Por Kara Klausner
En su papel como padres espirituales en la tierra, los sacerdotes sirven a muchas personas, y aquellas que han experimentado un aborto no son la excepción.
Para el padre Michael Freihofer, vicario parroquial en St. John XXIII en Fort Collins, y el padre Robert Wedow, párroco en la parroquia St. Scholastica en Erie, los frutos de su ministerio de sanación para estas mujeres y familias han sido grandiosos.
“El mayor fruto que he visto es que las mujeres se perdonan a sí mismas y eligen luchar por Dios en el esfuerzo provida”, dijo el padre Michael. “Este fruto viene de las gracias recibidas a través de la oración y los sacramentos”.
De hecho, fue en la confesión donde Maria Tell, una sobreviviente de trata de personas y abuso ritual satánico, que fue presionada por su traficante para someterse a un aborto, conoció al padre Michael.
“Él recibió mi dolor con amor de un verdadero padre y me dijo inmediatamente que tenía un ministerio de sanación”, contó Maria. “Me recomendó un programa de oración de 30 días, y sentí una sanación instantánea al decir esas oraciones. Ese fue el comienzo de las sesiones de oración de sanación con el padre Michael y su equipo de oración, que eran mujeres maravillosas y santas con las que aún rezo semanalmente”.
Además de su equipo de oración, el padre Freihofer reza frente a Planned Parenthood y fundó el Holy Face Army (El ejército del Santo Rostro).
“Pedí a muchas personas que se unieran a mí para rezar el rosario del Santo Rostro diariamente durante cuatro años”, dijo el padre Michael. “Hasta ahora, tenemos más de 150 personas inscritas. Una de nuestras principales peticiones es por la conversión de aquellos que están en contra de la santidad de la vida en el estado de Colorado, especialmente los jueces, legisladores y funcionarios electos”.
Además de que el gobierno esté listo para el cambio, el padre Robert cree que llegar a los hombres involucrados será fundamental para moldear el movimiento provida, aunque la sanación llegue más tarde en la vida.
Tomemos el caso de Anthony, cuya novia tuvo un aborto cuando él tenía veintitantos años. Ahora, él es padre y esposo, y el padre Robert lo apoya.
“El padre Rob me dijo que tenía que nombrar a mi pequeño; merece un nombre y es una persona, y rezar para saber si era niña o niño”, contó Anthony. “La parte de la reconciliación es tan diferente ahora que tengo una relación con mi hijo”.
Además de proporcionar dirección espiritual a personas como Anthony, el padre Robert tiene un equipo de oración, hace ministerio individual y fue sacerdote en un retiro de El viñedo de Raquel, un programa al que el padre Michael también refiere a las mujeres como recurso de sanación y reconciliación.
“Conozco a una mujer, Patricia, de un nombramiento parroquial anterior, que tuvo un aborto y asistió al retiro de El viñedo de Raquel, y ahora lo promueve”, dijo el padre Michael. “Le doy el número de teléfono de Patricia a cualquier mujer que lo pida para que Patricia pueda orientarla o ayudarla a inscribirse en un retiro”.
El padre Michael también recomienda la organización sin fines de lucro de Maria Tell, A Courageous Rose (Una rosa valiente), que ella fundó para ayudar a otras personas que han experimentado trata de personas, abuso ritual satánico y explotación sexual comercial.
“Muy a menudo, las mujeres o los hombres llegan a mí a través de A Courageous Rose y necesitan asistencia de un sacerdote, como otras mujeres traficadas que han tenido un aborto”, explicó Maria. “Cuando eres víctima de trata, tienes tantas capas de sanación que realmente toma toda una vida. Sin embargo, quiero decirle esto a quienes puedan haber tenido abortos: Jesús me ha sanado de mi aborto. Este es un pecado que puedes confesar, así que no tengas vergüenza. La misericordia de Jesús es mucho más grande que todos tus pecados juntos. Él te ama y quiere que regreses a casa”.
