Por Tracy Seul
Fue una noche de recuerdo, música y fe, coincidiendo con el Hallowtide de la Iglesia (tiempo litúrgico que abarca las fiestas de Todos los Santos, los Fieles Difuntos y la víspera de Todos los Santos). La comunidad escolar de Blessed Miguel Pro Catholic Academy en Westminster se reunió para su cuarta Fiesta Anual de Día de los Muertos, honrando a quienes han partido y uniendo la oración litúrgica con la tradición cultural en medio de las fiestas de Todos los Santos y de los Fieles Difuntos.
Colorida y llena de vida, la celebración del Día de los Muertos en la escuela estuvo cuidadosamente basada en la enseñanza de la Iglesia y entretejió diversas expresiones culturales. Los padres de familia organizadores se apresuraban a calentar tortillas y preparar tamales y chile rojo para los casi 400 invitados que llegarían en cualquier momento. Adornos vibrantes y más mesas con comida y bebida rodeaban el gimnasio para la fiesta. Las bailarinas de ballet folclórico ajustaban listones y rebozos de sus trajes tradicionales, y la ofrenda, el altar tradicional dedicado a los familiares que han fallecido, estaba ya montada con fotos de seres queridos que llenaban el espacio.
Entre los preparativos prácticos, profesores y familias se aseguraron de preparar espiritualmente a los estudiantes para comprender el sentido teológico detrás de las imágenes: no es adoración a los muertos, sino un recuerdo arraigado en la Resurrección de Cristo.
“Esta tarde nos permite unir las culturas únicas de nuestra escuela”, comentó Jim Schoepflin, director. “Es una manera de recordar a nuestros seres queridos, nos recuerda que nuestra esperanza está en Jesucristo y que volveremos a verlos. La alegría y el color de esta celebración también nos recuerdan que nuestra vida no termina aquí, sino que continúa más allá, y es algo que podemos celebrar como comunidad de aprendizaje y de fe”.
Para Jessica Carrillo, coordinadora del evento y mamá que creció celebrando el Día de los Muertos, traer esta celebración a su comunidad escolar en Blessed Miguel Pro es un privilegio y una alegría.
“¡Gracias a todos los patrocinadores y a quienes trabajaron en el evento y asistieron al espectáculo!”, expresó.
El evento fue realmente un esfuerzo comunitario. Padres, madres y abuelos trabajaron toda la semana para preparar la comida tradicional mexicana, incluidos tamales caseros y chile rojo. Los patrocinadores ayudaron donando tortillas, totopos, queso, arroz y frijoles. Una de las organizadoras incluso pasó todo el día preparando postres mexicanos para que todos los disfrutaran.
“El Día de los Muertos en BMP es una reunión comunitaria vibrante, llena de comida y entretenimiento para chicos y grandes, y para todos los demás. Mis favoritos este año fueron la pintura de caras, los mariachis, las bailarinas y el plato de comida mexicana. Quise probar la pizza, el helado y otros postres, pero para entonces ya estaba demasiado llena”, compartió una participante, Rachel Knight.
Una vez que todos estuvieron sentados, las bailarinas comenzaron a girar al ritmo de música tradicional. Sus faldas coloridas y blusas bordadas se movían en conjunto, y cada baile contaba una historia de región, fe y resiliencia. Los asistentes se inclinaban hacia adelante con sus teléfonos en la mano para captar los movimientos, mientras los niños observaban maravillados a las bailarinas folclóricas con velas en la cabeza. También hubo niñas y niños participando, compartiendo con orgullo su tradición con el público. En un momento, las bailarinas invitaron a los presentes a unirse al baile. Por suerte, los pasos eran sencillos y ellas muy pacientes.
Durante una pausa, el grupo de mariachis empezó a recorrer el gimnasio vestidos con sus trajes tradicionales de charro, y su música, llena de fuerza y alegría, resonaba por todo el lugar. Algunas personas llegaron con el rostro pintado, pero la fila para la pintura de caras se extendió por todo el salón a medida que más niños se apuntaban.
“La Fiesta de Día de los Muertos de este año, organizada por BMP, la disfrutó toda nuestra familia. Qué manera tan hermosa de compartir nuestra cultura y celebrar a nuestros seres queridos con nuestra comunidad a través de comida auténtica, música, actividades y entretenimiento tradicionales. Es una tradición de Blessed Miguel Pro que toda nuestra familia espera cada año”, expresó una mamá, Amanda Ortega.
“Blessed Miguel Pro fue un hombre de valentía alegre”, dijo el director Jim Schoepflin. “De hecho, nuestra declaración de misión dice: formar discípulos alegremente intrépidos. Él vivió su fe en México a principios de 1900 en medio de dificultades, usando el humor y la creatividad para compartir a Cristo. Esta celebración hace lo mismo. Muestra a nuestras familias que fe y cultura no están separadas”.
Para Blessed Miguel Pro Catholic Academy, el Día de los Muertos no es simplemente un evento cultural; es un recordatorio de que el catolicismo es universal y profundamente personal, capaz de hablar todos los idiomas y celebrar todas las culturas.
Y así, la comunidad de Blessed Miguel Pro Catholic Academy pudo decir, con la misma confianza que su patrono: ¡Viva Cristo Rey!

