder al llamado
Para el diácono Daniel Viana Pereira, uno de los deseos más profundos de su corazón al prepararse para el sacerdocio es proclamar la Palabra de Dios.
“Creo que lo que más espero de ser sacerdote es la predicación. Y con predicación no me refiero solo a las homilías, sino también cuando alguien viene por dirección espiritual o durante la confesión. Pienso que este es un momento hermoso para dar a los demás una palabra sobre el amor y la misericordia de Dios, un momento que no se le da a muchos, en el que el alma de la otra persona realmente busca a Dios y está receptiva a él”, expresó.
Ese mismo encuentro con la profunda misericordia de Dios transformó la vida del diácono Paolo Mori y ahora marca su visión de la vocación sacerdotal.
“Quiero llevar el amor de Dios a los corazones heridos porque cuando yo estaba herido, un sacerdote me anunció que Dios ama a los pecadores, y esto cambió mi vida. Espero que Dios obre a través de mí para llegar a las personas en la Iglesia mediante los sacramentos y a quienes están lejos de la Iglesia a través de la nueva evangelización”, compartió.
Apoyar a las vocaciones con oración y presencia
La Misa de ordenación se transmitirá en vivo desde la Catedral Basílica, el sábado 20 de septiembre a las 10 a.m., lo que permitirá a los católicos de todo el norte de Colorado participar, incluso a distancia, y orar por estos hombres que entregan su vida a Cristo y a su pueblo.
El rito de ordenación incluye la imposición de manos del arzobispo Samuel J. Aquila, un gesto que se remonta a los apóstoles. A través de este acto y de la oración de consagración, los diáconos Paolo y Daniel serán configurados con Cristo Sumo Sacerdote y enviados a servir al pueblo de Dios.
Mientras la Iglesia local se prepara para este día de gozo, se anima a los católicos de todo el norte de Colorado a orar por estos hombres, por todos los seminaristas y por las vocaciones futuras. La ordenación de dos nuevos sacerdotes no solo es un don para la arquidiócesis, sino también un recordatorio poderoso de que Dios sigue llamando a hombres de entre nosotros para servir a su Iglesia.
Para ver la Misa de ordenación el 20 de septiembre a las 10 a. m., visita: archden.org/livestream.