Mientras el sol se pone en el tiempo de la Peregrinación Eucarística Nacional en la arquidiócesis de Denver, los peregrinos perpetuos se dirigieron al este del estado, visitando la parroquia Sacred Heart en Roggen y la parroquia St. Helena en Fort Morgan en su camino hacia la diócesis de Grand Island en Nebraska.
Los feligreses de la parroquia St. Helena en Fort Morgan se reunieron el lunes por la tarde para la Adoración Eucarística con los peregrinos.
La oportunidad de orar, adorar y alabar a nuestro Jesús Eucaristía se acompañó de una invitación a acercarse y «tocar el borde» del manto de Cristo. Inspirada por el humilde testimonio de la mujer sanada de una hemorragia en el Evangelio de Marcos, la tradición de oración invita a los fieles a acercarse a Jesús Eucaristía en una entrega confiada, diciendo con la mujer sanada: «Si tan solo toco sus ropas, seré sanado» (Mc 5, 28).
«Fue una gran tarde a los pies de Jesús», dijo el padre Erik Vigil, párroco de la parroquia St. Helena. «Mis feligreses sintieron su amor y parte de la Iglesia universal».
A la mañana siguiente, la comunidad católica de Fort Morgan se reunió para la Misa y una procesión Eucarística, dando testimonio público de su fe en nuestro Jesús Eucaristía.
«Lo que me impresiona es que Jesús sale a nuestro encuentro y nos invita a no quedarnos mirando que pasa por nuestro lado, sino que nosotros, como Iglesia, salgamos a su encuentro, y nos atrevamos a entregarle aquello que aún no le hemos entregado», dijo Morena Zavala, feligresa de St. Helena, reflexionando sobre la visita de la peregrinación a su parroquia.
«Me da alegría, también, ver cómo estos hermanos van por todo el mundo anunciando que Jesús está vivo en la Eucaristía, cumpliendo ese mandato que el Señor nos ha dado de ser sus discípulos misioneros, anunciando que Jesús es el mismo de aquel tiempo, y puede cambiar nuestras vidas», continuó.
Desde Fort Morgan, la peregrinación se dirigirá a la parroquia St. Anthony en Sterling, su última parada en la arquidiócesis de Denver antes de dejar Colorado para la diócesis de Grand Island en Nebraska.