El pasado domingo, 29 de octubre, se llevó a cabo la bendición e inauguración del nuevo centro parroquial de la iglesia Reina de la Paz en Denver.
La ceremonia que fue presidida por el arzobispo de Denver, Mons. Samuel J. Aquila, y contó con la presencia de miembros de la parroquia y lideres que han apoyado el proyecto desde que inició la campaña capital en el año 2020.
Si bien la construcción del nuevo centro parroquial tuvo que superar varios retos, para su párroco, el padre Félix Medina, no fueron más que pruebas que mostraron la unidad de la comunidad de Reina de la Paz.
“Reina de la Paz es una parroquia de muchos grupos, lenguas, países y tradiciones diferentes. Pero esto fue una experiencia de fe que es la misma fe de todos, el mismo Jesucristo, la misma Iglesia, el mismo Espíritu Santo, que es el mismo bautismo, que es la misma esperanza que todos tenemos juntos. Esto unificó a todos, saber que era un proyecto de todos, que no era de los que llevaban aquí ya muchos años, no era de los que acababan de llegar, no era de los que llevaban algún tiempo, no era de los inmigrantes, no era de los nativos… Era de todos. Eso creó algo más que un edificio. Creó una unidad, una comunión, una fraternidad que a todos les gustaba. Esto fue una base para seguir adelante”, compartió el padre Félix con El Pueblo Católico.
La idea de construir un nuevo centro parroquial surgió alrededor del 2005, debido a las malas condiciones del edificio anterior. Se intentó hacer una campaña capital para reunir los fondos del proyecto, pero varios obstáculos, entre ellos la crisis económica del 2008, impidieron que el proyecto siguiera. No fue hasta el 2014, cuando el padre Félix llegó a Reina de la Paz, que se volvió a hablar de un nuevo centro parroquial.
Luego de años de planeación, en junio del 2020 se comenzó la construcción del centro. Aunque ya se habían logrado reunir algunos fondos para comenzar, el futuro del centro seguía siendo incierto. En medio de la pandemia del COVID-19 y con muchos desafíos más, el proyecto continuó.
“La pandemia fue un gran reto: recaudar fondos cuando la iglesia estaba vacía. En la Misa era solamente el padre y una cámara. Uno no sabía qué iba a pasar, sabía que Dios nos iba a ayudar, pero no sabía cómo. No sabía que la gente iba a seguir dando igual, que la gente iba a seguir contribuyendo”, aseguró el padre.
No obstante, la comunidad de Reina de la Paz no tiró la toalla y siguió contribuyendo desde sus hogares para que la construcción del nuevo centro parroquial continuara.
“Todo el mundo siguió involucrado, aunque no podía venir a Misa. Eso sí, nosotros siempre mantuvimos la iglesia abierta, nunca se cerró”, recordó.
Con muchas dificultades y retos, la construcción que se esperaba completar en 14 meses tuvo una duración de tres años, pero aun así se hizo realidad. “Hubo muchas dificultades que hicieron crecer la fe de esta comunidad y nos hizo ver que Dios actúa también en esos momentos, sobre todo en los más difíciles”, agregó.
El centro parroquial no es solo un edificio, sino un lugar de evangelización que el padre Félix desea sea el destino de muchos fieles y personas que deseen reforzar su fe. Cada rincón y cada elemento del edificio tiene un significado cristiano.

“Tiene una belleza muy grande que el edificio anterior no tenía. Tiene mucha luz, el elemento de la luz es muy importante, porque la luz es Cristo, Cristo es la luz del mundo. El edificio tiene fuentes de agua, eso nos ayuda a buscar el bautismo; la iconografía, tiene salones que tienen iconos hechos a mano, obras de arte, arte cristiano que va a ayudar a hacer nosotros iconos de Cristo, a ser nosotros imágenes de Cristo. También tiene mucho cristal, porque queremos superar las barreras que nos dividen, los muros que nos separan. El edificio habla de la fe cristiana, habla de Cristo. Todos estos elementos son signos sacramentales”.
Sin duda alguna, el nuevo centro parroquia es el resultado de una labor de amor y unión de la diversa comunidad de Reina de la Paz. Pero lo más importante es que es un lugar donde las personas podrán sentirse bienvenidas para volver a la casa del Señor.
“Espero que sea un centro para la nueva Evangelización, que nos haga misioneros, que sea un lugar de formación de apóstoles, de evangelización de nuestra familia, de nuestros matrimonios, de nuestros jóvenes, de atención a los mayores, que sea un centro de acogida para los alejados. Espero que nosotros tengamos esto aquí en Reina de la Paz, que es un lugar donde vienen tanta gente de lejos, que podamos tener un corazón para ellos”.

Los frutos que ha dejado la construcción del nuevo centro parroquial son muy evidentes no solo en la edificación del centro, sino también en el corazón y la unidad de la comunidad de Reina de la Paz.
“Me siento muy contento porque el proyecto ha unificado, ha seguido ese camino de unidad de la Iglesia, de una Iglesia católica que significa universal y que significa que va a todos y que llega a todos y que al mismo tiempo sigue siendo una”, concluyó el padre Félix.