Por Caridades Católicas de Denver
Kathy y sus gemelas, Debbie y Kathleen, son como tres guisantes en una vaina. Son inseparables y están comprometidas a pasar mucho tiempo juntas a pesar de los desafíos de vivir en situación de falta de vivienda en Denver durante varios años. Nativas de Denver, su objetivo siempre ha sido apoyarse mutuamente y estar cerca una de la otra, a pesar de las dificultades que han enfrentado juntas.
Hoy en día, las tres están disfrutando de sus nuevos domos. Durante el último año, Caridades Católicas y la Ciudad de Denver han trabajado juntas para mejorar las instalaciones en el refugio Samaritan House 48th, añadiendo unidades semi-privadas que llamamos domos, al edificio. Estas áreas modulares y privadas para dormir les brindan a los residentes su propio espacio y algo de privacidad. Kathy y sus hijas ahora viven en tres domos contiguos en el barrio «lirio».
En total, se han añadido 187 domos al refugio congregado, que es hogar para más de 300 mujeres. La construcción de los domos continúa y para finales de 2024, el refugio tendrá casi 4,000 domos.
Kathy y sus hijas han enfrentado su parte de tragedias. Ella dio a luz a seis hijos maravillosos, pero ha sufrido la pérdida de tres hijos varones. Como cualquiera que ha perdido a un miembro de la familia sabe, esa experiencia compartida puede hacer que el resto de la familia se acerquen mucho. Esa es la realidad para Kathy, Debbie y Kathleen, quienes han trabajado arduamente para mantenerse juntas en cada paso del camino.
La familia sintió un profundo alivio y gratitud al instalarse en su nuevo espacio habitable, completo con mantas preciadas de los Broncos y los Nuggets. Con los nuevos domos, ahora tienen un lugar más privado para llamar suyo mientras continúan su búsqueda de una vivienda estable y permanente. Los domos pueden ser un lugar donde puedan seguir apoyándose mutuamente en las buenas y en las malas. La oportunidad de estar juntas y tener un techo sobre sus cabezas en el refugio Samaritan House es una bendición que nunca han dado por sentada.
«Estamos tan contentas de permanecer juntas. Mis hijas cuidan de mí y se aseguran de que esté bien atendida», compartió Kathy, con lágrimas en los ojos. «Estoy agradecida de que estemos juntas».
Para Kathy y sus hijas, este nuevo capítulo en el barrio “lirio” representa un nuevo comienzo. Saben que aún habrá desafíos por delante, pero juntas están listas para enfrentar lo que venga. Estas tres mujeres en sus nuevos domos están agradecidas por la oportunidad de estar juntas y por la esperanza de que este nuevo comienzo sea el inicio de un nuevo capítulo feliz en sus vidas.